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Bravely Second: End Layer

Bravely Second: End Layer - Guía esencial

¿Demasiadas mecánicas? He aquí algunos consejos para aprovechar todo tu potencial.

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Bravely Second: End Layer es un JRPG con un combate estratégico por turnos que, seamos francos, contempla muchos aspectos que otros juegos similares no tienen en cuenta. Por eso, si no pudiste jugar al primer título y ahora te has puesto con este segundo, la diversidad de opciones, las mecánicas y las distintas posibilidades pueden llegar a ser algo abrumadoras. Además, entendemos que la táctica no es lo mismo para unos que para otros y, a veces, un cambio de perspectiva puede venir que ni pintado. Así pues, ¡no temas! En esta guía te explicaremos algunos trucos y te recordaremos algunos aspectos para que aproveches al máximo tu viaje con los Vengadores de Agnès. Eso sí, si no has leído antes nuestra reseña, ¡te recomendamos encarecidamente que lo hagas en el análisis de Bravely Second en Gamereactor!

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Averígualo todo sobre tu enemigo

En primer lugar y como ya sabrás, los personajes tienen habilidades en función de su trabajo. Concretamente, tus héroes empezarán con la habilidad Libra, que puede pasar desapercibida porque no tiene ningún tipo de efecto sobre el enemigo. Entendemos que mola más lanzarse a lo bestia a hacerle daño a los rivales (al fin y al cabo, ellos no dudarán en hacértelo a ti), pero a veces es mejor que inviertas un turno en saber qué es lo que más daño le hace a tu enemigo, en conocer sus debilidades y en saber cuánto le queda de vida. De esta manera, si la batalla acaba mal para ti y te ves obligado a repetirla, podrás prepararte adecuadamente para ella y sufrir menos que de costumbre, ya sea con unas armas concretas o con un daño mágico específico. Por otra parte, si te encuentras en una batalla de desgaste, al conocer la vida restante del jefe podrás hacer cálculos y conjeturas con el daño de tus habilidades. No subestimes ninguna habilidad y recuerda que el conocimiento siempre es una ventaja.

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Acostúmbrate a Default + Brave

Eso será lo primero, si no lo has hecho ya. Con los botones R y L podrás acceder rápidamente a las posiciones Default y Brave, respectivamente. En este punto es donde tendrás que encontrar la estrategia que mejor se ajuste a tu estilo de batalla. ¿Que prefieres ser cauteloso, usar Libra y defender hasta saber con exactitud a qué te enfrentas? No hay problema, empieza con Libra, Default y prepara tus futuros ataques. ¿Qué te parece mejor atacar con todo para abrumar al enemigo porque tus personajes meten un daño del horror? También puedes hacerlo: utiliza los cuatro ataques de cada uno de tus personajes y tus enemigos se arrepentirán de haberse enfrentado a ti. Ya seas más agresivo o defensivo, manejar a la perfección Default y Brave será la clave de tus combates.

Nosotros te aconsejamos algo más equilibrado, pero el resultado dependerá de tu propia configuración (armas, funciones, trabajos, etc.). Si tienes a un Hechicero (daño mágico), a un Auriga (daño físico a tutiplén) y a otros dos con los trabajos que elijáis (es bueno llevar siempre un Obispo para curaros en salud, literalmente), podrás efectuar una gran cantidad de daño inicial sacrificando un par de turnos de tu mejor vanguardia, mientras que los otros dos defienden o se quedan cumpliendo la función de apoyo. También podrás empezar reconociendo al enemigo y tanteándolo con algunos ataques, sin gastar demasiados turnos y, cuando encuentres su punto débil y el hueco en su hipotética armadura, atacar con todo, a sabiendas de que no tendrá posibilidad de replicar. Las estrategias son mil y tendrás que ajustar tus opciones a los trabajos que más te gusten.

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Usa Second con moderación (pero úsalo)

Second es la mecánica que cambia por completo el sistema por turnos. Con ella, uno de tus personajes podrá realizar un ataque cuando más te apetezca, sin gastar un turno real, de forma que rompe ese esquema estratégico que impera en la estructura del título y del género. Podrás acumular hasta 3 Seconds, que se rellenan con el tiempo, pero, en caso de que lo necesites y tu bolsillo te lo permita, también podrás comprarlos.

Lógicamente, el hecho de poder llevar a cabo el ataque que tú quieras cuando tú quieras refuerza en gran medida tus posibilidades. Como decíamos antes, es algo que tendrás que ajustar en tu estrategia: puedes usarlo para rematar (queda muy épico), para debilitar o, si no te convence la cantidad de daño que has hecho, para darle un mamporro más, de propina, al enemigo. Nosotros te recomendamos que los uses con mesura y moderación: si conoces la potencia que pueden llegar a alcanzar los ataques de tus personajes, puedes calcular los golpes que hacen falta para bajarle la vida a un enemigo y eso es particularmente importante en las batallas más difíciles contra los jefes. Así que no tengas miedo de reservarlos, pero tampoco de utilizarlos si se acumulan hasta el tope.

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Ante los patrones, trabaja tus contraataques

Precisamente, los jefes del juego (que son unos cuantos y aumentan en dificultad) cuentan con una serie de ataques, patrones y opciones que, en primera instancia, tendrás que sufrir y aprenderte. Si no quieres tener que repetir la batalla y si tus personajes tienen el nivel adecuado, puedes equilibrar la sorpresa del patrón del jefe y resistir sus golpes siendo precavido y utilizando Default. En caso de que lo consigas, podrás desarrollar inmediatamente un "contrapatrón" que te permita atacar sus puntos débiles, golpearle cuando cargue algún ataque o abrumarlo a mamporros. Si, por el contrario, caes en batalla, tómatelo con optimismo: has podido ver sus técnicas y tienes la oportunidad de prepararte específicamente para ellas. ¡Ahora ve y véncele en su propio terreno!

¡A trabajar!

Ya lo hemos ido mencionando y nos imaginamos que ya habrás elegido cuáles son tus favoritos, pero no pierdas de vista ninguna de las posibilidades que ofrecen los oficios y exprímelos a tope. Particularmente antes de combates complicados, prepara bien tus hechizos, asegúrate de tener las habilidades bien colocadas en sus respectivas posiciones (revisa siempre, no vaya a ser el demonio...) y ajusta tu estrategia. ¿Qué va a ser esta vez? ¿Auriga a tope de daño con un obispo haciéndole de 'support'? Imparable. ¿Hechizos de rayos para un enemigo con debilidad a la electricidad y el daño extra de un esgrimago? Exquisito. Sea cual sea tu estrategia, no dejes de aprovechar las oportunidades que te da el juego y, si es necesario, pruébalas en combate contra monstruos antes de llevarlo a la batalla más importante. Recuerda, no pasa nada por hacer ensayo y error.

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Lo especial mola

De la misma manera, no te olvides de los movimientos especiales. Estos movimientos te permitirán infligirle más daño a tus enemigos y serán un espaldarazo de moral (y de ataque) para tus compañeros. Por eso, combinados con los trabajos, los Second y la posibilidad de efectuar varios ataques con Default y Brave, los movimientos especiales te permitirán elaborar una estrategia mortal. Puedes personalizarlos a tu antojo y coordinar su frecuencia, así que asegúrate de llevarlos preparados para las luchas contra los jefes.

Equilibra tu 'farm'

Hemos hablado mucho de los jefes, pero también están los monstruos/humanoides/animales normales que te irás encontrando por el mundo. Con ellos, es importante que encuentres un equilibrio entre el nivel que tienes y la frecuencia de los enemigos. Las mazmorras te indicarán el rango de nivel de los enemigos con los que te encontrarás, así que no tengas miedo a quedarte un rato 'farmeando' para subir de nivel y no sufrir tanto una vez avances en la zona, sobre todo si vas justito de experiencia. El hecho de poder aumentar la frecuencia de los enemigos es genial para ello, porque podrás pasarte un rato peleando y subiendo de nivel casi constantemente. No decimos nada de disminuir la frecuencia, porque no te lo aconsejamos (a menos que estés hasta el gorro de ellos, o sean de un nivel excesivamente bajo como para darte una cantidad de experiencia decente). Somos de la opinión de que un poquito de experiencia extra siempre viene bien, así que ármate de paciencia y cárgate a esos bichos.

El juego también ofrece la posibilidad de encadenar una batalla tras otra, lo que aumentará la bonificación de experiencia, pero ten mucho ojo con esto, porque una vez te encuentres con rivales más fuertes (y más capaces), las cosas se irán poniendo peliagudas, además de que te arriesgas a quedarte sin pertrechos y estar prácticamente a su merced.

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A la batalla se va siempre preparado

Por último, y retomando esa idea de los pertrechos, ya sea contra jefes o contra enemigos pequeños, no salgas de casa sin ir a tope de todo. La IA es bastante puñetera y sabe que si te estás quedando sin Hierbas del eco, te lanzará Mutis hasta que no puedas recuperarte. Es el mismo caso para las Pociones y Ultrapociones (y si mueres mucho, para las Plumas de fénix): nunca viene mal tener de más. Sé precavido y no te confíes.

¡Y esto es todo! He aquí un recordatorio con consejillos, por básicos que sean, para que tu aventura sea más llevadera en el mundo de Yew y sus amigos. Recuerda: no salgas de casa sin estar preparado, no te olvides de combinar todas las opciones que tienes a tu disposición y, de cara a los grandes combates, asegúrate de que todo está como tú quieres. Ahora, a por tu objetivo: vencer al káiser y rescatar a Agnès. El conocimiento ya lo tienes, solo tienes que ponerlo en práctica. ¡Buena suerte!

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