Andor: reseña de los cuatro primeros episodios

Ya no estoy seguro de poder considerarme un fan de Star Wars. Por supuesto que adoro las seis primeras películas y algunas de las series de animación y libros que tuvimos en aquella época, pero los últimos siete años han sido muy duros. Las nuevas películas han estado "bien" en el mejor de los casos, y las series más recientes han tratado de ocultar sus historias teatrales y predecibles detrás de un exceso de fanservice y/o criaturas bonitas. Tal vez me haya hecho viejo y me he cansado de la fórmula tan desgastada... O tal vez solo estaba esprando algo como Andor.

Porque los cuatro primeros episodios de lo que se puede llamar una serie precuela de Rogue One: Una historia de Star Wars son lo mejor que he visto de Star Wars en una década. Y lo dice uno que pensaba que una de las peores partes de aquella película era precisamente Cassian Andor. Diego Luna tratando de mezclar el frío rebelde con el encanto y el ingenio de Han Solo simplemente no le convenía ni a él ni a la cinta, por lo que los dos primeros episodios de Andor me tenían preocupado. Las dos primeras partes hacen que parezca que la serie sigue la misma pauta que las demás, con un antagonista que solo quiere fastidiarle la vida a Cassian y al resto de personajes, una trama que ya has visto cientos de veces y algunos flashbacks extraños que intentan hacer más simpáticos a ciertos personajes. Afortunadamente, sigue mejorando a cada minuto y a cada episodio conforme avanza.

Las cosas realmente arrancan cuando Cassian (no hay spoilers, tranquilos) decide arriesgarse en algo nuevo y llega a ver lo que realmente está sucediendo en la galaxia. El hecho de dejar atrás su antigua vida también hace que la serie abandone algunos tropos de Star Wars. Prácticamente en todos los aspectos ya comienza a sentirse más fresca y más única. El uso mínimo de efectos visuales y especiales, una vestimenta menos futurista, unos personajes más profundos y menos predecibles de los que no conocemos el destino, la exploración de la historia y los lugares de los que no hemos oído hablar mucho antes y, en general, una visión más cruda de Star Wars, han mantenido mis ojos pegados a la pantalla la mayor parte del tiempo, algo que antes solo han conseguido pequeñas partes de las otras series. Al igual que Rogue One, Andor da lo mejor de sí cuando intenta algo nuevo y diferente.

Esto incluye la actuación. Diego Luna es mucho más cautivador e interesante cuando se le permite mostrareln lado más oscuro y misterioso de Cassian, mientras que Stellan Skarsgård interpreta a un personaje sobre el que todavía no puedo decidirme, aunque en el buen sentido. Pese a todo, tanto la trama como algunas escenas siguen cayendo en viejos hábitos y clichés de vez en cuando, y todo lo demás parece una historia de guerra más realista con verdaderos intereses en juego.

Sin embargo, "no me digas las probabilidades", ya que el hecho de que gran parte de los dos primeros episodios se basen en la misma fórmula de las otras series, con un droide "divertido", un antagonista aburrido y un drama de pegote hacen que me preocupe un poco que los episodios tres y cuatro hayan sido solo disparos de bláster afortunados con sus nuevos enfoques. Jugar a cara o cruz no ha ido exactamente a mi favor si hablamos de Star Wars últimamente, pero las mejores partes de Andor hasta ahora muestran que este equipo sabe cómo condimentar las cosas. Rogue One: Una historia de Star Wars tiene uno de los mejores finales en un producto de Star Wars hasta la fecha, así que espero que esta trayectoria positiva siga adelante y que los muchos Bothans que murieron para traernos esta información lo hagan de forma muy entretenida. Si lo hacen de forma similar al episodio tres y cuatro, habrá merecido la pena.