Crítica de película: Deadpool y Lobezno (Deadpool & Wolverine)

En los últimos años, pocas espaldas se han visto en Hollywood que carguen con tanta presión. Es probable que no empezase de esta forma, pero Deadpool y Lobezno ha terminado asumiendo toda la responsabilidad del futuro del gigante negocio cinematográfico que es Marvel y, para muchos, la taquilla completa del año también depende de si un buen blockbuster a la antigua, como este, es capaz de seguir aportando los miles de millones que se esperan sacar. Ryan Reynolds y compañía tienen que cumplir de manera satisfactoria con la secuela de Deadpool que, según parece, servirá de introducción para el universo completo de X-Men de 20th Century Fox y reavivará la UCM en solo dos horas. No hay presión ninguna, ¡qué va!

Es tremendamente fácil meterse dentro del territorio de los spoilers, así que digamos que, han pasado seis años desde los acontecimientos de Deadpool 2, cuando a Wade Wilson (Reynolds) le contacta la AVT (la Autoridad de Variación Temporal), que la mayoría conoce si ha visto la serie de Loki en Disney+ (aunque también lo explican aquí). Al parecer, nuestra línea de tiempo, la llamada "Sagrada Línea de Tiempo" está en peligro, por lo que Wilson debe encontrar a Lobezno, interpretado por Hugh Jackman, y evitar que el multiverso se colapse. Faltaría más.

Primeramente, cabe destacar que tanto Reynolds como Jackman están en plena forma. La interpretación ingeniosa del personaje de Reynolds podría no durar para siempre, además de ser bastante singular, se vuelve más evidente a medida que más y más papeles incluyen las mismas maneras y lenguaje corporal, pero hay que tener en cuenta el hecho de que él es Deadpool. Jackmnan se ha vuelto más grandioso ya que su catálogo de antecedentes es mucho más variado, pero también encaja en su papel y lo hace con aplomo. Llegan respaldados de un elenco auténtico que da la bienvenida a cantidad de cameos. Es un reparto, cuando menos, completo, y más allá de los que ya hemos visto en el avance, a Dafne Keen como X-23 y a Tyler Mane como Dientes de Sable, habrá mucho por lo que esperar con ilusión.

Solo Emma Corrin como Cassandra Nova parece un poco fuera de lugar y, bromas aparte, lamentablemente sigue con la tendencia bastante decepcionante de Marvel al usar antagonistas única y exclusivamente como recurso narrativo para echarle flores al personaje. Pero aparte de eso, la película no solo está bien representada, sino que está construida, coreografiada y montada de manera magistral.

Y es divertida, muy divertida, de hecho. Naturalmente, el enfoque cómico viene y va como un vaivén, pero cada vez que Reynolds deja caer un chiste, de la mano del director Shawn Levy y los guionistas, lo hace con gracia. Es una de las películas más divertidas del año y posiblemente, el filme de la UCM más divertido desde la primera Guardianes de la galaxia.

Es bastante difícil decir algo más, ya que esta probablemente, por lo menos para empezar, sea una película que viva y muera manteniendo secretos intactos, dejando un aura de misterio sobre cómo Reynolds y compañía tienen que cumplir con esta juerga salvaje de acción y comedia. En resumen, han triunfado, en general. No, no es una cinta que por sí sola pueda devolver la luz al UCM - eso siempre fue un objetivo poco realista. A su vez, es un regreso tremendamente poderoso que puede indicar que Marvel esté dispuesto a arriesgarse de manera más creativa y dejar que las películas individuales destaquen más.

Deadpool y Lobezno aprovecha al máximo su clasificación R, como lo hacen otras épicas de acción violenta como Kill Boy y John Wick 4, donde se ve cómo se lanzan partes de cuerpos en todas direcciones. Es más, utilizan un montón de palabrotas y no se cortan con la ironía autocrítica. Tiene todo lo que les faltaba a las últimas películas cloróticas de Marvel - y a sus personajes. Pero no se trata de violencia o de que los personajes digan barbaridades, sino del significado que tiene todo esto; viene a indicar que Marvel tiene la voluntad de dar un pasito hacia el camino que ya había comenzado a andar, por el que esperemos que continúen de ahora en adelante.

Algunas secuencias son más entretenidas que otras y, como ya he comentado, Reynolds no podrá dedicarse a este personaje toda la vida porque el óxido acaba apareciendo. Pero por ahora, esto era exactamente lo que necesitábamos y ya de por sí es bastante impresionante.