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Borderlands 3

Análisis de Borderlands 3

Cuando se trata de lanzarse a lo loco a pegar tiros y recabar botines, Borderlands.

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El intento no muy satisfactorio de entrar en el terreno de los hero-shooters con Battleborn prácticamente obligó a Gearbox a volver a su senda. Y los fans no podían estar más contentos, pues el castigo ha sido más bien una recompensa. Por fin ha llegado Borderlands 3. Tras tantos años de espera, el retorno no ha sido para reinventarse a sí mismo a lo Zelda: Breath of the Wild, pero sí ha permitido aplicar un montón de mejoras sin dejar de mantenerse tan juvenil y vulgar como siempre ha sido. Millones de armas y varios planetas con temáticas totalmente distintas son el ejemplo de la amplitud de miras con la que ha reaparecido Borderlands.

Solo han pasado cuatro años desde los hechos que contó esa joyita llamada Tales of the Borderlands, tiempo suficiente como para que entren en escena una nueva generación de buscacámaras. Emoción por todo lo alto gracias a un mapa que revela la localización de los botines de toda la galaxia, pero no será un viaje sencillo ni sin resistencia. Aquí no está Jack el Guapo mofándose de ti, sino toda una secta liderada por los gemelos Troy y Tyreen. Son parte de una secuela en la que no falta ese humor grosero que es de esperar, y aunque tienen un punto que te anima a ir detrás de su cabeza para meterles una bala entre ceja y ceja, no llegan, los nuevos villanos no están a la altura de su predecesor.

Cuatro tipos de personajes a nuestra disposición y tres ramas de desarrollo de habilidades para cada uno enriquecen su multijugador. Como grandes rasgos, Amara está ahí para repartir cuerpo a cuerpo, Zane despliega clones y una barrera temporal repelente, FL4K controla un ejército de mascotas dañinas y Moze se sube a un robot para que tú lo controles. Son complementarios entre sí y hay que elegir bien, porque una vez que te decantas por uno ya no hay vuelta atrás.

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Borderlands 3

Empezamos una partida en solitario con FL4K, una especie de Doctor Dolittle robótico que encarga a sus acompañantes todo el trabajo sucio. Además, pueden hacer que te recuperes si has caído en combate, así que son bastante útiles para jugar individualmente y sacarte de algún apuro. Los bichos también tienen formas y estilos que se corresponden con las clases tradicionales de personaje, y a medida que vas progresando con tu personaje te da la opción de ir aplicándoles modificaciones a ellos.

Borderlands 3 va, como los anteriores, de disparar, matar y recoger botín. Gearbox presume de que hay más de mil millones de armas distintas por conseguir. Muchas de estas ofrece una forma de disparo alternativa, por si fuera poco, así que tienes una especie de dos por uno con el que solventar la falta de espacio en el equipamiento que puedes llevar contigo. Nos hemos topado con un rifle de asalto que funciona como lanzagranadas o con una escopeta que igual ataca con radiación que hace daño por fuego. Con tanta alternativa, hay una herramienta que te ayuda a elegir y a tener tu baúl bien ordenado al indicar cuál es la que deberías quedarte y cuál no.

Así fuimos de estrella en estrella siguiendo el hilo argumental, conquistando cámaras en nuevos mundos. Lejos de esa Pandora de la que tan buenos recuerdos guardamos esperan tres planetas con unos paisajes que hasta ahora nunca habíamos visto en esta serie. Primero está Promethea, feudo de la Corporación Atlas, que representa esa visión oscura del futuro cercano que tenían los creativos en los años 70 y 80; rascacielos con luces de neón copando un ambiente gris y mustio. Athenas nos conquistó un poco más con sus templos, sus acantilados y su vegetación con tonalidades rojo y verde.

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Toca romper esta vez una lanza en favor de las misiones secundarias porque muchas de ellas están tan trabajadas y tienen tanto sentido como las principales. Un día tuvimos que recoger unas bolsas de sangre para hacérselas llegar a un rapero reconvertido en médico que estaba deseando ponernos su temas y mejor no os decimos cómo acabó la cosa. En otra ocasión conocimos a un desgraciado al que habían atrapado y en cuanto lo liberamos rabiaba por vengarse. Conocer a tipos así te alegran la partida.

El multijugador a pantalla partida ha sido santo y seña de los juegos de Gearbox y aquí llega a otro nivel para quienes juegan en tándem. Hay dos formas de aprovecharlo entre las que se puede cambiar libremente, un cooperativo tradicional y otro en el que hay que colaborar y competir. En el primero, el gran cambio es que cada jugador tiene su botín, así que se acabaron las peleas y las ansias por coger las armas legendarias que cayeran. Aunque lo mejor es que escala el nivel de cada jugador para que puedan hacer migas dos que no están a la misma altura. El viejo multijugador de rapiña no ha desaparecido, es el otro modo y en él todos los enemigos se presentan igual de duros para todos los jugadores.

Visualmente, Borderlands 3 se define de un pantallazo. Ese estilo cel-shaded tan marcado no solo se conserva sino que se acentúa para salir ganando gracias a la potencia del hardware actual. Lo que parecen dibujos simples esconden un montón de detalles y de versatilidad, que se agranda con un gran trabajo de iluminación. El problema es que le pasa factura en PS4, no así en un PC en condiciones. Las ralentizaciones no es el único problema que nos hemos encontrado en la consola de Sony, también hay otros fallos de marcado y hasta tuvimos que volver a empezar una vez por culpa de un NPC al que se le quedó muda la boca y nos bloqueó el avance. Nada dramático, pero simbólico de la diferencia que puede haber entre versiones.

Borderlands 3

Menos contentos nos ha dejado encontrarnos en esta tercera entrega fallos que arrastra del pasado y que no han corregido. Nos sigue sin gustar cómo se conducen los vehículos y esa obsesión por manejar el acelerador con el stick. También nos hubiera gustado que hubieran dado un salto a mundos enteros y abiertos y dejaran ya atrás la segmentación de escenarios. Sobre todo porque los tiempos de carga son notables y pesados.

Unas pegas inevitables que no merman la diversión que hemos tenido jugando estas partidas. La flexibilidad que aporta al arsenal el modo de fuego alternativo, el enriquecimiento del cooperativo para poder jugar como más te guste y, sobre todo, la gran variedad ambiental y visual de esta entrega son sus puntos fuertes. Borderlands 3 no da para ser nombrado el culmen de esta serie, pero viene con carga suficiente como para pasar muchas horas pegando tiros despreocupadamente.

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08 Gamereactor España
8 / 10
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Más de mil millones de armas, multijugador a medida, misiones secundarias tan ricas como las principales.
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Fallos técnicos menores pero demasiado constantes en PS4, la conducción, la fragmentación de los mapas.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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