Cobra Kai: Temporada 6 - Parte 1 (Netflix)

Hay algo especial, tan divertido como tonto, en Cobra Kai. Se trata de un culebrón adolescente en el que un grupo de jóvenes se ve envuelto en una guerra tribal entre dojos de kárate dirigidos por rivales y antiguos adversarios enfrentados. Es una tontería y, francamente, no tiene derecho a ser tan buena como es, pero una y otra vez esta serie ha demostrado su potencial y su brillantez, y se ha convertido en una estupenda y muy atractiva producción televisiva.

Sin embargo, la era de Cobra Kai está llegando a su fin. La última temporada ya está aquí, y mientras que en el pasado eso significaba un lanzamiento simultáneo de diez episodios más o menos, para esta última tanda vamos a tener un lanzamiento escalonado en el que aproximadamente cada cuatro meses cinco nuevos episodios harán su debut en Netflix. Los cinco primeros, Parte 1 como los llamamos, ya están aquí, y llegan pegando fuerte.

Terry Silver está entre rejas, John Kreese es un fugitivo, el Miyagi-Do ganó la batalla por el Valle y extinguió la amenaza de Cobra Kai, y Daniel LaRusso, Johnny Lawrence y Chozen Toguchi trabajan codo con codo para entrenar a los jóvenes talentos para su aparición en el campeonato mundial de kárate Sekai Taikai. Aunque el tema general de estos cinco episodios es este importante acontecimiento que se avecina, los creadores Josh Heald y Jon Hurwitz han dejado tiempo para los pequeños inconvenientes y las tontas rencillas sobre las que se asientan los cimientos de Cobra Kai. La gélida relación entre Lawrence (William Zabka) y LaRusso (Ralph Macchio) sigue siendo tan real como siempre, los cuatro personajes principales de Miguel Díaz (Xolo Maridueña), Robby Keene (Tanner Buchanan), Samantha LaRusso (Mary Mouser) y Tory Nichols (Peyton List) están mucho más unidos, pero siguen teniendo tensiones burbujeantes entre ellos propias de la edad, y siempre hay una serpiente en la hierba dispuesta a atacar y echar más leña al fuego.

Si consideras la Temporada 6 en su conjunto como una historia en tres actos, esta primera parte sirve de preparación y construcción narrativa para lo que viene después. Hay acción bien coreografiada, unos cuantos giros argumentales que digerir, momentos importantes que tendrán grandes repercusiones a medida que avancemos hacia el final concluyente, pero al mismo tiempo, esta primera tanda de episodios está más arraigada y es más básica que a lo que nos hemos acostumbrado en las dos últimas temporadas, mucho más locas y agitadas. En todo caso, la Parte 1 recuerda más a la primera temporada de Cobra Kai, ya que trata más de esos pequeños golpes y comentarios sarcásticos que de la intención de cometer violencia y dolor, como se estaba convirtiendo en la norma cuando Silver estaba en su apogeo. Eso no es malo en absoluto, en todo caso es un cambio bienvenido para volver a lo que hizo que Cobra Kai fuera tan convincente desde el principio, al tiempo que prepara el escenario para un segundo y tercer acto cada vez más salvajes y ajetreados.

Creo que en esta parte hay algunos problemas narrativos. Algunos de los arcos argumentales parecen un poco más forzados de lo que deberían, especialmente en torno al personaje de Tory. En mi opinión, este personaje siempre ha supuesto un reto para los creadores, ya que, aunque a menudo intentan vilipendiarla, no puedes evitar sentir compasión y empatía hacia su situación, y una vez más vemos que este problema ocupa un lugar central. Afortunadamente, también aparecen algunos personajes nuevos, algunos de los cuales puedes tratar como villanos puros, junto con Kreese, que vuelve a sus viejas y despiadadas payasadas de malote trasnochado.

La narrativa también camina sobre el filo del pozo de lo previsible. Hay tramas que se desarrollan y desenredan a medida que avanzan los episodios, y la mayoría de las veces, si has seguido Cobra Kai durante los últimos seis años y estás familiarizado con la forma en que Heald y Hurwitz transmiten la narración, tendrás ideas muy claras de cómo concluirá la situación. No es un presagio, es solo que después de 50 episodios hay menos trucos que sacarse de la chistera, y eso lleva a que algunos momentos no resuenen con tanta gravedad. Por ejemplo, muy al comienzo se revela que solo un número selecto de estudiantes podrá competir en el torneo Sekai Taikai, y sin ver ningún episodio probablemente ya puedas hacer una conjetura muy certera sobre quiénes serán, probablemente...

Pero el hecho de que sea un poco predecible y carezca de la fuerza narrativa de las dos últimas temporadas no significa que estos primeros episodios no sean entretenidos. Cobra Kai sigue siendo una serie tan divertida que el mayor agravio esta vez es que tendremos que esperar hasta noviembre para ver más.