Análisis de Chariot

Personalmente considero que es mucho más difícil diseñar un buen juego cooperativo que uno esencialmente competitivo. En el primero hay que saber equilibrar el valor del equipo para que cada miembro cuente; en el segundo prima mucho más la destreza individual. Quizás, por ello, juegos como Team Fortress 2, Payday 2 o el inminente Evolve funcionan tan bien, porque son juegos que apuestan por cooperar mientras se compite. Hoy hablamos de Chariot, uno de esos juegos que, con muy poco, demuestran lo mucho que puedes disfrutar jugando en pareja. O, en otras palabras, a dobles en el sofá, como toda la vida.

Pese a que el título de Frima Studio lleva con nosotros desde septiembre (noviembre en PC) del año pasado en Xbox One, a los propietarios de una Wii U les ha tocado esperar hasta enero del presente para poder disfrutarlo. Al igual que en el resto de plataformas, el juego sale a la venta por un precio -teniendo en cuenta la relación calidad precio y la tendencia de la eShop de Nintendo de presentar unos precios algo abultados- más que asequible de 14,99 euros. Además viene bajo el sello de una compañía asidua a trabajar en múltiples plataformas, por lo que podéis esperar un excelente trabajo en su traslado a Wii U.

Chariot nos presenta la historia de cómo una princesa y su pareja viajan por distintos lugares, arrastrando el féretro de su difunto padre, en busca de un lugar digno en el que este descanse en paz. Y es el propio fantasma del fallecido rey el que decidirá dónde reposar. La propuesta del juego es simple: ambos personajes deben arrastrar el ataúd valiéndose de cuerdas y de las físicas del propio juego. Parece fácil, pero la cosa termina por ponerse francamente interesante. En especial, si queremos hacernos con todos y cada uno de los coleccionables que ofrece el juego.

Y decimos que es interesante porque llega un punto en el que hay zonas por las que sólo nosotros podremos pasar, y otras en las que sólo lo hará el ataúd. Con lo cual, el féretro recibe muchos más usos que los de un lastre que debemos llevar de un lado a otro: será nuestro transporte, nuestro punto de anclaje, nuestro balanceador y mucho más. A esto hay que añadir que podemos ir comprando objetos que nos permitirán llegar a nuevas zonas y conseguir gemas antes inalcanzables. Lo cierto es que Frima Studio merece mención aparte por el buen trabajo que han realizado explorando los límites de unas mecánicas que se asimilan a los diez segundos de juego. Nos recuerdan un poco a Brothers: A Tale of Two Sons, pero en Chariot se explotan mucho más los límites de sus posibilidades.

El título del estudio canadiense cuenta con 24 pantallas distintas abordables desde más de una entrada y completables, además, con un modo contrareloj. Lo cierto es que la primera visita a cada nueva zona apetece llevarla a cabo escudriñando cada rincón en busca de gemas, por lo que está bien proponer un regreso con el componente de tener un tiempo a batir y un acceso extra. A priori puede parecer que haya pocos niveles, pero teniendo en cuenta que cada uno se completa en media hora larga a poco que nos entretengamos, el resultado es una buena suma de horas delante de la pantalla por un precio módico.

En cuanto a su adaptación a Wii U, presenta las mismas características que en el resto de plataformas. Se echa en falta algún componente añadido que justifique su retraso como, por ejemplo, funciones añadidas que aprovechen el GamePad. Pero no es algo exclusivo de Chariot, si no que viene siendo la tónica de distintos juegos que aterrizan en la máquina de Nintendo tiempo después de su estreno oficial. Lo poco que podemos decir al respecto de esta versión es que es perfectamente jugable desde la segunda pantalla del mando.

Como mención final, apuntar el buen trabajo artístico del juego. El motor 2D utilizado, Icewave, aplica un acabado que recuerda un poco al UbiArt Framework que tan buenos resultados ha dado con Rayman Legends o Child of Light. Los escenarios son coloridos, variados y no excesivamente cargados. La banda sonora es decente, no llega a despuntar pero tampoco entran ganas de silenciarla. Chariot es un buen juego, uno de esos que te permiten romperte la cabeza junto con otro/a compañero/a de armas y pasar unas buenas tardes. Bienvenido sea a Wii U.