Análisis de Crimesight

Por lo general, suelo centrarme en títulos para un solo jugador, pero reconozco la llamada a algunos JcJ de vez en cuando. Me pasa con pocos juegos, muy pocos en realidad, pero acercarme a ellos suele merecer la pena. Además en este caso, Crimesight me permite también explorar una nueva perspectiva en los juegos de Sherlock Holmes. He podido disfrutar de algunas sesiones y un buen número de partidas online para contaros cómo va. Como dijo el detective de Baker Street: "¡El juego está en marcha!".

En Crimesight nos trasladamos a una Londres del futuro donde encarnamos el papel de una IA avanzada que previene los crímenes antes de que lleguen a ocurrir (similar a los Precog, los humanos clarividentes de Minority Report). Esta IA, llamada Sherlock en honor al célebre detective de Baker Street, debe enfrentarse a una serie de crímenes atroces en cuya preparación y ejecución se encuentra otra IA igual de poderosa y malévola a la que denominan "Moriarty" (némesis del detective en los relatos de Conan Doyle). Unas veces controlando a Sherlock y otras a Moriarty, tenemos que enfrentarnos a simulaciones virtuales de crímenes en los que tendremos que desenmascarar al rival y cumplir nuestro propósito, sea bueno o no.

Lo primero que me ha pasado por la mente al comenzar con Crimesight es que se parece mucho a cómo se estructuran algunos de los juegos de mesa en la actualidad. Yo, que fui un jugador recurrente en partidas de Bang! o Arkham Horror hace años, he percibido algunos detalles y sistemas que parecen haber trascendido a este título: el diseño del escenario te retrotrae inmediatamente al tablero del Cluedo clásico o, ya en juegos de mesa más modernos como en Zombies! o Arkham Horror, con los contadores de vida u objetos para los personajes que podemos controlar, o la inclusión de un jugador "renegado" (que puede ayudar a uno u otro bando, pero siempre tiene un propósito final propio) que añade unas cuantas capas de profundidad al desarrollo de las partidas.

Al comenzar, es muy recomendable (por no decir obligatorio) hacer el tutorial. En él aprendemos las nociones básicas de cada estilo de juego, aunque quizá se queda algo corto porque donde realmente se ven todas las posibilidades y variables es en el juego en línea contra otros jugadores humanos. En las partidas online existen varios escenarios para jugar, simulando casas donde hay más o menos habitaciones dependiendo de cuantas personas haya en la partida, y un límite de turnos de juego. En cada turno, cada jugador puede dar órdenes (movimiento, recoger objetos o interactuar con otros) a dos personajes jugables. A día de hoy, las partidas más habituales son de dos usuarios (1 contra 1) o de 4 (2 en el equipo de Sherlock, 1 en el de Moriarty, y 1 jugador en el bando de Irene, la IA rebelde que tiene sus metas propias y que solo puede mover a un personaje por turno).

Cada IA o bando propone un juego diferente. Sherlock es el bando bueno, puede controlar a todos los personajes de la partida y su objetivo es impedir el asesinato de una de ellas a manos de Moriarty, o aguantar hasta que finalice el límite de turnos sin que esto ocurra. Moriarty es el bando malo, puede controlar a todos los personajes excepto al personaje designado como víctima, aunque, si Sherlock y él dan órdenes al mismo personaje en el mismo turno, primará la orden de Moriarty. Esto es importante para ambas partes, ya que la estrategia principal del juego es no revelar tu bando e intenciones hasta que no estés listo para ejecutar con éxito tu misión.

Además, no sólo hay que vigilar el movimiento de los personajes controlados por los jugadores. Cada uno de ellos debe ir recogiendo objetos ocultos por el escenario, que pueden ser importantes para su propósito (como la comida para no perder distancia de movimiento, o el arma para cometer el crimen). Además, hay modificadores ambientales que aparecen de forma aleatoria o que podemos activar si tenemos el objeto correspondiente, como cegar una sala entera con un bote de gas o apagar los fusibles de toda la casa. Hay otros elementos aleatorios que pueden aparecer o no en la partida, como un perro que se cuela por la ventana y que atacará a cualquiera con el que se cruce.

Crimesight no es como otros juegos JcJ estilo Among Us, donde todo es bastante ligero y sencillo. Aquí hay un turno de juego donde la reflexión y la paciencia son las armas más importantes. Ningún jugador sabe en qué equipo están los demás, ni siquiera entre los del bando de Sherlock en partidas a 4. Esto hace que la comunicación mediante emoticonos e intenciones sencillas pueda usarse para comunicar (o despistar) al compañero y al contrario. Hay que ser prudente con lo que se dice y se hace. Es en esa combinación de prudencia/astucia donde realmente se siente que estás en un verdadero caso de Sherlock Holmes. Una batalla mental contra la estrategia de los otros jugadores que se siente muy equilibrada. He ganado y perdido partidas con todos los bandos y siempre me ha parecido que la balanza podía decantarse hacia cualquiera de los jugadores en cualquier momento.

Quizá aquí el problema es que su estilo de juego más pausado no le ha hecho ganar aún una base sólida de jugadores. Aunque lleva ya un par de semanas a la venta en Steam, en los días de juego para este análisis el pico era de apenas 25 jugadores simultáneos y eso es muy poco teniendo en cuenta que sólo existe un modo online. Han sido más las veces que me he cansado de esperar en la cola para las partidas que las sesiones de juego. Y estoy seguro de que es más por desconocimiento del título que por su calidad.

Quizá añadiendo un modo offline contra la IA (la de verdad) se podría mejorar la experiencia de juego a la espera de que más gente se anime a probarlo. En cualquier caso, Crimesight es una estupenda forma de pasar unas cuantas partidas, especialmente si convences a unos cuantos amigos de probarlo juntos.