Destiny ha sido nuestro juego referencia del año pasado durante todo este año. Aunque tuviese un montón de fallos en el lanzamiento de hace un año, en cuanto al diseño de shooter en primera persona con un mundo compartido online, era una clase maestra. Además, también demostró ser un enigma para los críticos, y si hubiese recibido valoraciones de toda índole desde el primer día quizás no hubiese atraído a todos los usuarios que apuntaban en un principio. Sin embargo, las críticas y los análisis no llegaron el primer día y el mundo de ciencia ficción de Bungie obtuvo una base de usuarios bastante grande, suficiente como para soportar las respuestas negativas que recibió desde algunas partes.
Ahora bien, la principal crítica (y por mucho) hasta ahora, algo que nosotros también comentamos en nuestro análisis, fue la forma inconexa y chapucera en la que contaron la historia. Es cierto que Bungie es capaz de crear mundos y universos brillantes, pero su capacidad para darle cohesión a las historias ha estado cuestionada desde que lanzaron su otra obra maestra, Halo: Combat Evolved. Para nosotros, aunque hicieron cosas bien con Halo 3 y Halo: Reach, no hay nada que pueda rivalizar con la primera incursión en el mundo del Jefe Maestro.
De todas maneras, eso no cambia con El Rey de los Poseídos: no es el mejor trabajo de Bungie ni mucho menos, pero sí es una importante mejora de lo que hemos estado jugando hasta ahora en este Destiny descafeinado. La historia es bastante entretenida y la forma de contarla está mucho más cuidada. Hay escenas cinematográficas entre cada misión de la historia y los personajes a vuestro alrededor tienen más personalidad... ¡caray! Alguno hasta llega a ser gracioso, gracias al impresionante doblaje de Nathan Fillion (por lo menos en inglés). Además, hay un cambio muy importante: el nuevo Espectro, que en inglés tiene la voz de Nolan North. La verdad es que echamos de menos a nuestra vieja "Lucecita" (que en inglés tenía la voz de Peter Dinklage, más conocido por ser Tyrion en la conocida serie Juego de Tronos) y aunque el bueno de North hace un gran trabajo, nos recuerda constantemente al Monitor de Halo (es decir, a 343 Guilty Spark, si nos atenemos a nombres oficiales) y no conseguimos sacárnoslo de la cabeza.
Es decir, que desde la perspectiva de la historia, ya es una experiencia más divertida y amigable, lo cual le encantará a esa parte de la comunidad que quiere disfrutar de Destiny, pero no durante cientos y miles de horas. A vuestra disposición tenéis una campaña completa, aunque no tardaréis mucho en pasárosla. ¡Pero tranquilos! Puede que algunos os sintáis decepcionados con la relativa brevedad de la historia, pero pronto os daréis cuenta de que hay un montón de contenido adicional para manteneros ocupados, y eso que no hablamos de 'grindear' el mismo contenido una y otra vez para subir de nivel (aunque es Destiny, por lo que eso también está presente).
El nuevo contenido final se ve beneficiado por un sistema mejorado de misiones. En esta ocasión, tendréis una página dedicada única y exclusivamente a seguir vuestro progreso en diferentes actividades, de forma que podréis echarle un ojo para saber cuántos tipos de enemigos os faltan por matar o cuántas recompensas del Crisol tenéis que completar. Es algo pequeño, pero supone una diferencia enorme en la forma de centrarse en el título y ahora el 'grindeo' se ha transformado elegantemente en algo con mucho más propósito que antes.
Otra parte del título que se ha mejorado considerablemente, gracias a un enfoque más simplista, es la recolección de recursos. A ver, sigue habiendo mucha profundidad, por lo que seguiréis encontrando nuevos objetos todo el tiempo, pero, ahora, la mayor parte de vuestras acciones os ayudarán a recolectar una divisa concreta que os hará falta para comprar productos de gama alta en los diferentes vendedores del centro social. Por ejemplo, podréis conseguir Emblemas Legendarios de diferentes maneras (que podéis ver aquí). Es un sistema más transparente y ahora todos lo tendremos más fácil a la hora de conseguir mejor equipamiento (y no hará falta ser un jefazo del mundo y comprender los entresijos del nuevo sistema). ¿Podría ser más claro? Seguro que sí, pero por lo menos es un paso en la dirección adecuada.
Uno de los aspectos que más nos impresionaron durante este primer año del título fue el amplio arsenal de armas y las místicas armas OP por las que bullía la comunidad (Gjallarhorn y Espino, por ejemplo). Todavía falta por ver si hay joyitas similares en esta edición, una delicia para los jugadores más codiciosos, pero, por lo menos, las armas básicas de esta expansión son, de nuevo, geniales. Tienen un diseño genial, unas físicas muy divertidas, un amplio rango de opciones dentro de cada tipo de arma... Desde luego, los chicos de Bungie son unos maestros en este aspecto del diseño del juego y han seguido por dónde lo habían dejado.
Y, lógicamente, con un buen diseño de armas, vienen también unos buenos tiroteos y ahí es donde reside la principal fortaleza de Destiny. A ver, también es una cuestión de gustos, pero nosotros os vamos a dar nuestra opinión: creemos que Bungie hace lo básico mejor que cualquier otro estudio o compañía. Al respecto, El Rey de los Poseídos sigue con este buen trabajo y el combate es de lo mejorcito. Las armas van genial, hay mucha variedad y el 'feedback' de cada arma tiene su importancia; es decir, que todas son tangibles.
Por otra parte, también repiten con una buena IA. Al igual que antes, hay una gran variedad de tipos de enemigos y Bungie ha conseguido mantener esa distinción en el campo de batalla: los oponentes se comportan de formas diferentes y. en ocasiones, muestran una inteligencia táctica que roza lo impresionante. Es cierto que en la dificultad más alta, los enemigos se convierten en esponjas de balas, pero no estamos seguros de que haya una solución alternativa, y, además, en dificultad estándar, la experiencia está muy bien equilibrada. Incluso las batallas contra los jefes han mejorado y el estudio ha creado unos escenarios muy interesantes.
En otro apartado, la banda sonora es de muy alta calidad. Se nota que han estado trabajando sobre la épica banda sonora del año pasado y le han añadido ritmos futuristas y 'loops' disonantes. Además, también tenemos que alabar a la dirección artística del título, porque el uso de los efectos luminosos en El Rey de los Poseídos es inigualable. Es evidente que la oscuridad que amenaza la historia también desempeña un papel muy importante en el apartado artístico, desde bolas de oscuridad absoluta que pueden cegaros temporalmente, hasta las distintas misiones atmosféricas en las que apenas hay un rayo de luz que os guíe en vuestro camino (el ejemplo perfecto es la batalla contra Alak-Hul, un jefe enemigo que solo podréis ver con la luz que emerge del cañón del arma). En el modo Dreadnought, como ejemplo, podréis ver un escenario 'Gigeresco' y aterrador, repleto de influencia gótica (aunque los colores sean un poco apagados). Lo cierto es que Destiny nunca ha lucido mejor, desde el nuevo 'sandbox' hasta los nuevos enemigos Poseídos, llenos de efectos, que os encontraréis por el camino.
Y de los Poseídos queríamos hablaros, porque añaden ciertos desafíos para el usuario que le vienen genial a la mezcla que ya es Destiny. Ahora, por ejemplo, podrán duplicarse y se teletransportarán a corta distancia para mantener la tensión. En términos de gráficos, pueden no ser más que mezclas de los distintos tipos de enemigos que ya existían, pero tienen algunas habilidades muy interesantes; y ahora ya no frecuentan solo una zona, sino que han infectado todo el juego y los encontraréis de patrulla por todas partes, entrando y saliendo de los distintos 'sandbox' y dándole una dimensión extra a la ya de por sí caótica lucha por el poder que se ha desatado en el sistema solar.
También hay nuevos Asaltos y una selección de misiones de la historia que podréis volver a jugar. Si a eso le añadís las misiones y las recompensas, el resultado es una cantidad bastante decente de contenido. Por otro lado, también encontraréis la nueva Incursión: La Caída del Rey. Se trata de un retorno a un tipo de desafío más parecido a la Cámara de Cristal, con secciones de puzle y plataformas que se mueven y desaparecen, y unas batallas contra jefes dificilísimas. Sin duda alguna, la coordinación es la condición necesaria para que los equipos de seis guardianes puedan intentar enfrentarse a ella. A nosotros nos gustó bastante, desde luego mucho más que el Fin de Crota, y sobre todo ahora que los jugadores todavía no han descubierto todo lo que hay en el desafío.
¡Vaya, hemos llegado hasta aquí y no hemos mencionado el Crisol! Pues bien hay ocho mapas nuevos y algunos elementos muy chulos. El primer mapa, Crossroads, tiene teletransportes y cañones de energía que catapultan a los usuarios entre zonas. El segundo, Bannerfall, nos recuerda a la zona social de la Torre que tanto frecuentamos los usuarios de Destiny. En tercer lugar está Memento, que se basa en una calle destruida que lleva al centro del mapa. En fin, que se trata de una buena selección y la plantilla de mapas está repleta hasta los topes de opciones para todos los gustos. La única queja es que aquellos que prefieran el PvP tendrán que jugar también en el PvE, si quieren subir rápidamente de nivel; es cierto que Bungie ha facilitado el progreso en el multijugador competitivo, pero sigue lejos de ser una opción viable.
Además, hay nuevos elementos bastante guays, incluyendo la dominación total, en la que si un equipo está en proceso de que le den una paliza, la partida se acabará automáticamente antes de lo esperado. También hay un par de modos nuevos: Rift, el primero, es el más interesante y se trata de una partida en la que ambos equipos tendrán que competir por recargar regularmente una "chispa", cogerla y llevar a la base del rival para "encender su grieta". En este modo no es recomendable que vayáis por libre, pero si lo jugáis en equipo os lo pasaréis bien. El otro modo, Mayhem, es una pura carnicería y en él se os recargarán mucho más rápido las habilidades y las granadas, con lo que la experiencia se convierte en un flujo constante de explosiones y destrucción. En resumen, dos buenas incorporaciones.
Al jugar al nuevo contenido, tendréis la opción de hacerlo utilizando una de las tres subclases nuevas que llegan con esta expansión. Nosotros jugamos principalmente con el Acechatinieblas, la subclase del Cazador, pero cada uno tiene una. Los Titanes tienen al Quiebrasoles que puede correr por ahí con martillos en llamas que matan de un golpe; los Cazadores, con el Acechatinieblas que ya comentamos, pueden ayudar al control de masas con sus arcos, y no podrían haber hecho que los Hechiceros fueran más molones aunque lo intentaran, porque el Invocatormentas puede deslizarse por el campo de batalla echando rayos por los dedos al más puro estilo Sith. Desde luego, para los usuarios que tengan varios personajes con distintas clases, hay un montón de nuevos trucos y tácticas que tendrán que aprender.
Por cierto, hemos estado todo el análisis diciendo cosas buenas de la expansión, pero hay un par de puntos negativos. En primer lugar, desanima un poco ver que el trabajo duro que los usuarios han llevado a cabo durante todo un año se va al garete, que es lo que ocurrió cuando Bungie hizo que todo nuestro equipamiento ya no sirviese, pero era un mal necesario y a la larga vemos que es mejor, incluso si en ocasiones miramos con añoranza nuestras antiguas y buenísimas armas. De todas maneras, después de un rato de juego, podemos vernos a nosotros mismos volviendo a aquellas armas (como el Halcón de Luna, ¿os acordáis?) y mejorándolas para que nos acompañen en unas cuantas rondas más.
Por otro lado, sí, hay un montón de contenido nuevo para los usuarios, pero ¿merece la pena la pasta que vale? Aunque lo llamen expansión, no le ponen el precio que tendría una de ellas (39.99 €). Es cierto que está más cargada que las anteriores expansiones, pero sigue siendo caro, sobre todo si tenéis en cuenta lo que están pagando por ella al otro lado del Atlántico (unos algo más asequibles 34 euros). A pesar de todo, estamos seguros de que los usuarios más dedicados sabrán sacar partido al dinero invertido.
La última crítica importará más a unos que a otros, sin duda alguna, y es el 'grindeo'. Os guste o no, es una gran parte del título y aquellos de vosotros que aborrezcáis tener que rehacer el mismo contenido una y otra vez y darle un toque diferente a los viejos retos probablemente le deis una puntuación más baja que la nuestra a Destiny: El Rey de los Poseídos, pero así son las cosas y nosotros no le damos tanta importancia. De hecho, hasta nos encanta y, al igual que lo que llevamos todo el año haciendo, sabemos que reharemos mil cosas en Destiny durante los próximos meses. En definitiva, Destiny es un gran shooter, y El Rey de los Poseídos es una continuación fantástica y una clara evolución del lanzamiento del año pasado. La experiencia surge del mismísimo concepto del juego en sí y lo mejora en casi todos los frentes y, aunque parezca caro, es una expansión esencial para los fans (¡y un excelente punto de partida para los nuevos!).