Análisis de Dead or School

Si hubiésemos leído el título "Dead or School" ("muerto o colegio", literalmente) en nuestros años de colegiales, muchos de nosotros habríamos tenido muy claro cuál de las dos opciones escogeríamos. Pero, en fin, estamos aquí para hacer una reseña de un juego indie para PS4, no para criticar nuestra etapa formativa, así que ahí va nuestra opinión sobre este plataformas 2D de desplazamiento lateral de Studio Nanafushi.

En el futuro próximo, los mutantes empiezan a aparecer a causa de a un virus (algo parecido a The Walking Dead) y los humanos se enzarzan en una guerra contra ellos para exterminarlos. Los mutantes salen victoriosos y los humanos supervivientes se esconden bajo tierra para vivir en la red de metro de Tokio.

De eso hace 78 años. Ya son tres generaciones las que han vivido allí abajo y las dos últimas ni siquiera conocen la superficie. Quedan ya muy pocas personas que recuerden cómo era la vida fuera y todo el conocimiento acerca del mundo exterior parece haberse olvidado. Un día, una chica encuentra un ascensor secreto que le permite salir.

Después de ser atacada por los mutantes, la salva Hisako, la hija de la líder del pueblo, y ella también decide que quiere vivir en la superficie. Su abuela, que parece haberse olvidado de todo, le habla a su nieta de un lugar mágico llamado "colegio" en el que los niños van a hacer amigos y a jugar (nuestro recuerdo del colegio es exactamente igual). Le entrega su antiguo uniforme escolar y, así, la joven se embarca en una aventura para encontrar a otras personas que quieran ir al colegio (sí, esa es la historia). Para ello, tendrá que desplazarse por las distintas estaciones subterráneas de metro e ir salvando a la gente.

Lo que tenemos aquí es un plataformas 2D con elementos JRPG. La historia se desarrolla a través de secuencias narrativas dibujadas en estilo manga, muy parecido al de Valkyrie. Hay que decir que la trama es intensa e interesante, pero vamos avisando de que hubo elementos que nos parecieron conflictivos (ya daremos detalles más adelante). Se lanzó primero en Japón y la mayor parte de la traducción al inglés es bastante precisa, aunque de vez en cuando aparece algún error de gramática. Y ni siquiera está traducido al castellano.

Dentro del propio juego, al principio da la sensación de que la cámara está demasiado lejos, pero enseguida te acostumbras y aprecias cómo está colocada. Los gráficos tienen un rollo muy retro y, aunque en un principio el juego no nos llamaba mucho la atención, no tardamos en cogerle el gusto. La combinación de su aspecto visual con el tono general del juego contribuyó a que quisiéramos seguir avanzando en la historia.

Nos lo pasamos muy bien con este plataformas hack and slash. La acción depende de cuatro botones: R2 para atacar, X para saltar, L2 para activar un ataque más poderoso (una vez lo hayas desbloqueado) y O para esquivar. En general, los combates son muy satisfactorios, a pesar de que muchas veces se reduzcan a apretar botones al tuntún.

Hay tres tipos diferentes de armas con los que te puedes equipar para los combates: espadas, armas de fuego y armas pesadas. Solo puedes llevar una de cada tipo, pero hay mucho donde escoger. Por ejemplo, puedes elegir un estoque para atacar de manera rápida e infligir poco daño, o quizás optar por una katana, que es más lenta pero el daño que produce es mayor.

Nos gustó mucho pensar de manera estratégica para decidir las armas que debíamos utilizar. Puedes mejorarlas por medio de equipamiento y de yenes (que se consiguen al matar monstruos o al vender otras armas), así como modificarlas para que sean más fuertes y añadir elementos como drones. Por otra parte, también puedes activar poderes especiales y meter drones extra o mejorar su resistencia (porque si se te rompen en plena batalla, lo llevas claro). Dicho esto, nos parecieron muy interesantes todos los niveles de personalización para las distintas armas. También puedes subir de nivel a tu heroína y añadirle habilidades relacionadas con cada tipo de arma, entre las que se encuentran una serie de ataques nuevos y mayor capacidad de infligir daño.

Hay muchos mutantes a los que te puedes enfrentar y cada nivel cuenta con un enemigo final. Nos trajo muchos recuerdos de los antiguos juegos de Mega Drive que tanto nos gustaban en su día. A veces el combate se hace cuesta arriba y es posible que necesites subir de nivel antes de ir a una zona determinada, pero nunca resulta pesado. Si el reto se te queda grande, probablemente termines apaleado; a medida que pierdas vida, verás que el preciado uniforme escolar de la protagonista va deteriorándose. No obstante, cuando alcanzas un nivel particularmente bajo de salud, tus ataques infligen más daño. Si mueres, o bien empiezas desde el principio del nivel y pierdes algunos yenes o vuelves al punto de guardado más próximo.

Por último, llegamos a lo que no nos convenció del juego: a pesar de que la historia es interesante y nos gustó la protagonista femenina, había diálogos sexistas y algunos de los estereotipos no nos sentaron muy bien. Por ejemplo, había un personaje que en varias ocasiones señalaba lo sorprendido que estaba de que a una ingeniera le interesasen las máquinas; nos dio mucha vergüenza ajena. Puede que fuese un intento de crítica social hacia el sexismo en la sociedad al ponerlo en evidencia, o bien un intento de humor; o también puede ser que se les fuera de las manos el guion. En cualquier caso, fue demasiado para nosotros y consideramos que el juego podría haber funcionado perfectamente sin este tipo de cosas.

Quitando esto, Dead or School es un buen juego y nos lo pasamos muy bien con él. Las múltiples posibilidades de personalización y el combate son un puntazo y la historia es muy interesante, pero es una pena que no nos llegase a calar del todo. Si eres fan de Castlevania, este juego está muy en tu línea, pero solo si no te molesta este tipo de contenido cuestionable.