Aunque estos días Final Fantasy VII ha dado que hablar por unas razones de lo más locas, eso no quita que sus seguidores sigan esperando como agua de mayo algún anuncio sobre la segunda parte de su remake. Tras su lanzamiento en 2020, y su relanzamiento en 2021 para la nueva generación y PC, Final Fantasy VII Remake abrió la veda de una parte 2 que sigue sin fecha, pero apunta a llegar en 2023.
Eso adelantan desde el podcast Nate the Hate. Sus participantes, más que conocidos por haber adelantado una miríada de anuncios de grandes compañías en el pasado, y recientemente en la palestra por revelar algunos de los planes de Nintendo para 2022, indican que Final Fantasy VII Remake Parte 2 es lanzamiento de 2023, y que llegará como título exclusivo de PlayStation 5.
Tres años después del estreno del primero, dos después del lanzamiento de FFVII Remake: Intergrade en PS5 y PC, junto con el capítulo Intermission que ofrecía un vistazo algo más allá de los eventos del primer episodio. En Square Enix tienen el desarrollo de la segunda entrega por buen camino, y han tomado nota de las novedades del DLC lanzado el año pasado, además de preparar todavía más cambios respecto a la historia original.
Se desconoce cuándo volveríamos a ver a Cloud y compañía para ir ubicándolos en el calendario, aunque todavía queda por delante otro lanzamiento de FFVII para móviles en 2022 y, además, la compañía japonesa no querría dejar fuera a su próximo lanzamiento numerado, Final Fantasy XVI. También hace acto de presencia en el podcast, adelantando su estreno en la segunda mitad de 2022, lo que encajaría con las novedades para primavera que mencionaban sus creadores.
El camino se va abriendo para una entrega que retomará el hilo del juego de PS4, PS5 y PC y que seguirá ampliando la historia del RPG de finales de los 90. El lanzamiento de FFVII Remake 2 en 2023 cuadraría con el calendario de Square Enix, y su exclusividad con PS5 tendría sentido al haber ya más consolas en el mercado (y viendo lo visto con PS4 y el primero). Ahora, solo queda cruzar dedos para que el interés de su productor por los NFT no se traslade a una mecánica de juego.