¡Vuelven los Deadites! En esta ocasión no contamos con unos adolescentes aterrorizados en una cabaña en el bosque, sino con una familia distanciada. El reencuentro de dos hermanas que habían dejado de tener relación no dura mucho, porque el hijo de la mayor encuentra el Necronomicón. Cuando pasa sus páginas de muerte, un demonio cobra vida en el apartamento y comienza la masacre. La única forma de sobrevivir es permanecer unidos, pero resulta muy difícil cuando el demonio no deja de idear nuevas formas de separar a la vulnerable familia.
Evil Dead Rise es una nueva versión de las películas de terror clásicas de culto de Sam Raimi y funciona muy bien como secuela, porque la premisa es tan simple como antes: un demonio indescriptible e imparable aterroriza a todos los personajes hasta que llega el momento de que se enfaden y saquen la motosierra. En este título usan todo tipo de herramientas, desde hélices muy afiladas hasta ralladores oxidados. Después de verla, te sientes como si estuvieses cubierto de sangre, intestinos y sesos. Está plagada de clichés propios del cine gore y a menudo, cuando tienes tiempo para analizar detenidamente las escenas de comedia absurda, no puedes evitar preguntarte por qué se alargan tanto. De todas formas, estoy siendo exigente, porque sí tiene muy buen ritmo, intensidad y enfoque. Las habilidades de narración de Lee Cronin son tan precisas como las numerosas herramientas utilizadas para descuartizar cuerpos. Cronin corta en pedazos el patrón que se seguía hasta ahora en la saga y cose nuevas extremidades e ingredientes que logran capturar el estilo tan característico de Sam Raimi y añadir su propio toque único que le hace destacar como director. Por ejemplo, la escena en la que se presencia la masacre a través de una mirilla, con un tipo de perspectiva que deja los detalles más macabros al alcance de tu imaginación.
Es muy emocionante poder ver una película en la que no siempre sepas qué va a pasar. Hollywood muchas veces introduce personajes muy jóvenes que sabes que van a sobrevivir hasta el final. ¿En este filme? No estés tan seguro. Es cierto que resulta fácil adivinar cómo va a ser el final y me hubiera gustado que los directores hubiesen jugado más con el apartamento y sus habitantes, pero es entretenido igualmente y utiliza muy bien el espacio claustrofóbico. Resulta maravillosamente diabólico y desagradable, tal y como les gusta a los fans del gore. La mayor ventaja de la película es contar con Alyssa Sutherland en el reparto, ya que su terrorífico papel de madre poseída está interpretado de forma fantástica y logra captar la atención del espectador en cada escena en la que sale su cara demoníaca de ojos enormes.
Habría sido muy fácil para los directores inspirarse exclusivamente en los temas y motivos más característicos de Evil Dead, como la motosierra que aparece al final, pero la estrategia de Cronin de centrar el terror en torno a una familia pequeña funciona muy bien y crea un buen punto de partida para lanzar más contenido desagradable de Evil Dead en el futuro. Puede que no sea tan grotesca como la del 2013 (bastante mediocre, por cierto) ni tan maravillosamente extraña como la saga de Raimi, pero cuenta con un buen equilibrio entre drama, humor negro y violencia que combina muy bien con el horror. El de Evil Dead Rise no es un terror muy innovador, pero eso no le impide reavivar el esplendor de la saga gracias a su sangriento caos. Tras ver esta película, te sentirás como si te hubieses dado un baño de sangre, sesos pegajosos y fragmentos craneales. Al tratarse de la saga Evil Dead, eso es todo un cumplido.