Si el otro día John Carmack decía que los avances en el terreno VR van un poco lentos, es por algo. Si bien compañías como su Oculus (Facebook), HTC o incluso PlayStation han entrado en la nueva generación de Realidad Virtual con dispositivos lanzados en el último lustro, hasta ahora viene quedando patente que la tecnología todavía no está en un estado (ni en un precio) deseable para las masas.
Es lo que puede haber llegado a gigantes como Microsoft a ir puliendo sus gafas de realidad aumentada (HoloLens) poco a poco en el ámbito profesional o a otros como Apple a esperar el momento oportuno. Y en el caso del fabricante de iPhone, ese momento podría llegar en algo más de dos años.
La muy reputada y habitualmente fiable publicación sobre negocios Bloomberg recoge en un artículo las intenciones de la compañía californiana respecto al mercado del gaming, señalando directamente que el fabricante ya está trabajando en soluciones de realidad aumentada y virtual que aprovechan su nuevo sistema sensor 3D. En concreto, los modelos centrales de esta nueva línea serían unas gafas AR y un casco de VR, que llegarían al mercado en 2022 y 2023 respectivamente.
La tecnología y los costes habrán cambiado para entonces al menos tanto como han cambiado en los últimos tres años, y para su concepción -siempre según Bloomberg- Apple ha destinado a unos mil ingenieros dedicados a estas soluciones, siempre liderados por el vicepresidente Mike Rockwell. En la iniciativa participan, más allá de empleados de la firma de la manzana, exingenieros de la NASA, anteriores desarrolladores de videojuegos o expertos en gráficos, entre otros.
En líneas generales, Bloomberg habla de la estrategia de Apple para pasar desde la AR en iPad hasta estos dispositivos craneales. ¿Cómo imagináis unas hipotéticas iGlasses de AR o un supuesto iHelmet de Realidad Virtual?