Análisis de Charlie Murder

La historia dice que el Charlie del título ha traicionado a su amigo, se ha hecho famoso y lo ha arruinado todo. Ahora como castigo debe luchar contra un demonio malvado con sus compañeros de banda Lester, Tommy, Rex y Kelly, un grupo de punk rock salido de las mentes de los desarrolladores Ska Studios. Es una propuesta tan genial como rara.

El sistema de juego es del tipo clásico de acción de desarrollo lateral; esto es territorio retro, con el estudio enfatizando el aspecto de bajo presupuesto como una interpretación punk de la producción de videojuegos. Pero se puede ver, sentir y escuchar claramente el amor invertido en el juego.

Estarás aporreando enemigos a través de un tour por Absurdistán, no sólo por calles y pasadizos subterráneos, sino también por lugares como palacios y naves espaciales. Entre medias, aparecen tiburones y mochilas con dinamita.

Todos los personajes pueden ir subiendo de nivel consiguiendo más seguidores en Twitter, lo que va ocurriendo automáticamente mientras juegas. También puedes usar tu móvil para capturar códigos QR y conseguir ítemes, dinero y todavía más 'followers'.

Como pasa con los buenos RPG, los objetos van subiendo su valor. Hay camisetas, cosas para tocarse la cabeza, guantes y brazaletes, por no mencionar las motosierras, espadas y pistolas que sirven para matar desde diversas distancias.

Aun así, quitando algunas batallas contra jefes desafiantes y una música ideal, después de un rato empieza a resultar un poco rollo. Es lo mismo que suele pasar con casi cualquier juego del género (incluso podrías decirlo de Diablo III). El gusto personal por la música y el estilo tendrá mucha importancia para decidir si los encantos de Charlie Murder maquillan la banalidad con el tiempo de su combate.

Y, como con otros ejemplos del género, se juega mucho mejor a dobles o con tres colegas. Charlie Murder ofrece un co-op a cuatro en la misma consola u online. Hasta hay una zona PvP si necesitas descargar adrenalina contra oponentes punk humanos en lugar de metaleros manejados por la IA.

Volviendo a esa sensación pretendida de bajo presupuesto; se nota. Puede que los gráficos tengan estilo, pero las animaciones son flojas y un poco torpes, y se encuentran algunos fallos tontorrones (como eso de que los objetos desaparezcan permanentemente si te vuelves para mover la cámara hacia el otro lado y se salen de la pantalla un segundo). Pero a veces apetece hacer mucho ruido, pegar unos puñetazos y escuchar música cañera. Aquí puedes hacerlo.