Es posible que esta no sea tu primera vez como Arisen, ya que el primer Dragon's Dogma llegó allá por 2012. Sin embargo, sí es probable que te cueste adaptarte a las particularidades y exigencias que plantea Dragon's Dogma 2. No es que sea un título difícil o endiabladamente complicado, pero muchas veces entender cómo está traducida la intención de la historia y su mundo no siempre llega con todo al jugador, como te comentamos en el análisis. Dragon's Dogma 2 es un monstruo con muchas barras de vida al que vas a dedicar mucho tiempo, pero esperamos que con esta guía de consejo, pistas y algún consejo bienintencionado podamos rebajar esos "tiempos muertos" entre un objetivo y el siguiente.
Al final, y como suele pasar, te las verás a solas con el dragón (bueno, tú y tus fieles Peones) pero antes de eso vas a tener que patear bien su mundo, recolectar mil recursos, explorar docenas de cuevas y conseguir (y no perder) miles de monedas de oro. También te enseñaremos a sobrevivir a la noche incluso si no encuentras un lugar donde acampar y estás en medio de la nada. Ya nos lo agradecerás después.
Por último, recordar que estos consejos solo están basados en una sola partida y, por tanto (y teniendo en cuenta que solo hay una ranura de guardado) no podemos confirmar que esta sea siempre la única vía para avanzar. Si descubres algún método más rápido para progresar antes, ¡cuéntanoslo en los comentarios!
Una de las mejores soluciones para tu personaje y los Peones en Dragon's Dogma 2 es la habilidad de poder cambiar de vocación (clase) tantas veces como quieras. Únicamente debes dirigirte al Gremio de vocaciones y pagar una pequeña suma de Puntos de Vocación (PV) para empezar a formarte en una nueva. Eso sí, debes tener en cuenta que cada Vocación tiene habilidades pasivas, activas y trasfondos para el personaje diferentes, y que también habrá que gastar puntos en desbloquearlos y potenciarlos, por lo que habrá que ser selectivo. Merece más la pena elegir cuatro habilidades habituales y mejorarlas al máximo que no tener siete con media progresión.
Por último, debes saber que tanto en Vermund como en Battahl hay ciertos individuos que ofrecen habilidades maestras para cada vocación. Estos ataques suelen ser los mejores del juego, y para conseguirlos habrá que pasar una prueba o misión concreta.
Además, cada clase tiene equipo y armas únicas, así que también necesitarás oro suficiente para costearlas y pagar a algún armero para que las mejore, lo que lleva a...
Aunque todos los objetos pueden venderse a los comerciantes y artesanos, en nuestra experiencia se ha demostrado que, salvo el equipamiento que ya se haya quedado obsoleto, no es necesario ni recomendable vender nada. El oro no es un recurso abundante (al menos durante la mayor parte de la aventura) y las piezas de equipo son bastante caras.
Además, los ingredientes son mucho más útiles cuando los combinas para crear consumibles y pociones que refuerzan la salud y la energía o curan estados alterados. Las pociones balsámicas nunca sobran, y lo mismo con los diferentes Roborantes, unas grageas con efectos idénticos.
Hay tres tipos de artesanía de mejora de armas y equipamiento: Una en Vermund, otra en Batthal y otra por el individuo conocido como el Fragüero del Dragón (Dragonforged). Cada una de estas técnicas potencia el ataque y defensa tanto física y mágica en una proporción distinta, además de influir en el peso del equipo mejorado (por ejemplo, el peso del equipo mejorado en Vermund es más ligero, pero la mejora es menor que con la de Battahl).
El Fragüero del Dragón es un caso aparte, ya que él se encarga de imbuir las mejoras más poderosas usando cristales dracónicos en su morada del Santuario de la ensenada. Los cristales dracónicos son muy escasos en estado natural, porque están hechos de sangre de dragón petrificada, así que para hacerte con más debes o bien visitar zonas donde haya pasado un dragón... o bien matar a un dragón. Los dragones (más pequeños que EL dragón que nos convierte en Arisen) siguen siendo los enemigos más duros del juego, así que asegúrate de ir muy bien preparado antes, llevar tu mejor equipo y magias y munición de sobra, y haz una pausa en una hoguera antes, si es posible.
El viaje por Dragon's Dogma 2 es un largo sendero repleto de peligros. Habrá constantes batallas, el viaje rápido como tal no está disponible (salvo que gastes algunos recursos realmente importantes en ello) y con cada lucha el máximo de salud va reduciéndose, a no ser que duermas en una posada, en tu casa (luego hablaré de esto) o en un campamento.
Aunque los edificios en las ciudades son lo más cómodo, sin posibilidad de que te ataquen los monstruos y con el almacén del inventario a mano), puede ser que la misión o la noche te obliguen a acampar al raso y esperar a la mañana. En estos casos lo mejor es buscar una hoguera encendida (es fácil distinguir donde están por la columna de humo que sueltan) y descansar ahí usando un Kit de acampada. Si hay monstruos cerca, el descanso se verá interrumpido y pueden destruirte el campamento, lo que sí sería un problema (tendrías que buscar un comerciante que te venda otro). Los Kit de acampada son de varias calidades y pesos. Si consigues uno lo suficientemente bueno, los monstruos no te atacarán.
Acampar también es la única forma de cocinar y, por tanto, de obtener esa potenciación al ataque, defensa y energía que ofrecen comerse las lonchas de filete (y atentos a la escena de cocinar, porque es la carne más nítida que vais a ver en un videojuego). Por eso siempre es bueno cocinar cualquier trozo de carne de animal o monstruos que lleves encima: conseguirás ese extra para el combate que tanta falta te hará para volver a casa.
Los Peones son el eje central de todo el juego. Aunque siempre llevas tu Peón personal contigo, los otros dos serán compañeros temporales que debes ir cambiando en la aventura. Lo ideal es montar un equipo equilibrado de distintas vocaciones para poder enfrentarse a lo que sea, pero la configuración hay que cambiarla conforme avances. La razón de esto es que los peones "prestados" no suben de nivel ni aprenden nuevas habilidades, así que siempre estarán limitados respecto a tu nivel. Por eso es importante visitar las piedras de falla o hablar con los Peones errantes que te encuentres por los caminos.
Los Peones también son útiles porque te ayudan a encontrar el objetivo de misión concreto dentro del área que te marca el minimapa. A veces conviene incluso solicitar un peón de nivel más bajo que sepa a dónde debes ir que uno fuerte que no tenga ni idea. Al final será un ahorro de tiempo, y siempre puedes marcar como favorito a los que más te gusten y volver a invocarlos cuando hayan subido de nivel con sus respectivos jugadores Arisen.
A veces no bastará con la fuerza bruta para poder cumplir con el objetivo de misión. Hay ocasiones en las que el Arisen tendrá que infiltrarse en zonas muy vigiladas donde los NPC pueden volverse hostiles y acabar rápidamente contigo. El Castillo de Vernworth será el primer lugar de este tipo que veas, y para no llamar la atención por sus jardines y por los pasillos interiores necesitas ir vestido como un noble. Para eso, tendrás que conseguir el atuendo y las polainas de cortesano.
La forma más directa es cumplir con la misión "La caja ornamentada" (The Ornate Box) en la que debes comprar ese objeto a un mercader en la plaza del mercado de Vermund por 800G y entregársela a un individuo llamado Sven. Este te citará pasados unos días en la misma plaza (puedes esperar sentándote varias veces en un banco) y al encontrarlo de nuevo te dará el atuendo. Con él ya puedes moverte con libertad por el área del castillo y asistir a la recepción de la reina.
La otra forma es entrando directamente en el castillo y esquivar los guardias, y al subir al primer piso donde están los aposentos, en uno de las habitaciones encontrarás un cofre con el atuendo completo. Equípatelo (sin armas a la vista) y el resultado será el mismo.