Crítica de Sonic Prime (Netflix)

El pequeño Frank Hegevall, de siete años, lleva una buena temporada esperando con ansia la nueva serie de Netflix sobre el relámpago azul de Sega. Cada mañana, desde hace dos semanas, dice exactamente lo mismo. De la misma manera:

"- ¿Ha salido ya Sonic Prime?"

Después de responder "todavía no" 13 veces seguidas, ayer por la mañana por fin pude cambiar mi respuesta por un alegre "¡Sí!" y desde entonces la hemos visto, revisado y mirado un poco más. Porque realmente no hay nada malo en la nueva aventura de Sonic. Y si miramos Sonic Prime desde la perspectiva de un niño de siete años amante de Sonic, lo más probable es que sea lo mejor que se ha hecho nunca.

Sonic Prime es, sencillamente, la enésima nueva gran aventura de Netflix en la que la hiperpopular y aparentemente inmortal mascota de Sega se mete en un nuevo tipo de problemas. El eterno bastardo Dr. Eggman ha urdido una macabra pera que le permite utilizar la extrema velocidad de Sonic para provocar un terremoto en la montaña que forma los cimientos de la Green Hill Zone y, una vez allí, extraer el misterioso Prisma Paradoja (una especie de esmeralda gigante) para utilizarlo en sus propios viajes en el tiempo, entre otras cosas. El objetivo de Eggman es destruir la Green Hill Zone y acabar con Sonic y sus compañeros, y con la ayuda del Prismal consigue causar todo tipo de problemas. Por suerte, Sonic cuenta con la ayuda de Knuckles, Amy y Tails, y juntos viajan entre el tiempo y el espacio para impedir que la corpulenta mota destruya definitivamente el hogar de Sonic.

En más de un sentido, Sonic Prime me recuerda a las series de los sábados por la mañana que me encantaban de niño. Patoaventuras, El pato Darkwing, Talespin, Turtles, Mask... Prime tiene el mismo tipo de cualidades: la atmósfera cordial y los diálogos desenfadados funcionan bien para las edades para las que se produjo. A diferencia de los largometrajes millonarios que se estrenan, no es un programa para "todas las edades" directamente, sino más bien enfocado a niños de entre 5 a 10 años, o algo así.

Por lo tanto, tengo unos 90 años de más, por supuesto, pero en parte he visto Sonic Prime a través de los ojos de mi hijo y he asimilado lo que me ha dicho, además de compararlo con decenas de otros programas infantiles que me he zampado en los últimos años.

Prime es bueno. Divertido, emocionante, trepidante y misterioso como Sonic no lo había sido en mucho tiempo. Me gustan los viajes en el tiempo y todos los mundos diferentes, que conceptualmente crean mucha variedad, y me gustan tanto las voces originales como las de los actores suecos. Es posible criticar la animación que se siente un poco cutre en algunas partes, pero por otro lado, se trata de una serie de televisión y no de un largometraje y como ya he mencionado. Me ha traído muy gratos recuerdos de la serie de los 80 que vía los fines de semana cuando solo era un mocoso de siete años de edad. Sonic ha hecho cosas mucho peores que esto.