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Barbenheimer: el cara a cara

Nuestros compañeros Ben Lyons y Alex Hopley debaten sobre qué película deberías ver primero, si es que todavía no has visto ninguna.

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No cabe duda de que tenemos mucho donde elegir ahora mismo. Desde la semana pasada, puedes ir al cine y ver la esperadísima Barbie o la prometedora Oppenheimer. Probablemente, muchos de vosotros seguiréis pensando cuál de las dos películas ir a ver primero. Ben y Alex han dado su opinión antes de ir a verlas y parece que tienen opiniones muy diferentes al respecto. Una vez más, veamos qué tienen que decir sobre esto y las razones por las que deberías elegir una sobre la otra.

Alex - Barbie

Cuando nos preguntan si preferimos saber primero las buenas noticias o las malas, solemos elegir quitarnos de encima las peores para disfrutar más de las buenas. Mucha gente está enfocando así Barbenheimer, queriendo ir primero a ver la obra que muestra el invento más devastador de la historia de la humanidad para poder disfrutar del "brilli brilli" y del glamour optimista que desprende el verdadero evento cinematográfico del verano. Puedo llegar a entenderlo, pero no lo comparto. De hecho, voy a ver Barbie primero y voy a explicaros por qué deberíais hacer lo mismo.

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Para empezar, como ya sabemos, hay una gran cantidad de Kenergía en torno a Barbie. Es una fuerza inconmensurable, una sensación que o sientes o no sientes. Creo que la Kenergía que te da Barbie es mucho mayor a la depresión que crea Oppenheimer. Aunque Barbie te obligue a tener una reflexión existencial justo después de terminar de verla, la diversión que irradia durante toda la película te hace pensar en lo chula que es. Da igual que veas Oppenheimer antes o después de Barbie, ya que esta última tiene pinta de ser tan divertida y colorida que ni siquiera tres horas del mejor Nolan conseguirán hundirte.

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Ahora que menciono la duración de Oppenheimer, lo último que uno desea es llegar a Barbie sin ganas de pasarlo bien. Después de estar sentado en el cine durante tres horas, probablemente estés cansado, más teniendo en cuenta la película que es Oppenheimer. En mi opinión, es casi como no darte la oportunidad de disfrutar de Barbie, algo así como ir a un cumpleaños después de un funeral. No digo que Barbie sea todo risas y, como sabemos por anteriores proyectos de Gerwig, será capaz de crear momentos que toquen la fibra. Por eso, si vienes de ver Oppenheimer, probablemente te tomes esos momentos aún peor.

Barbenheimer: el cara a cara

También debo añadir algo sobre los spoilers. No hay mucho que destripar de Oppenheimer más allá de algún plano real del largometraje. Dudo que alguien grite «estalla la bomba» en mitad de la sesión para intentar alterarte porque, salvo que Nolan le haya querido dar un giro histórico alternativo, todos sabemos lo que pasó después. Es ficción histórica, basada en hechos reales mientras que Barbie es, pues bueno, no creo que haga falta que diga que presenta una trama alocada en la que nadie sabe lo que va a pasar. Dudo mucho que quieras tirarte de los pelos después de que alguien te cuente algo sobre la historia, pero sí que creo que pueden arruinarte más la experiencia de Barbie y, para evitar que eso pase, te recomiendo que la veas primero.

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No deja de ser mi opinión, por lo que tampoco es una recomendación basada en argumentos sólidos que demuestren que hay un orden correcto en el que verlas. Sin embargo, si estás aquí para pasar un buen rato y no por mucho rato, querrás pillarte tus entradas para ver Barbie primero. Quién sabe, igual después de una buena dosis de glamur y «brillibrilli» en tu vida, ni siquiera te apetece ver el melodrama de Oppenheimer.

Barbenheimer: el cara a cara

Ben - Oppenheimer

Interstellar, Origen, Dunkerque, El caballero oscuro, El truco final (El prestigio). ¿Cuál es el factor común de todas estas obras maestras? Efectivamente, Christopher Nolan. Pocos cineastas en la actualidad pueden presumir del nivel de prestigio asociado a este hombre. Es un fuera de serie creando largometrajes destinados a ser experimentadas en la gran pantalla. Teniendo esto en cuenta, solo puede haber una opción: Oppenheimer.

La clase y la calidad asociadas al nombre de Nolan casi que confirman que Oppenheimer está llamada a ser una película para la posteridad. La dramatización de la vida de Robert J. Oppenheimer, que ayudó a crear y dirigir el Proyecto Manhattan y su objetivo de ganar a los nazis en la carrera por crear la primera bomba atómica, será una historia con un peso y una relevancia sin precedentes.

Nolan es un maestro a la hora de entretejer una historia compleja y enfatizarla con planos encuadrados de manera exquisita, permitiendo a los actores más talentosos del mundo brillar con interpretaciones tan sobrecogedoras como cautivadoras. Aunque nadie pone en duda las dotes de dirección de Greta Gerwig en Barbie, Nolan está a otro nivel. De hecho, sorprende que nunca haya ganado un Oscar por ello, aunque, a juzgar por lo que dicen algunos de los miembros del reparto de Oppenheimer, esta podría ser la buena.

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En cuanto al reparto, a ver, sí, el de Barbie no está nada mal, con Margot Robbie, Ryan Gosling, Will Ferrell, Emma Mackey y otras muchas estrellas, pero qué queréis que os diga, Oppenheimer ha tirado la casa por la ventana con un reparto al nivel de los Vengadores: Cillian Murphy, Emily Blunt, Matt Damon, Robert Downey Jr., Florence Pugh, Kenneth Branagh, Alden Ehrenreich, Rami Malek, Gary Oldman, Casey Affleck y muchos más.

He de reconocer que, a pesar de todo, lo único que he hecho hasta ahora es destacar las partes emocionantes de la película con las que las mentes brillantes detrás del marketing de Universal nos llevan bombardeando, nunca mejor dicho, durante meses. ¿Por qué deberías entonces ir a ver Oppenheimer antes que Barbie? Fácil: porque las creaciones de Nolan dejan a sus espectadores completamente atónitos.

Si necesitas pruebas para saber que no es muy buena idea ver una creación de Christopher Nolan después de Barbie, te invito a intentar ver Origen, Interstellar o Tenet justo después de cualquier otra película. Estas te sacan de quicio mentalmente, arrastrándote a través de una historia épica y desconcertante destrozándote la mente en el proceso. Oppenheimer trata sobre la física nuclear y la ética que conlleva ese campo de investigación. Pongo la mano en el fuego por que Oppenheimer va a ser mucho más agotadora mentalmente que Barbie.

Barbenheimer: el cara a cara

En resumen, tanto si vas a ver una de las dos o te apuntas al fenómeno Barbenheimer y vas a ver las dos, la única opción es ir a ver Oppenheimer primero. Lo último que quieres hacer es saturarte de colorines y de humor absurdo antes de sentarte a ver la bestia de tres horas que es Oppenheimer. Y lo digo porque creo que Barbie es la guinda del pastel de entre las dos, así que hazte un favor yendo a ver primero la gran epopeya de Nolan.



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