Una cosa es que los fans piensen que el apoyo hacia Halo Infinite ha sido cuestionable, pero en esta ocasión ha sido la propia 343 Industries quien ha admitido que no estaba contenta con el resultado. Tras un parón excesivamente largo, por fin se ha lanzado la Temporada 2: Lone Wolves y he pasado dos días jugando el máximo tiempo posible.
Sin duda, la novedad más importante es la inclusión de dos nuevos mapas: Catalyst y Breaker. Este último es el más interesante, ya que es el primer Big Team Battle del juego. A esto hay que añadir nuevos modos de juego, con el regreso de King of the Hill, el battle royale Last Spartan Standing y Land Grab (que todavía no está disponible).
Por mi parte, Last Spartan Standing (Último Spartan en pie) es el modo al que más horas he dedicado. En él, compites contra otros 12 jugadores en un escenario que se va reduciendo con el paso del tiempo, y en el que cada usuario cuenta con 5 vidas. Si lo haces bien, puedes acumular puntos para conseguir mejores armas, dificultando la labor de aquellos que simplemente esperan escondidos para aguantar hasta las rondas finales. Al menos esa es la teoría, ya que la pistola estándar de Halo es un arma tan fuerte que te permite llegar bastante lejos sin tener que cambiar de arma. Esto hace que haya una falta de equilibrio dentro del juego, ya que parece que el método rastrero de campear en una esquina es demasiado bueno ahora mismo. Los combates solo tienen lugar en el mapa de Breaker, algo que está previsto que cambie, pero que tal y como está ahora hace que pierda el interés al cabo de un rato. Hace falta un poco más de variedad para que esto sea algo que la gente quiera seguir jugando hasta la salida de la próxima temporada en noviembre.
El modo King of the Hill (Rey de la Colina) apenas necesita explicación, pero se trata sobre todo de controlar zonas. Si juegas clasificatorias, hay que seguir un orden y es necesario hacer un seguimiento del movimiento en esas áreas, mientras que en partidas normales el área se mueve en un orden aleatorio. Este siempre ha sido uno de los modos más divertidos y con mayor adrenalina de la saga Halo, y esta no es la excepción. Los tiroteos siguen siendo increíbles, muy intensos y en territorios poco explorados en otros modos de juego. Aunque se hace difícil hablar del regreso de un clásico, King of the Hill es un añadido más que bienvenido a Infinite, a pesar de que la mayoría ya lo hemos jugado anteriormente.
Los dos nuevos mapas están bien. Breaker parece un enorme depósito de chatarra espacial en el desierto, e incluso recuerda a la escena de introducción de Rey en Jakku en Star Wars: El Despertar de la Fuerza. Hay un montón de chatarra espacial que indica un claro rastro de batallas, además de un protagonismo del color marrón en todo el escenario. Me gusta el mapa, pero dudo que se convierta en un clásico memorable. Catalyst, por otra parte, es más divertido, ya que este antiguo búnker Forerunner cuenta con buenos cuellos de botella para librar batallas más apretadas.
Más allá de esto, es cierto que hay un montón de nuevos artículos estéticos y que puedes seguir jugando con el Pase de batalla de la temporada pasada (sin que se solape con el nuevo) si aún no has desbloqueado todo el contenido. Personalmente, no creo que esto sea muy interesante (sobre todo si lo juntamos con el pésimo sistema de Armor Core), pero sé que hay gente que le da mucho valor a las apariencias.
¿Y qué pasa con Forge? ¿Y la campaña cooperativa? Por desgracia, no he podido probarlos, ya que si bien todo esto llega con la temporada dos, no lo hará hasta otoño. Mi sensación es que el contenido de la segunda temporada es bastante escaso. Es cierto que los mapas son más grandes y están mejor trabajados, y que los nuevos modos son divertidos, pero no creo que esto sea suficiente. Me esperaba algo más, y por eso mi valoración tiene que ser mediocre.