Homefront

Es cuestión de tiempo que se den cuenta de mi escondrijo estudiando las grabaciones de su kill cam. Mientras, fuera del establo, todo se ha vuelto loco y los tanques de batalla M1A3 aplastan sin piedad las desprotegidas unidades de infantería y los Hummvees; los C4 detonan y caen las granadas EMP.

No es que me importe el caos. Aún a salvo, desde mi rincón, voy acumulando Puntos de Batalla, la ‘moneda' más importante empleada en el shooter de acción Homefront. Sumo puntos por precisión, rachas de bajas o apoyos a mis compañeros de equipo. Los Puntos de Batalla podrían pagar mi billete para uno de los poderosos helicópteros de ataque AH-64 Apache, así que tras la inevitable muerte como francotirador por fin puedo despegar y repartir muerte desde las alturas.

"Alguien que no haya visto una bala en diez segundos se está moviendo evidentemente en la dirección incorrecta", señala el diseñador técnico jefe. Infantería, bombas, drones, vehículos, ataques aéreos... todo está ahí desde el principio. Lleva razón. La locura multijugador envuelve a la campaña en solitario en la que, en 2027, Corea del Norte ha invadido los Estados Unidos y sumido al país en el caos y la miseria. Los mapas multiplayer se juegan en este escenario traumático para los americanos, y los barrios, las ciudades bombardeadas y las pequeñas áreas granjeras de la región central del país presenciarán batallas entre el ejército comunista y la guerrilla americana.

Parece que el mayor atractivo de Homefront será el multijugador. Hasta 32 usuarios pueden luchar juntos en Homefront, en solitario o en equipos, y el título utilizará servidores dedicados tanto para PC como para consolas. La guerra tiene lugar en arenas relativamente grandes, con un nuevo sistema de regeneración que garantiza que siempre acabes en medio de la acción: por ejemplo, puedes reaparecer en el asiento de un tanque Abrams que haya comprado otro compañero mediante Puntos de Batalla. Puedes comprar tus propios vehículos antes de reaparecer (si tienes los puntos requeridos), o al menos acercarte a la batalla a pie. Una de dos, o te interesa acumular puntos para poder invertir en cosas grandes como tanques o helicópteros, o ir gastando para obtener ventajas menores.

Los Puntos de Batalla se presentan como una forma de "motivar a los jugadores a trabajar en equipo" más que reemplazar a los puntos de experiencia, comenta Holinka. De hecho funcionó realmente bien con el variopinto grupo de periodistas que atendimos al evento. Pero mejor aún fue la sensación de que los Puntos de Batalla permiten diferentes estilos de juego individuales en una misma sesión, y que se recompensa precisamente eso. El camino hasta los 1.400 puntos de un helicóptero Apache es idéntico para todas las clases, pero se juega de forma completamente distinta en cada una.

En mi sesión jugué al modo Ground Control en dos mapas donde todos los jugadores comenzaban en la misma línea frontal y tenían que tomar tres puntos de captura. Si un equipo lo conseguía, las metas se situaban en otro lugar y el equipo ganaba alcanzando una puntuación específica. El mapa Cul-de-sac permite enfrentamientos de hasta ocho contra ocho y recorre un barrio estadounidense bombardeado. Visualmente pintaba muy decente, pese a tratarse de una versión aún temprana. No es fácil juzgar sobre una pre-alpha, pero Homefront tiene el potencial para verse al menos tan bien como las franquicias grandes cuando esté terminado. Especialmente, el mapa suburbano brillaba por la cantidad de pequeños detalles en los jardines, que producían un efecto de tristeza vívida. Un lugar muy apropiado para un enfrentamiento de la guerrilla en una América oprimida.

Pese al sistema de Puntos de Batalla, Kaos no desatiende el resto de estándares a los que estamos acostumbrados. Homefront tendrá progresión por niveles, un sistema de ranking y material desbloqueable, pero deberemos esperar para saber más.