Arne Slot sufrió una de sus peores noches como entrenador del Liverpool el pasado fin de semana, cuando su equipo encajó un gol en el último minuto contra el Everton. El Liverpool gana un punto en la Premier League, con siete de ventaja sobre el Arsenal: una posición más que deseable para cualquier club, pero que podría haber sido mayor y casi definitiva (nueve puntos) de haber defendido mejor ante el Everton.
Esto dio lugar a una trifulca después del partido, en la que dos jugadores vieron la tarjeta roja: Curtis Jones, del Liverpool, y Abduolaye Doucouré, del Everton: Jones se encaró con Doucouré después de que éste celebrara el gol ante los aficionados del Liverpool que visitaban Goodison Park por última vez. Arne Slot y el asistente Sipke Hulshoff también vieron la tarjeta roja por su implicación en el enfrentamiento.
"Creo que lo que ocurrió fue que la prórroga, los cinco minutos intencionados que acabaron siendo ocho... y las emociones sacaron lo mejor de mí", dijo el viernes Slot, que se quejó de que los goles finales del Everton deberían haber sido anulados por el VAR por fuera de juego.
"Si pudiera hacerlo de otra manera, si miro atrás, me encantaría hacerlo de otra manera. También espero hacerlo de otra manera la próxima vez, pero lo que se ha dicho exactamente o lo que ha sucedido, es un proceso en curso y no quiero perturbarlo", dijo Slot ahora, dado que no pudo hablar con la prensa el miércoles, como consecuencia de su expulsión.
David Moyes, entrenador del Everton, que ha mejorado notablemente el equipo en las últimas semanas, mostró su simpatía por Slot. "Lo siento un poco por Arne Slot porque esto es lo que me pasaba cuando era un entrenador más joven, siempre me metía en cosas acaloradas. Esto demuestra que se preocupa por su club y que lucha por sus jugadores", dijo, según recoge France24.