Análisis de Chivalry 2

No son pocos los títulos situados en el período medieval, pero la mayoría son para un jugador o RPGs (y no hay nada de malo en ello). Sin embargo, solo Torn Banner Studios llevó esta idea de un multijugador de grandes batallas medievales a la práctica con su Chivalry: Medieval Warfare en 2012. Casi una década después, el estudio vuelve con una nueva entrega, Chivalry 2, un juego que parte de la naturaleza caótica de su predecesor y da lugar a un multijugador que nos traerá diversión en cada turno.

Chivalry 2 es un multijugador que emplea la primera persona para transmitir una inmersión total. El juego cuenta con salas de muchos jugadores para dar lugar a batallas épicas, entre las que se incluyen modos por objetivos, como asedios a castillos, así como varios mapas centrados en modos de duelo por equipos. Chivalry 2 no tiene una gran campaña o muchos modos de juego; es más bien un Battlefield ambientado en el período medieval. Por tanto, lo que le falta de historia lo suple muy bien con un combate lleno de acción que te dejará con ganas de más.

Como todo multijugador, casi todo lo que ofrece Chivalry 2 está centrado en el combate. El sistema creado por Torn Banner es fácil de entender, tiene mucho calado y ofrece a los jugadores muchas opciones a la hora de acabar con los enemigos. Puedes bloquear, desviar, lanzar tu arma, atacar de múltiples maneras (cada una de las cuales se puede combinar con fintas para engañar a tus adversarios), por no hablar de las diferentes clases con sus habilidades especiales, las armas de asedio y los objetos interactivos. La cuestión es que lo que puede parecer sencillo en realidad está lleno de posibilidades que te permitirán abordar el combate de mil maneras.

Hablando de clases, Chivalry 2 cuanta con cuatro clases que se pueden aprender y llevar al combate. Caballero, Vanguardia y Lacayo usan armas cuerpo a cuerpo y cada una destaca por ser un poco más ágil o llevar algo más de armadura. Las tres se parecen bastante y solo el Arquero (que empuña arco y flechas y destaca en combate a distancia a cambio de ser más vulnerable al daño) es claramente diferente. Además de contar con un arma principal especial, cada clase tiene su propia habilidad particular. Por ejemplo, el Caballero puede usar una trompeta para dar ánimo y curar a los aliados dentro de un radio. La clase Vanguardia, por su parte, puede lanzar una vasija de aceite explosiva que prenderá fuego a los pobres enemigos (y aliados) que pille en la zona donde caiga.

Cada clase se puede subir de nivel y desbloquear así dos nuevas subclases, cada una de las cuales cuenta con una nueva habilidad especial y supone una forma alternativa de jugar con esa clase. Dejando a un lado el Arquero, no es que haya mucha diferencia entre las distintas clases y subclases, pero eso no es nada malo, ya que hace que el combate sea más equilibrado y anima a los jugadores a probar todas las posibilidades.

El combate es muy divertido y supondrá un pequeño desafío. Puede resultar difícil hacerse con todas las artimañas que tienes a tu disposición y los jugadores más avezados abusarán de aquellos que no están tan acostumbrados al combate. Si embargo, teniendo en cuenta que la mayoría del tiempo estarás sumido en batallas muy caóticas, luchando codo con codo con aliados y lidiando con oleadas de espadazos destinados a cortarte la cabeza, a menudo la técnica se verá desplazada para dejar sitio al más puro instinto de supervivencia. Las batallas son muy feroces, pero eso también quiere decir que en Chivalry 2 no hay lugar para el aburrimiento.

Como se trata de una continuación de Chivalry: Medieval Warfare, Chivalry 2 no es solo un simulador de batallas. El sistema creado por Torn Banner te permite transmitir emociones y decir frases en el fragor del combate para animar las cosas, lo que, muchas veces, en lugar de dar más realismo, confiere un toque cómico al juego que hace que se disfrute todavía un poco más.

Creo que, de momento, a Chivalry 2 le falta un poquito de contenido. A diferencia de otros shooters como Battlefield, donde las armas tienen diferencias que hacen que merezca la pena probarlas, aquí no parece muy útil llevar un alfanje a la batalla pudiendo llevar un mandoble: al fin y al cabo, ambas son espadas y son casi la misma arma. Por ello y por el hecho de que los modos de juego son, por el momento, modos mixtos de 64 y 32 jugadores que obligan a jugar de dos maneras posibles, desearía que hubiera algo más de variedad.

Chivalry 2 es un juego muy divertido, pero me da que su ambientación medieval y lo limitado de sus opciones pueden hacerlo un poco aburrido a medida que transcurran las semanas desde el estreno. El título cumple exactamente lo que promete y, si no eres de los que se lanzan de cabeza a la batalla espada en mano, seguramente este juego no sea para ti. Pero si tu rollo es el combate cuerpo a cuerpo, asediar castillos y el extraño humor medieval, Chivalry 2 será una gran manera de disfrutar con batallas épicas y llenas de acción. Pero que no te vea luciendo el azul de los Agatha en el campo de batalla o nos veremos las caras...