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Assetto Corsa - impresiones

Nuestro apasionado de los juegos de coches realistas ha pasado un mes al volante del simulador italiano llamado a adelantar a campeones como iRacing o rFactor 2...

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Un subgénero concreto de los videojuegos de carreras está viviendo su particular edad dorada, tras muchos años quedando tapado por los juegos arcade, los juegos de karts y lo que los locos del volante llamamos 'semisim'. Hablamos de la simulación de conducción pura y dura, un campo que nunca ha vivido una competencia tan feroz y sana como la que arrancó en los últimos años, y de la que ya forma parte Assetto Corsa, proyecto que el equipo detrás de Netkar dejó probar en versión preview temprana recientemente. La lucha entre los gigantes del género iRacing y rFactor 2 continúa, mientras que SimBin mejora su RaceRoom. Slightly Mad Studios ha entrado por su parte en la fase final del desarrollo del ambicioso Project CARS (aquí nuestras impresiones de hace unos días), pero la propuesta recién aparecida desde Italia ha conseguido sorprendernos tras unas 20 horas al volante de la versión beta durante el último mes.

El estudio Kunos Simulazioni está formado por un grupo de iniciados amantes del mundo de las carreras que lanzaron su trabajo debut en 2006, el simulador Netkar Pro. Disfrutan tanto del mundillo que compraron su local a tan solo unos metros del final de una curva del legendario circuito del Autódromo de Vallelunga, y terminaron desarrollando una herramienta de entrenamiento para el Automobile Club d'Italia. Tras impresionar los ocho empleados del estudio tanto a los inversores como a los primeros probadores, decidieron, no obstante, intentar expandir lo que originalmente iba a consistir en dos modelos de coches y un circuito, para convertirlo en un rival en digno de juegos del calibre de rFactor 2 o Project CARS.

Assetto Corsa

Assetto Corsa todavía no está completo. El equipo espera estar listo para arrancar para el próximo otoño. Aun así, el juego llegó en versión sin terminar al popular sistema de Acceso Anticipado de Steam y los que lo compraron han recibido en los últimos meses, de forma periódica, nuevos coches y circuitos. La selección no es para nada abrumadora conforme está hoy en día, pero en esta versión previa ya puedes conducir deportivos como el Ferrari 458 Italia, el BMW M3 o el Pagani Zonda. Aun así, como en cualquier simulador de verdad y a diferencia de juegos como Gran Turismo 6, rara vez lo que más importa es la cantidad de vehículos y pistas incluidas de serie; esto va de la calidad de la recreación y la simulación.

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Assetto Corsa pretende simular la despiadada realidad de las carreras con todo lo que conlleva, y no me hizo falta más de media curva para darme cuenta de cuánto se ha acercado Kunos a la realidad. En comparación directa con iRacing, la sensación de velocidad de Assetto es ligeramente más suave y la simulación de la fricción lateral algo más tangible. Pegar un buen frenazo con un Ferrari 458 antes de la chicane de Monza resulta a veces demasiado efectivo. Un coche urbano que (pese a los frenos cerámicos) rinde igual que un coche de carreras de GT3 no es algo tan realista como el resto de las físicas del coche, que a estas alturas ya son realmente buenas.

Y la forma de ver la simulación de las carreras de Kunos es tan fresca como bienvenida en este increíble subgénero. El estudio ha estado explicando con gran certeza que sólo se puede medir hasta cierto punto lo que ocurre en un coche y sobre sus cuatro ruedas humeantes en plena carrera. El resto es individual. Cada persona experimenta obviamente las fuerzas gravitatorias de un modo distinto, y lo mismo pasa con la aceleración o la fricción, de modo que ceñirse a las mediciones y el empleo de sus resultados es, según Kunos Simulazioni, terminar chocando con un muro de hormigón en una buena experiencia al volante.

Assetto Corsa

La prueba se puede encontrar, entre otros, en Gran Turismo 6 (aquí mi análisis), por mucho que el juego únicamente simule las carreras de verdad parcialmente y que por lo tanto solo deba denominarse como "semi-simulador", en lugar de simulador de carreras. Esto ocurre porque en cualquier momento de la partida puedes cambiar la estructura del coche y por tanto perder la concentración en una experiencia simulada al volante de ese vehículo en particular. Aparte de para exprimir los furiosos 89 caballos de un Honda Jazz, el último fiasco de Polyphony Digital sirve como ejemplo para demostrar la tesis de Kunos. No puedes estar a la altura de lo que se siente al pilotar un coche de carreras. Como desarrollador, es evidentemente de máxima importancia mezclar unas mediciones exhaustivas con una simulación vía software de las sensaciones en la cabina. Algo que Assetto Corsa consigue bastante bien.

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En Assetto Corsa, como en todos los simuladores, gran parte de la experiencia consiste en los ajustes para optimizar la respuesta del bólido. Esta porción es extensa, completa y está muy bien hecha, al igual que la función por la que, en plena carrera, se puede personalizar y recolocar la interfaz de usuario, algo que ya hago de forma instintiva tras 20 horas de juego y que debería convertirse en un estándar en todo el género de los juegos de coches. Con el ratón puedes coger distintos indicadores y medidores y moverlos o añadirlos a la pantalla donde mejor te vengan.

Assetto Corsa

En esta fase de pruebas, Assetto Corsa da la talla a nivel gráfico frente a otros como iRacing y rFactor, sin impresionar demasiado. Como ocurre con muchos otros simuladores, el juego está abierto a la escena del 'modding' y ya hay mañosos jugadores que quieren conseguir que este trabajo luzca mucho mejor que como hemos capturado con nuestro Alienware 18 con todas las opciones al máximo. El sonido también está quedando bien, pero no es nada que pueda competir con, por ejemplo, Forza Motorsport 4. De hecho, a nivel técnico, no hay ningún simulador de carreras de coches que pueda siquiera plantearse competir con Project CARS. La última 'build' de Slightly Mad es una locura en todos los aspectos imaginables.

Assetto Corsa es un ambicioso nuevo rival en el subgénero, particularmente para rFactor 2, y por el momento está quedando tan bien acabado como divertido. Rugir sobre el asfalto de Monza pisando a fondo en un Zonda F deja unas sensaciones grandiosas; agarrando bien el Thrustmaster T500 RS he pasado hasta la fecha grandes momentos con este juego.

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