Furukawa, Bowser, Takahashi y Koizumi: la nueva Nintendo

Es el notición del momento, porque nada hacía prever que Reginald Fils-Aime, Reggie, fuera a marcharse de Nintendo. No es un cambio como el de Ryan y Kodera en Sony PlayStation, que tiene un fin de mejora. Es una marcha tranquila aprovechando que la cosa va bien, como la despedida de Andrew House. En las últimas horas hemos visto decenas de miles de mensajes de agradecimiento y de recuerdo por su carácter amable y cercano, todo muy sentimental. Pero el amigo Reggie, aunque aún tiene un mes por delante, es pasado.

Ahora toca pensar en el futuro, y ahí los nombres son Shuntaro Furukawa, Doug Bowser, Shinya Takahashi y Yoshiaki Koizumi. La Nintendo del triforce Iwata-Miyamoto-Reggie ha quedado totalmente descompuesta. Los años de gloria alcanzados por este trío, que consumó la expansión de los videojuegos a una población ajena, recelosa y criticona hasta entonces, siempre quedarán en el recuerdo. Pero la edad no se puede poner en pausa y la salud no cabe en una tarjeta de memoria.

¿Qué sabemos de cada uno de estos personajes? ¿Y qué podemos esperar de ellos?

Shuntaro Furukawa

Poco a poco vamos conociendo más al nuevo presidente global de Nintendo. Furukawa no ha cumplido todavía su primer año en el cargo, pero ya ha dejado algunas pinceladas sobre su forma de pensar en las entrevistas que ha concedido. A diferencia de Satoru Iwata, parece un tipo serio y de momento ha evitado tomar el protagonismo frente a las cámaras. Su pasado es totalmente opuesto, pues proviene de la rama de administración de la empresa y no de la del desarrollo y se ha cultivado fuera de su Japón natal, con cargos en Europa.

Su primer día apeló a ese mantra interno que es "hacer que la gente sonría", pero también dejó claro que no cree en las rigideces y prometía cambios: "Como compañía, seguiremos cambiando con los tiempos, pero pase lo que pase seguiremos siendo una compañía que introduzca flexibilidad e ingenio al entretenimiento que producimos". Y va a hacerlo, vaya que si va a hacerlo.

Sin demasiado ruido, el nuevo presidente presentó hace tan solo unos días a la nueva Nintendo. Ha puesto en marcha una reestructuración que quizá no sea tan profunda en equipos como la emprendida por Iwata hace una década, pero es más ambiciosa en planteamientos. Lo ha hecho tras preguntarse junto a sus colegas de la junta, "¿qué es Nintendo?" y cuál es su misión principal. La respuesta, concluyeron, era y sigue siendo que Nintendo es "entretenimiento", del tipo que hace feliz a la gente.

La nueva Nintendo considera que el océano azul que tan buen caladero fue para el Triforce anterior, ya está completamente rojo por la llegada de los móviles. Ante esta realidad, Iwata puso en marcha el plan de refortalecimiento en base a sus IP, es decir, el número de personas que tienen acceso a ellas, y Furukawa va a dedicar todos sus esfuerzos en lograrlo. El pilar fundamental será esa relación hardware-software que tan bien explota, y lo acompañará con un intento de llevar su marca a más terrenos, especialmente mediante acuerdos de colaboración como las prendas de ropa, los juguetes, el cine y la televisión o los parques de atracciones. Y la gran diferencia está en el tercer punto, la promoción de Nintendo Accounts.

Ante sus inversores, presentó las cuentas Nintendo como "el punto de apoyo para construir relaciones a largo plazo entre Nintendo y sus consumidores". En menos de cuatro meses ha logrado captar a 8 millones de usuarios en Nintendo Switch Online y tiene intención de fortalecer esta relación; regalar Tetris 99 ha sido un movimiento brillante e inesperado, aunque insuficiente si se mira a su competencia.

Doug Bowser

Lo más sonoro del nuevo presidente de Nintendo of America ha sido, hasta el momento, su nombre. Sin embargo, Doug Bowser ha sabido moverse rápidamente por los escalones más altos de la empresa, sin hacerse notar demasiado. Hizo carrera fuera, en otro gigante de los videojuegos como Electronic Arts, hasta fichar por la compañía de Mario Bros. En sus entrevistas e intervenciones no ha dejado grandes titulares, ciñéndose siempre al guion que él mismo ha marcado para su equipo desde la vicepresidencia de marketing. Así que lo que podemos decir de él nos lo cuenta el propio Reggie.

"Doug es un líder apasionado y muy fuerte, aparte de un tipo que en su juventud pasó probablemente demasiado tiempo delante de una máquina recreativa de Donkey Kong. Dentro de Nintendo la gente ya le conoce como una fuerza impulsora, y vosotros también lo podréis comprobar muy pronto. Y os pregunto, llamándose Bowser, ¿quién mejor para guardar las llaves del castillo de Nintendo? Doug tiene una estrecha relación con el señor Furukawa y con todos los equipos de NCL y NoE. Por lo tanto sé que, juntos, nuestros equipos seguirán sorprendiendo y deleitando."

La clave es esa estrecha relación con Shuntaro Furukawa. Ambos comparten esa vocación internacional, pues Bowser sirvió casi una década en EA como vicepresidente de planificación global, algo esencial en una compañía que tiene estudios y divisiones repartidas por todo el mundo. Si hay un pilar débil en este modelo de negocio son las relaciones con otras grandes compañías del sector, las llamadas third-parties, y su pasado en una de las más importantes puede ser una palanca de cambio.

En sus primeras palabras, él también ha apelado a esas sonrisas que hay en las caras de sus jugadores, "y los millones que van a llegar".

Shinya Takahashi y Yoshiaki Koizumi

Con dos hombres pertenecientes al mundo de las ventas y los cálculos, a esta nueva dirección de Nintendo le hace falta un poco de creatividad y de esencia del videojuego. De momento se la sigue dando Shigeru Miyamoto, pero su jubilación se sigue acercando y cada vez se centra más en otros proyectos que no son directamente la producción de títulos, como los parques de atracciones o el cine.

Será muy complicado, quizá imposible, sustituir a uno de los mayores genios que jamás han pisado este sector, por eso colocados dos nombres en lugar de uno. Shinya Takahashi y Yoshiaki Koizumi son ya dos veteranos de Nintendo Japón con puestos de altísima responsabilidad; el primero acumula cargos sin parar, entre ellos el de director general y manager de operaciones, y el segundo es director general de la división EPD, la más importante en cuanto a desarrollo de juegos.

Ambos llevan en torno a 30 años en la empresa y tienen un pasado común de lo más revelador. Fueron la chispa que animó a Yamauchi a meterse en las 3D con Nintendo 64. Por su conocimiento en la programación espacial, se encargaron de enseñar a los compañeros más veteranos cómo asumir el cambio de paradigma. Koizumi se convirtió en la mano derecha de Miyamoto en los Super Mario Bros. Tridimensionales, una serie que ahora tiene totalmente a su cargo, y Takahashi pasó de sorprender con el realismo de Wave Race 64 a liderar el departamento de Motion-Capture de la casa y aplicarlo en The Legend of Zelda: Ocarina of Time, como él mismo contó a Time.

Cercanos y al mismo tiempo separados en todo momento. Mientras que Koizumi ha seguido la línea recta de EDP, el nintenderismo más puro del que han salido joyas como Super Mario Galaxy (y SM Galaxy 2, porque hay segundas partes maravillosas) y Super Mario Odyssey, Satoru Iwata mandó a Takahashi a SDP, la parte de la compañía con más relaciones externas. "Vio que yo era el tipo de persona que lo que mejor hace es dar apoyo a los demás en su tareas", contó a la revista americana. Y eso lo vio durante su trabajo con Pokémon Stadium, en el que tuvo que coordinar a varios externos por el escaso personal interno asignado.

Miyamoto ha sido capaz de soportar todos los pesos que han ido recayendo sobre él. Enseñaba mientras creaba, ingeniaba mientras hacía informes y firmaba autógrafos antes de enfrentarse a los accionistas tras una junta. Y sigue haciendo gran parte de todo esto. En la nueva Nintendo, Takahashi está llamado a ser ese referente organizativo que vela por las personas, mientras que Koizumi tiene el talento para ocuparse de la parte creativa, dentro y también fuera de los videojuegos. Es la nueva cara que mejor ha dado en televisión en los últimos tiempos y supo ganarse al público al salir acompañado de Cappy. Más suelto y alegre, parece el mejor conductor posible para los Nintendo Direct, que tan importantes se han vuelto en esta empresa, o al menos para los más importantes.

Se abre paso una nueva era en Nintendo y lo hace con las facilidades que dan empezar con una consola que está triunfando como Switch. Su reto es fortalecer la marca llevando sus IP a toda esa gente que ya no es extraña para los videojuegos y su plan es hacerlo fidelizando a los fans con las Nintendo Accounts. En otras palabras, la transición digital también ha llegado al Reino Champiñón.