Análisis de Darksiders Genesis

Darksiders Genesis aterriza en las consolas con una nueva perspectiva isométrica que se aleja de la vista en tercera persona a la que estaban acostumbrados los jugadores familiarizados con la serie. Genesis ha traído consigo la novedad, y al hacerlo, Airship Syndicate ha demostrado que cambiar no es necesariamente malo.

Por así decirlo, Darksiders Genesis modifica el juego con esta precuela en la que ofrece un punto de vista isométrico. Con escenarios increíbles, mapas lineales pero explorables (a los que los jugadores pueden volver si quieren abastecerse de jugosos botines, monedas y mejoras que puedan haberse perdido), un sistema de juego diseñado con ingenio y una banda sonora estupenda, da la sensación de ser un juego de Darksiders que no se ciñe demasiado a las convenciones establecidas. Genesis resulta familiar y rompedor a la vez, y los fans de la franquicia se lo pasarán genial con él.

Ya sabemos lo que estarás pensando: "una aventura 'hack and slash' vista desde arriba con la posibilidad de escoger entre múltiples habilidades y características no puede funcionar si juegas con un mando", y aunque el miedo está justificado, la hipótesis es errónea. Darksiders Genesis, en todo su esplendor como juego con diversos tipos de habilidades y de munición, funciona de maravilla en consolas, e incluso los que jueguen en PC reconocerán que es mucho más cómodo utilizar un mando. Los menús cuentan con muchas opciones, pero es fácil desplazarse por ellos con los botones laterales del mando y el joystick derecho.

El juego también incluye a dos personajes, independientemente de si juegas solo o con un amigo. Manejar a dos personajes a la vez puede parecer un engorro para los que juegan solos, eso está claro, pero Darksiders Genesis te permite escoger con cuál de las grandes personalidades te gustaría masacrar a tus enemigos. Se recomienda alternar entre las dos, ya que tendrás que aprender a manejar las habilidades de los dos personajes para disfrutar al máximo del juego, sobre todo si tienes en cuenta que cobras la forma del que tenías en reposo si se muere el que estabas llevando. Seguro que no quieres arriesgarte a usar un personaje al que no sabes manejar si el combate se calienta en una cámara llena de lava fundida con un enemigo final.

Ni que decir tiene que los dos personajes, Guerra (el favorito de los fans) y el jugable recién llegado Lucha (que anima todo el juego espetándole sus comentarios pretenciosos y condescendientes a su hermano Nephilim en el momento justo), tienen dos estilos de juego completamente diferentes. El bromista de Lucha es un granujilla muy astuto, especializado en el combate a distancia y en esparcir abrojos mientras huye del peligro, mientras Guerra es el típico guerrero cuerpo a cuerpo que acuchilla de cerca a secuaces y enemigos finales por igual.

Cada personaje tiene también sus trucos bajo la manga, como el clon de sombra de Lucha que puedes utilizar cuando este se encuentre en un aprieto. Esto hará que algunos enemigos se dirijan al clon mientras les dispara y te permitirá retroceder para acribillarlos desde lejos. Guerra tiene un poderoso golpe terrestre que inflige daño a aquellos enemigos incautos que se atrevan a rodearlo. No te metas con un jinete, es lo único que diremos. El sistema de progresión es fácil de entender. A medida que avanzas en el juego, desbloquearás una serie de habilidades que podrás mejorar si visitas a Vulgrim, bien a través de los pilares situados por todo el mundo (con los que también puedes empezar una sesión cooperativa) o en persona en su habitáculo. Además, encontrarás varias mejoras y objetos coleccionables en los niveles dentro del propio juego.

Sin embargo, la versión para consolas viene con unos problemas que no tenía la de PC. Probamos el juego en la Xbox One X y, como lo habíamos estado jugando en PC antes de escribir esta reseña, teníamos una versión superior con la que compararlo. No es que haya muchos problemas, pero los que hay están muy claros. El mayor inconveniente de la versión para consolas se deriva de los fotogramas por segundo. Nos dimos cuenta cuando apenas llevábamos unos minutos jugando en la Xbox One X y, aunque no es tan malo como para tumbar la versión para consolas, es lo suficientemente destacable si lo comparamos con la de PC.

El segundo problema está relacionado con el apartado visual. Algunos efectos de las habilidades parecen defectuosos en la versión para consolas, y el peor de todos es el de las bolas de fuego de los sabuesos infernales: mientras que en el PC son bolas contundentes, mortíferas y abrasadoras, en la consola parecen una especie de cápsulas borrosas. Puede que no parezca para tanto, pero cuando intentas evitar una muerte segura a manos de las llamas, que los proyectiles parezcan más grandes de lo que son, distorsiona tu percepción. Quitando estos problemas, el juego tiene una gran calidad y, a pesar de todo, es una versión estupenda para las personas que no tengan a mano un PC.

Aquellos que busquen una aventura "hack and slash" de calidad con una vista desde arriba y un montón de opciones para personalizar el estilo de juego, un mundo impresionante, grandes escenarios, batallas épicas, coleccionables y opciones de mejora no necesitan buscar más. Esta experiencia emocionante de más de diez horas trae consigo mucha diversión y el sistema de juego por sí solo es suficiente para tenerte enganchado hasta que aparezcan los créditos. Darksiders Genesis es un soplo de aire fresco y Airship Syndicate se ha lucido.