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Análisis de Sifu

Nos ha costado sudor y lágrimas pasarnos a base de puñetazos y patadas la historia vengativa de kung-fu que nos trae Sloclap.

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Desde que Sloclap desveló por primera vez que iban a sacar Sifu, un videojuego de peleas sobre artes marciales, he estado muy intrigado. Por fuera, parece ser un título para rendir homenaje a las míticas películas de artes marciales, debido a sus planos impresionantes y a un sistema de combate amplio y complejo que requiere que el jugador entrene y aprenda a ser un combatiente más hábil. Es el tipo de juego que tiene pinta de que vaya a ofrecer una experiencia similar a la de Absolver, el antiguo título del estudio, en el sentido de que cada uno recoge lo que siembra durante el juego y, al tener esto en cuenta, estaba ansioso por tener la oportunidad de meterme de lleno en el juego. Ya he probado suerte con Sifu a falta de unos pocos días para que su lanzamiento, pero tengo sentimientos encontrados.

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Sin embargo, antes de ponerme a hablar de mis sensaciones, ¿de qué va exactamente Sifu? Este juego te mete en la piel de un guerrero con un don para el kung-fu. El objetivo es bastante simple, tienes que usar tus habilidades para encontrar y aniquilar a una banda de asesinos que mataron a tu familia y que te abandonaron a tu suerte cuando eras pequeño. La pega está en que este grupo de cinco individuos son los líderes de varias bandas criminales y, para llegar hasta ellos, tendrás que luchar contra hordas de criminales diestros en las artes marciales para poder llegar hasta el jefe. En este sentido, se trata de la típica historia de venganza, pero Sifu se diferencia del resto en su sistema de envejecimiento especial y desafiante por el que puede que te lleves un buen castigo si cometes errores.

La idea del sistema de envejecimiento es que te vas haciendo un poquito más mayor cada vez que mueres en combate. Esto se consigue a través de los contadores de muerte, que básicamente son vidas extra que también indican el número de años que envejeces por cada caída. Por ejemplo, como empiezas el juego con 20 años, sumas uno al contador la primera vez que te maten, por lo que tienes 21 años cuando resucitas. Si te las ingenias un rato para sobrevivir y acumulas la puntuación suficiente, recuperarás el contador de forma que, la próxima vez que mueras, solo envejecerás un año y cumplirás 22. No obstante, si no lo consigues a falta de un contador, envejecerás dos años y en su lugar cumplirás 23. Este sistema va más allá dependiendo del número de contadores que tengas (por ejemplo, si tienes 53 años y tienes seis contadores al fallecer, cumplirás 59 cuando recobres la vida).

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El jugador puede acumular hasta ocho contadores antes de que se acabe la partida, la cual tendrás que reanudar al principio del nivel, por lo que puede que llegues hasta casi los 100 años antes de que aparezca la pantalla de "game over", pero también puede que tengas poco más de 50, todo depende de hasta qué punto te mantengas firme en combate. Lo principal es saber que, aunque puedes volver a sumar si acumulas puntos, el envejecimiento es permanente y solo se puede reducir si vuelves a empezar un nivel. Además, sacrificas la salud a cambio de propinar golpes más fuertes conforme vas envejeciendo, lo que permite que el tema de la edad al ser un viejo maestro no sea una debilidad del todo.

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Para desarrollar esto, tal y como he señalado antes, Sifu también brinda uno de los sistemas de combate melé cuerpo a cuerpo más complejos y sorprendentes que jamás haya experimentado. Es un sistema con el tipo de pelea en la que te las tienes que apañar para enfrentarte a múltiples oponentes a la vez, usando el entorno y los combos para abrirte paso entre los enemigos. Cual peli de kung-fu, vaya. No obstante, como solo eres una persona, en el combate se espera que te armes de paciencia y que te pienses mucho lo que vas a hacer, suponiendo que si te lanzas a abrirte camino entre las hordas de enemigos (y te pones a partir cráneos como en Batman de Rocksteady), vas a acabar fracasando de forma casi inmediata. Tienes que atacar, bloquear, esquivar, hacer combos y todo lo que sea en el momento justo o, en pocas palabras, vas a palmarla... muchas veces.

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Hay que reconocerle a Sloclap el mérito de desarrollar este sistema, pues está muy bien diseñado y clava a la perfección la sensación de la precisión y la forma de proceder de las artes marciales, con el plus de los diseños ambientales y escenas (el plano lateral de la escena del pasillo que hace honor a Oldboy se convierte en un clásico instantáneo), que son excelentes y que hacen de Sifu una historia de las que sobresalen mucho, una de las que te podrías imaginar en la gran pantalla con Donnie Yen o Jet Li en los papeles protagonistas.

Pero aquí viene el quid de la cuestión. Todos estos aspectos están muy bien, y no cabe duda de que el juego se va desarrollando de maravilla y que su aspecto es una auténtica pasada, pero eso no quita que Sifu pueda llegar a ser tan difícil que, algunas veces, jugar se haga agotador. La esencia del diseño del combate y del sistema de envejecimiento radica en crear una experiencia tan compleja que resulta aplastante. No te haces una idea de verdad hasta que, al inicio del juego, conoces al primer jefe al terminar el primer nivel, ya que te quebranta hasta el alma y te quita años de vida mientras luchas por parar su arremetida infalible de volteretas y patadas de las que hacen picadillo tu barra de salud. Sin embargo, es más que posible controlar esta pelea. Es lo que viene después lo que te corta las alas, porque tienes que (y recalco mucho el "tienes" en esta situación) que superar este primer nivel sin morirte muchas veces, sin envejecer mucho y sin acumular muchos contadores de muerte porque, de lo contrario, no vas a poder tener una experiencia seria a lo largo del resto de la historia. Os estaréis preguntando, ¿y por qué? Porque el primer jefe es pan comido en comparación con el segundo matón, y así en adelante, porque empiezas el siguiente nivel a la edad en la que acabaste el anterior.

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La cosa está en que, si no superas el siguiente nivel lo más joven y con el menor número de contadores posible, ya te puedes ir despidiendo de tu oportunidad para completar el próximo nivel. Si no te preparas de forma adecuada, vas a tener que repetir todos los niveles de antemano otra vez para rebajar (o, mejor dicho, rescatar) años de tu vida cuando puedas para que todo se adapte a la perfección nivel tras nivel para completar la historia. No me malentendáis, su naturaleza repetitiva hace maravillas para ayudarte a dominar el sistema de juego y mejorar tus habilidades como artista marcial del kung-fu, pero, a la misma vez, está claro que vas a mejorar combatiente a medida que simplemente repites justo las mismas situaciones de lucha una y otra vez para encontrar la mejor manera de superarlas, porque en Sifu no se diferencia a los enemigos que te enfrentas en lo más mínimo. Una vez que ya has pasado por un nivel, ya sabes exactamente lo que te espera en cada una de las salas cuando vuelves, lo que facilita un poco el reto, pero a costa de una dinámica de juego bastante repetitiva y que no te llena lo suficiente.

La evolución del juego no contribuye a todo lo anterior, pues se parece un poco a los "roguelike" en el sentido de que te quitan cada mejora que consigas cada vez que empiezas de nuevo un nivel, a menos que te dediques a conseguir mejoras permanentes (para las que necesitas invertir mucha más experiencia a la hora de adquirir una habilidad o un combo), lo que mantiene disponible la supuesta habilidad más allá de que mueras y vuelvas a empezar el nivel, pero tampoco es que se trate de un sistema que te satisfaga mucho. Todo esto me lleva a comentar las razones por las que todavía tengo sensaciones muy encontradas en cuanto a Sifu. Por una parte, se trata de un juego muy fuera de lo común que tiene mucho potencial y muchas razones para que caigas rendido a sus pies, pero, por otro lado, da una sensación patente de que está diseñado para el número tan reducido de jugadores que cuentan con la paciencia y la fuerza de voluntad para fracasar y fracasar repetidas veces antes de comenzar a ver alguna mejora significativa en la propia partida, así como alguna nueva evolución importante en la narrativa. Si cuentas con una determinación de hierro y puedes asimilar que van a acabar con tu vida a patadas durante horas hasta el final, Sifu tiene muchas papeletas para ser el juego perfecto para ti. El resto, que vayan con cuidado y que entiendan dónde se están metiendo.

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07 Gamereactor España
7 / 10
+
Tiene un sistema de combate original y diverso. Las escenas y los elementos visuales son de primera. El sistema de envejecimiento, aunque resulte agotador, está bien implementado.
-
Se repite como el ajo. La forma de progresar en el juego es insípida e insatisfactoria. Su naturaleza desafiante puede tirar para atrás.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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