Dead Island Riptide continúa justo donde lo dejó su predecesor. La tormenta tropical sobre la que tanto oímos hablar en el primer juego ha llegado, barriendo este antiguo paraíso vacacional. Los zombis siguen ahí y nuestros héroes, nuevos y viejos, aún luchan por sobrevivir.
Afortunadamente, cuentan con más ayuda esta vez, ya que un equipo militar bien entrenado y equipado ha aterrizado en isla. Esperad pues muchas más armas en esta secuela, muchas de ellas adaptadas al nuevo medio acuático (habrá numerosas zonas que atravesar a nado o a bordo de embarcaciones).
Los chicos de Techland han intentado cambiar un poco la atmósfera del juego. En el primer Dead Island, siempre estabas a la carrera, o al menos en movimiento, dirigiéndote a algún lugar. Eso cambia en Riptide, pues tenemos múltiples oportunidades de parapetarnos, construyendo barricadas, emplazando trampas y en general mantenernos con vida mientras la amenaza zombi es erradicada.
Vimos un claro ejemplo durante la demostración del juego, la pasada Gamescom. La demo tenía lugar entre la sexta y décima hora de juego. Una iglesia ruinosa en mitad de la jungla escondía un túnel que usar como vía de escape, si bien se encontraba inundado por la crecida. Disponemos de una bomba que nos ayude a drenar el pasadizo, pero lo suficientemente ruidosa como para atraer a una horda zombi. Al mismo tiempo, hemos de convertir el santo refugio en una fortaleza que los mantenga a raya.
Los preparativos llevan su tiempo, así que robamos una pequeña pistola de un helicóptero estrellado, para después emplazarlo a modo de parapeto. Colocamos numerosas minas, bombas y latas de gas en la superficie acuática que nos rodeaba, de tal forma que pudiésemos detonarlos al mínimo chapoteo zombi. Finalmente construimos varias barricadas a la entrada, las cuales podíamos reparar en pleno combate.
El escenario parecía sacado de los mapas zombi creados por Treyarch para sus Call of Duty.
Uno de los objetivos por los que se han desarrollado este tipo de secciones, explicó el productor Sebastian Reichert, es que los jugadores se vean en la tesitura de usar todo cuanto han ido acumulando por el camino. Seguro que en más de una ocasión os habéis visto reservando vuestras granadas más potentes y pociones de salud para posteriores enfrentamientos, teniéndolas aún con vosotros una vez alcanzados los títulos de crédito.
Con secciones como las de la iglesia, el juego trata de decirnos que está bien vaciar nuestro arsenal. Necesitaremos hacerlo y se nos proporcionarán más armas y munición cada vez que sea preciso.
Entre otras adiciones significativas, destacar también el nuevo sistema de balance cooperativo. Independiente del nivel que tengáis tú o tus compañeros, los zombis se amoldarán a la destreza de cada personaje. Así, podemos encontrar zombis de nivel 10 y 50 al mismo tiempo, según el jugador que les haga frente. Es una idea de lo más interesante, que ardemos en deseos por ver implementada.
Dead Island Riptide es una secuela de las que nos gustan: más de lo que hizo divertido al primer juego (vuelve también la modificación de armamento), jugosas novedades, caras nuevas y familiares (podemos importar a nuestro viejo personaje desde una partida salvada de Dead Island) y sobre todo zombis, muchos zombis.
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