El Agente 47 vuelve, y eso que hemos estado a punto de perderlo. Hitman 2 es una secuela directa de la entrega por episodios que IO Interactive creó junto con Square hace un par de años. Lo primero que cambia es el formato, porque el estudio danés ha decidido con su nuevo socio comercial, Warner Bros. Interactive, lanzarlo todo junto en un paquete con una docena de localizaciones (las seis anteriores y seis nuevas), escenarios más abiertos estilo sandbox que se pueden aprovechar al máximo para eso que tan bien sabe hacer, asesinar.
Todo lo que proviene del primer juego está reorganizado en torno a un espacio neutro central y retocado con las nuevas funciones que trae Hitman 2, destacando las mecánicas de infiltración refinadas, que le permiten cosas como moverse entre el follaje sin ser detectado o perderse entre la multitud. Hay otros retoques, como el retorno de los maletines, algo que ha alegrado mucho a la comunidad pero que no cambia tanto las partidas. Sea como sea, es una continuación directa a la que han aplicado algunas de las mejoras que pedía.
Como por ejemplo, la del doblaje de voz en versión original (subtitulado al castellano). Uno de los problemas de Hitman era la falta de acentos locales en cada región. Aunque sigue habiendo más inglés británico del que debería, han utilizado otros actores y actrices de distintas zonas y así ya no hay tanta ruptura entre lo que se está viendo y lo que se está escuchando. Se gana en credibilidad y en inmersión.
No todos los cambios son a mejor. Han recortado gastos en narrativa sustituyendo los vídeos producidos por unas viñetas con diálogo vocal. Hay un buen trabajo detrás, no es que estén mal, pero el cambio de formato supone un paso atrás. No es el único aspecto en el que se nota que ha faltado presupuesto o tiempo, si acaso ambas cosas no son lo mismo. También se deja ver en que no todas las partes del juego están igual de pulidas, e incluso hay algunas en las que falta bastante por hacer.
Las misiones son muy buenas, al menos la mayoría de ellas. Más allá de las nuevas posibilidades y formas de buscarse las mañas hay poca innovación en el concepto. Lo único que hay que hacer es acabar con un par de objetivos principales en cada zona, solo eso. Pero cómo lo consigues ya es cosa tuya, que es donde está la gracia dado el enorme repertorio disponible. Hay muchísima libertad a la hora de decidir qué hacer y cómo hacerlo. Con mucha importancia, en este caso, a los disfraces y trajes que permiten al Agente 47 entrar en según qué sitios. Explorando y enredando hemos encontrado algunas soluciones de lo más absurdo, muy divertidas y rebuscadas.
Hitman 2 lleva al extremo eso de conseguir el asesinato más inesperado, así que en cuanto veas un objeto en el escenario empezará a rondarte por la cabeza para qué vale y cuándo usarlo. ¿Será por eso por lo que se quedó calvo? Suelen estar asociados a una ruta determinada, porque al fin y al cabo lo que IOI siempre intenta es ofrecer muchos caminos para que las misiones se puedan jugar una y otra vez. Al mismo tiempo, también van apareciendo algunas historias secundarias que aportan información que es muy útil para las tareas encargadas. El guión recompensa a quien busca respuestas con giros macabros. Para que no queden las cosas en el aire, el estudio ha añadido en esta secuela recomendaciones de los eventos que hay que completar para tener una sensación de juego completo, por si te saltas algunos.
Hasta la fecha, los creativos daneses se han empeñado en enseñar dos misiones de las que ya os hemos hablado en nuestras impresiones. La carreras de bólidos en Miami, que fue con la que se presentó en el E3, y la trama de drogas en Colombia. Fue curioso comprobar que ninguna de las dos es la inicial, porque antes de nada hay que visitar Hawke's Bay en Nueva Zelanda, que sirve también como tutorial. El mapa de Santa Fortune sorprende por lo enorme y variado que es, pero el que más nos ha gustado es el de Bombay, por sus callejuelas estrechas y sus encargos raros. De ahí volvimos a los Estados Unidos, a Whittleton Creek, una zona residencial que recordaba a Hitman: Blood Money. Y para terminar, un poco de sangre entre gente VIP en la isla de Sgáil.
Lo más habitual con estos juego es disfrutar mucho del momento y del gameplay sin prestar demasiada atención al trasfondo, pero esta entrega incluye bastante 'lore' a pesar de no contar con tanta producción de vídeo. Las escenas intermedias cuentan parte de la vida del Agente 47 y responden a algunas de las dudas que hace mucho tiempo que nos formulamos. Lo malo es que la conexión entre esta trama originaria y la de la propia entrega está un poco forzada.
Terminarse el modo historia no significa olvidarse de Hitman 2, más bien al contrario, es cuando empieza lo divertido. Se puede volver a cada mapa para encontrar otras formas de matar a los objetivos, o se puede volver porque aparecen algunos nuevos, es decir, todos esos encargos y contratos que van explotando al máximo los escenarios. De esta forma, además, se ganan puntos y se van desbloqueando más opciones. A lo que se suman las alternativas de dificultad.
Nos queda mucho por ver, porque como de costumbre IO Interactive va a estar alimentándolo con los eventos de temporada. Uno de ellos lo protagoniza Sean Bean. Como también del modo multijugador online Ghost, que no pudimos poner a prueba porque durante el periodo de prueba no había suficiente gente. Se han curado en salud lanzándolo en fase beta, pero esperamos que este experimento con la asimetría que tan buena pinta tiene aporte algo fresco a la serie. También con el resto o por separado se puede probar la misión para francotirador que se lanzó como incentivo para la compra anticipada y que transcurre en Himmelstein, Austria. Supuso un toque diferente a la forma de pensar y de esconder tu rastro.
Con lo que llega de lanzamiento hay contenido de sobra para que estéis entretenidos un buen rato, pero es que además estos entornos tan grandes y detallados invitan a pensar que Hitman 2 va a seguir ofreciendo diversión con eventos y misiones especiales durante meses y meses, aunque sea a costa de no innovar demasiado. Es un poco la sensación general que deja, que no hay nada que te sorprenda ni grandes cambios, pero te lo pasas bien visitando e investigando las zonas nuevas, probando cosas y haciendo grandes planes. Con el francotirador y el multijugador sí hay una cambio positivo, pero parten de una misma base y un gameplay que no ha evolucionado nada y ya va tocando.
Hitman 2 es una secuela tradicional, un más de lo mismo para quienes disfrutaron con lo anterior, porque era bueno, y quieren un poco más con la misma calidad.