Análisis de Hearthstone: Cenizas de Terrallende

Hearthstone: Heroes of Warcraft fue lanzado en 2014 con diez clases y así siguió durante seis años. Normal que se quedase así: teniendo en cuenta que un juego de cartas vive o muere por el delicado equilibrio entre clases y cartas, la introducción de una nueva clase (con sus consiguientes nuevas cartas) implica un mayor riesgo de desequilibrio que muchos otros cambios o adiciones.

Así pues, el cazador de demonios se lanzó con cartas muy poderosas que lo catapultaron a la cima de las clases más jugadas y con mayor porcentaje de victorias. Desafortunadamente, tras lo que aparentemente fueron años de desarrollo, el cazador de demonios salió con claros desequilibrios. No obstante, Blizzard reaccionó rápido y lo nerfeó a los pocos días del lanzamiento.

Así que, ¿cómo se juega con el cazador de demonios? Bueno, de momento es una clase muy ofensiva diseñada para enfrentarse directamente a tu oponente. Carece de control pero lo compensa con la capacidad de robar la vida del oponente y permite coger cartas de la baraja frecuentemente y a buen ritmo. Por ahora, teniendo en cuenta los ajustes realizados en las habilidades, el cazador de demonios es una clase entretenida para aquellos que disfrutan atacando al enemigo sin piedad alguna, pero con un estilo distinto.

Además, el cazador de demonios ofrece una mecánica exclusiva, Outcast, que otorga poderosos potenciadores si se juegan desde uno de los dos extremos de la mano, ya sea el derecho o el izquierdo. Por ejemplo, la carta Visión espectral, permite coger una carta por dos cristales de maná, pero si la jugamos desde un extremo, obtendremos dos cartas en lugar de una.

También hay que dejar claro que el cazador de demonios es gratuito para todos los jugadores, aunque hay que completar algunas misiones PvE (también gratuitas) para desbloquear la clase y algunas de sus cartas.

Las 135 cartas que añade la expansión vienen acompañadas de otras dos mecánicas válidas para todas las otras clases: los Supremos y los Demonios Encarcelados. Los Supremos son esbirros legendarios, cada clase cuenta con uno de ellos. La versión original no es muy poderosa y tiene un coste relativamente bajo, pero cuando mueren, dejan un Supremo en la baraja que es considerablemente más poderoso. Kargath Garrafilada es el Supremo inicial de la clase guerrero, un esbirro 4/4 con embestir por 4 cristales de maná. Al morir, mete a Kargath Supremo en el mazo, un esbirro 10/10 por 8 cristales de maná con embestida y que, si consigue matar a otro esbirro, proporciona al guerrero la armadura equivalente a su poder de ataque (10 en su estado base).

En cuanto a los Demonios Encarcelados, son esbirros que entran en el juego dormidos y permanecen así durante dos turnos, pero que al despertar desencadenan poderosos efectos. Antaen encarcelado, un cazador de demonio, es un esbirro 10/6 por 6 cristales de maná que permanecerá dormido durante dos turnos. Al despertarse, inflige 10 de daño repartidos entre todos los enemigos. También hay que tener en cuenta que, mientras están dormidos, los Demonios Encarcelados son invulnerables a todo, es imposible sacarlos de la mesa en ese estado.

Todas estas mecánicas son muy interesantes y cuentan con buenas cartas, pero aparte del cazador de demonios, no vimos mucha diferencia en los mazos y las tácticas. Sí, es cierto que han mejorado las barajas existentes con algunas cartas, pero en general no vemos una gran variedad o nuevas ideas. Probablemente sea porque, al incorporar el cazador de demonios, Blizzard decidió ser un poco más prudente con las otras clases y barajas.

Por otra parte, aunque no está directamente relacionado con la expansión, Blizzard también ha implementado una serie de nuevas características con la actualización 17.0. Se han eliminado, cambiado y añadido diferentes cartas del juego base. Los campos de batalla también han sufrido cambios, ya que los han equilibrado. Sin embargo, uno de los mayores cambios se ha visto reflejado en el sistema de clasificación. Ahora los jugadores se dividirán en diferentes categorías: bronce, plata, oro, platino, diamante y leyenda. A excepción del rango de leyenda, el resto incluyen diez niveles que tendrán que superar para avanzar a la siguiente liga.

No es de extrañar que el cazador de demonios sea el plato fuerte de Cenizas de Terrallende, es una clase muy divertida y poderosa para aquellos que prefieren jugar en primera línea de batalla. Sin embargo, si esta clase no te llama la atención, no encontrarás mucho más por lo que entusiasmarte en Cenizas de Terrallende. Sí, bueno, hay cartas nuevas para todas las clases y algunas son interesantes y entretenidas, pero no modifican en exceso las barajas o estrategias. Hearthstone sigue siendo divertido, pero debemos admitir que la nueva expansión no ha despertado demasiado nuestro entusiasmo.