Análisis de FIFA 23

Cuando se publican estas líneas se acaba de activar el acceso temprano a FIFA 23: Ultimate Edition de forma pública, pero nosotros hemos podido echar algunos partidos durante el día de hoy. No los suficientes como para ofreceros una valoración completa de todos los modos de juego y de la enorme cantidad de contenido que ofrece (por ejemplo nos fijaremos mucho en FUT y en el Modo Carrera), pero sí para recoger unas primeras impresiones a los mandos con la versión final.

Esa versión final de FIFA 23, que estamos jugando en versión PS5, está naturalmente más pulida y mejor acabada que la que probamos en primicia en EA Vancouver en Canadá durante el verano. Algunas de las mejoras que ya advertimos ahí siguen aquí o incluso se hacen más notorias, mientras que otras quizá esperen a las primeras reacciones de la comunidad, por aquello de que este FIFA 23 se va a actualizar mucho más que FIFA 22.

Saltan a la vista, nunca mejor dicho, los avances gráficos en cuanto a redes 3D de la portería, hierba mucho más realista, desgaste permanente en el terreno de juego, todo lo que tiene que ver con el estadio, las repeticiones y la ambientación o algunas animaciones añadidas por HyperMotion2, por no hablar de los jugadores franquicia cuyos rostros, texturas y modelos han sido puestos al día.

Con el mando en las manos, sin embargo, tenemos una de cal y otra de arena hoy por hoy. Es verdad que FIFA 23 resulta más alegre, ágil y fluido que FIFA 22 de primeras, y también parece que las líneas de defensa y ataque se mueven con mayor naturalidad, lo que genera huecos interesantes y divertidos. Sin embargo, algunas reacciones de los jugadores siguen pareciendo torpes, pesadas o imantadas, por ejemplo al darse la vuelta o al competir en una carrera codo con codo con un rival. Se hace raro que devolver un balón de cabeza en una lucha aérea pueda ser prácticamente perfecto, cayendo al pie del compañero cual movimiento automatizado, pero que otros pases parezcan totalmente desviados respecto a la intención inicial. O que tu defensa, por algún motivo, se quede clavado en ese césped tan bonito y sea incapaz de correr en condiciones.

De hecho, nos sorprende lo que se complica de primeras el marcaje o las decisiones que toma la IA en determinadas circunstancias, como si todavía necesitara un trabajo de pulido y equilibrado. Naturalmente, no es lo mismo encontrarse con estos atascos contra la CPU que hacerlo en el competitivo online contra otros jugadores, lo que quizá pueda derivar en mayores frustraciones.

En todo caso, vamos a seguir jugando durante esta tarde y el día de mañana a todos los modos de juego de FIFA 23 para ofreceros, como prometimos, una review completa ante el lanzamiento oficial este viernes 30 de septiembre de 2022.

Actualización: Análisis completo de FIFA 23

¿Es FIFA 23 una digna despedida de la legendaria licencia, o deberíamos esperar a EA Sports FC?

FIFA 22 fue una sorpresa bastante positiva. Es cierto que no hubo muchas mejoras en cuanto a modos de juego o nuevas características. Pero lo que realmente es, la acción sobre el terreno de juego en sí, fue probablemente la mejor desde FIFA 16, el último juego de la serie antes del nefasto cambio al "motor" de juego Frostbite. La introducción de la llamada tecnología HyperMotion, basada en la captura de movimientos de jugadores profesionales en situaciones reales de entrenamiento, dio lugar a animaciones más realistas y elevó la jugabilidad en varios aspectos. En FIFA 23 la tecnología se ha actualizado a HyperMotion 2.0 y se dice que da lugar a 6.000 animaciones únicas frente a las 4.000 del año anterior. Pero, ¿se ha mejorado la jugabilidad real tanto como sugieren las cifras?

La respuesta corta es que no, en lo más mínimo. Pero eso no quiere decir que no haya mejoras. FIFA 23 vuelve a estar muy bien presentado, con gráficos finos y efectos de sonido realistas. Antes del comienzo del partido se nos ofrece una breve escena de aficionados felices paseando por las calles de camino al estadio, y aunque hay menos cervezas y un ambiente menos hostil que en la vida real, sigue aportando otro pequeño extra a la ambientación del día del partido. En el terreno de juego, las animaciones siguen siendo impresionantes. Los defensas hacen intentos desesperados por interceptar el balón, y los jugadores ofensivos tienen una gran variedad de formas de hacerse con el control del balón, ya sea usando la cabeza o controlando el cuero con la rodilla. Incluso las colisiones entre jugadores se manejan de forma bastante realista, y las animaciones idénticas realizadas simultáneamente por dos o más jugadores, son en su mayoría cosa del pasado.

Pero, como el aficionado al fútbol sabe, no es la calidad de los jugadores en solitario, sino la forma en que el equipo trabaja como una unidad lo que determina el partido. Y en este aspecto, FIFA 23 no mejora mucho. Mi principal pega con FIFA 22 era que los cuatro defensas (o cinco, si tienes un entrenador italiano) a menudo se colocaban tan atrás que casi podían estar de pie observando desde detrás de la portería. Esto se ha "arreglado" aquí según nos explicó EA en exclusiva, y la línea defensiva no se mete tan al fondo cuando defiende una contra. ¿Quizá ahora están demasiado adelantados en el campo? Probablemente, pero con la presión agresiva y los defensas más resistentes, siguen siendo un reto decente en la dificultad Clase Mundial o Legendaria. También parece que los defensas se han vuelto mejores a la hora de provocar los fueras de juego. O tal vez los delanteros se han vuelto peores al coordinar sus carreras. Con FIFA siempre es dar un par de pasos hacia adelante y otro hacia atrás.

En muchos aspectos, ese es el principal problema. El gameplay de FIFA 23 se ha ajustado, pero no ha mejorado realmente. Por ejemplo, las jugadas a balón parado, que una vez más han sido revisadas, en lugar de colocar un marcador en el lugar donde quieres golpear en la portería (penaltis y tiros libres) o en el terreno de juego (córners), ahora simplemente apuntas "al bulto". La curva, la altura y la precisión exactas se añaden al elegir dónde vas a golpear el balón mediante el stick analógico. La sensación es más realista, pero sólo ligeramente, ya que sigue siendo demasiado fácil acertar en las jugadas a balón parado y el indicador visual hace que parezca que estás jugando al PGA Tour 2K21.

La última mejora destacable en el sistema de juego es el nuevo Power Shot, que parece "inspirado" por eFootball 2023. Antes, si pulsabas LB/L1 + RB/R1 al realizar un tiro, tu jugador realizaba un potente disparo bajo que apenas se levantaba del césped. Ahora, la combinación de botones desencadena uno de estos increíbles disparos que, cuando se acierta, hará que los comentaristas se vuelvan locos (por desgracia, sólo en la vida real: Derek Rae y Stewart Robson siguen siendo tan sosos como Juan Carlos Rivero, y ya de Manolo Lama ni hablamos). Al principio temía que fuera una supermovida imparable, pero por suerte no es así. Un tiro de potencia requiere mucho espacio y algo de tiempo para realizarlo, y en la mayoría de las situaciones, es mejor realizar un tiro normal. Ojalá la cámara no se acercara cuando intentas realizarlo, porque parece bastante ridículo cuando fallas.

En general, la dinámica de juego es prácticamente idéntica a la de FIFA 22. HyperMotion 2.0 es una mejora notable con respecto a las versiones de la pasada generación que se han quedado con el antiguo motor de partido, pero todos los equipos siguen jugando como el Manchester City y el Liverpool en uno solo: pases rápidos, presión intensa y una negativa rotunda a hacer un centro. El balón está pegado a los pies de los jugadores y los pases parecen misiles guiados por láser. No voy a negar que a veces sea bastante espectacular, pero rápidamente se vuelve repetitivo y 'scriptado' tanto si juegas online como contra la IA.

El hecho de que la jugabilidad esté algo lastrada por su propio peso quizá podría tolerarse si sus añadidos fuera del terreno de juego fueran más significativos, pero no es el caso. Uno de las principales novedades es la posibilidad de jugar con clubes femeninos de la Superliga femenina inglesa o de la División 1 francesa. El momento de esta adición no podría ser más oportuno, ya que se produce después de una gran Eurocopa en Gran Bretaña que ha ilustrado lo mucho que ha progresado el fútbol femenino en los últimos dos años y que la afición ya empieza a valorarlo como merece. Pero, en realidad, EA Sports no se merece tanto elogio por haber introducido las selecciones nacionales femeninas en FIFA 16 y sólo ahora, siete años después, añadir un contenido ligeramente ampliado.

Además de los amistosos, los entrenamientos y los torneos, el Modo Carrera es el último que queda en pie para los que prefieren jugar sin conexión. Un nuevo menú hace que el juego sea menos intuitivo para los veteranos y probablemente siga siendo demasiado tosco para los nuevos jugadores, mientras que el añadido más destacado no funciona tan bien como se pretende. Me estoy refiriendo a la posibilidad de simular un partido saltándose automáticamente todas las partes aburridas y reproduciendo sólo las más destacadas, como las jugadas peligrosas a balón parado o los contraataques. Aunque no es tan difícil marcar goles en los últimos FIFA, sigue siendo necesario hacer algunos intentos y, con sólo un puñado de oportunidades para cada equipo durante esta simulación, un empate a uno lo sentí como otro deprimente partido ordinario.

En muchos sentidos, los diferentes tipos de simulación ilustran lo que está mal en el modo carrera. Ahora puedes saltar directamente al resultado, ver puntitos luchando (como en Football Manager) o reproducir tú mismo los momentos destacados. Tres opciones distintas, dos de ellas recién introducidas, y todas bastante insatisfactorias. La simulación de texto simple que daba lugar a resultados realistas y al mismo tiempo era bastante emocionante se vio por última vez en FIFA 19 y desde entonces el modo carrera se ha vuelto más torpe, lleno de adiciones innecesarias como el modo de entrenamiento renovado (de FIFA 21) y las muchas, muchas escenas de corte incómodo y entrevistas después del partido. Este año es incluso peor. Por ejemplo, cuando jugaba con el Arsenal, vendí a Gabriel Jesus y vi dos escenas distintas, pero idénticas, en las que salía del club escoltado por el entrenador. La segunda era un error (uno de los muchos bugs que hay en el modo carrera), pero la primera también era completamente innecesaria, por no decir completamente irreal.

En cuanto al juego online, el añadido más destacado es el juego cruzado entre Xbox Series, PS5 y PC (y, bueno, entre Xbox One y PS4). Aparte de eso, volvemos a hablar de ajustes menores en lugar de añadidos relevantes. Volta se ha integrado con Clubes Pro, por lo que tu progreso en este último puede usarse para comprar accesorios como gafas, tatuajes y chaquetas de colores extraños para tu jugador virtual de fútbol callejero. Un par de nuevos potenciadores hacen que el modo arcade sea un poco más emocionante, pero en su mayor parte Volta sigue siendo un FIFA normal en un campo más pequeño en el que los jugadores hacen todo lo posible para que los pases sencillos parezcan excesivamente complejos. Un divertido minijuego al estilo de un Mario Party, en el que te enfrentas a otros jugadores para golpear obstáculos o hacer malabares con el balón, ilustra que todavía hay potencial en Volta, pero los fundamentos podrían pulirse un poco más.

FIFA 23 Ultimate Team sigue siendo el lugar en el que más horas y, sobre todo, más dinero se va a gastar la gente. Sin embargo, EA no se ha esforzado en cambiar su lucrativo modo esta vez. El cambio más notable es un nuevo sistema de química, que da un poco más de flexibilidad a la hora de crear tu 'Dream Team'. Además de luchar por las recompensas virtuales en Rivales de División y Batallas de Escuadrón, ahora también puedes probar tu mano en Momentos Dorados. Aquí se te encomienda completar objetivos basados en partidos reales: la primera de las listas de juego rotativas trata sobre la carrera de entrenador de Jürgen Klopp y la gran irrupción en escena de la estrella del PSG Kyllian Mbappé. La idea es bastante buena, pero la ejecución es deficiente, ya que tus objetivos (como hacer un cambio de juego o una finta específica) a menudo no tienen relación con el momento real que se supone que debes recrear. Y, por supuesto, estás jugando con tu equipo definitivo, no con las plantillas reales de, por ejemplo, el Mainz 05 durante el exitoso reinado de Kloop.

Después de haberse estancado un poco durante la última generación de consolas, la serie FIFA parecía haber vuelto a su cauce con el cambio a un hardware más moderno. FIFA 21 ofreció muchas mejoras fuera del terreno de juego y FIFA 22 introdujo muchas otras cruciales en la jugabilidad real. En comparación, FIFA 23 se queda corto en ambos parámetros. No está mal, y ciertamente hay muchos añadidos si echas un ojo a la información oficial. Pero eso es todo. Los añadidos dan la sensación de haber sido diseñados a grosso modo, y no creo sinceramente que vayan a cambiar el juego de forma significativa. Como el acuerdo de licencia con la FIFA expira tras el lanzamiento de este juego, el "próximo FIFA" se conocerá como EA Sports FC. Esperemos que esto signifique que EA se ha estado guardando sus recursos para un relanzamiento impresionante ya con la generación bien entrada, pero sea o no el caso, FIFA 23 no ha sido la despedida que la licencia se merecía con su trigésima y última entrega.