Análisis de Tony Hawk's Pro Skater 1 + 2

Hay algunos juegos de los viejos tiempos de PlayStation que resumen algunos estilos de vida con tanta precisión que asusta. De hecho, a mi me sirvieron para volver a un mundo al que ya no pertenecía, que había dejado atrás desde que partí mi patín Hosoi en una rampa de cuatro metros cuando aún era un crío. Cuando se estrenó Tony Hawk's Pro Skater a mi ya se me habían quitado las ganas de patinar, pero eso cambió de la noche a la mañana.

La primera entrega se estrenó en septiembre de 1999, y como ya había ocurrido con casos anteriores como Wipeout o Gran Turismo, el juego de Neversoft se convirtió en un fenómeno cultural. No era solo un juego ejecutado de forma brillante, con unos gráficos fantásticos para la época y un control fácil de comprender a la primera y complicado de dominar al máximo que te obliga a ir aprendiendo. Además reflejaba a la perfección el movimiento con la inclusión de estrellas del skateboarding, una banda sonora ideal y localizaciones en su punto. El propio Tony Hawk se implicó al máximo y entre unos y otros, también gracias al videojuego, consiguieron dar una nueva vida a un deporte que estaba empezando a decaer.

Tony Hawk's Pro Skater 1 + 2 es, como dice su nombre, una nueva versión de los dos primeros de la serie y ha sido desarrollado por un equipo que Activision ha utilizado para todo, como por ejemplo en varios Skylanders, Vicarious Visions. El sistema de juego, todos los trucos, el timing y los controles los han dejado intactos respecto a las versiones originales, al igual que la música y los skaters que ya estaban recogidos. Lo que han más han cambiado son los gráficos, rehechos desde cero, y también han cogido algunos trucos más de entregas posteriores como el muy solicitado reverso. Además, hay más música y más profesionales y el nuevo modo Create-A-Park. Pero el objetivo ha sido mantenerse todo lo fiel que es humanamente posible teniendo en cuenta que han pasado 20 años de avances tecnológicos y no es un juego retro.

Por eso, el nuevo Tony Hawk es bastante reconocible en términos de gameplay, más de lo que esperaba. Es como montar en bici después de mucho tiempo. Si te aprendiste las combinaciones de botones y cómo hacer trucos largos, en cuanto tienes en el mando en la mano sabes cómo hacerlo (aparentemente). En comparación a Skate o a Skater XL, que son los títulos de hoy en día que han venido a renovar el género, el juego de Activision es mucho más fácil de manejar porque es más arcade, y yo con eso estoy feliz. La cosa va tanto de clavar los aterrizajes como de encadenar bien los trucos a base de manuals. Vaya, lo de siempre.

Trae 12 escenarios en el primer juego y cada uno de ellos presenta varios retos. Cosas como conseguir no sé cuantos puntos, ejecutar los trucos que te pidan en sitios concretos o recoger por el escenario las letras s, k, a, t y e. Qué sensación me produjo volver a esa nave industrial al arrancar Tony Hawk's Pro Skater, y mira que esa forma de presentar las misiones, con sus límites de tiempo, se ha quedado bien anticuada, pero me alegro de que el estudio haya optado por conservarlo y no modernizarlo porque estaba bien así y lo sigue estando.

El nivel de dificultad de estas dos entregas es bastante bajo, pero teniendo en cuenta que puedes volver cuando quieras para completar los retos que te hayas dejado y que puedes crearte tanto el personaje como el skatepark que te plazca, consiga que parezca el adecuado dentro de la tónica general. La música también es tan buena como lo era en 1999 y el inicio de los 2000, grupos clásicos del género y la época a los que han añadido novedades como Machine Gun Kelly o Billy Talent. Por cierto, que la voz del propio Tony Hawk, tranquila y sosegada, es ideal para esas lecciones de skate para principiante con las que abre el tutorial de la primera entrega. Pero esto hace 21 años que lo sabemos todos.

Lo que no impresionan son los gráficos. Como decía, Vicarious Visions ha rehecho cada píxel desde cero y, aunque ha logrado captar la estética perfectamente, lo que es técnicamente hablando ha quedado bastante feote. Hay varias veces en las que puede pasar por un juego de PS3. Al menos las animaciones y la tasa de frames por segundo son impecables, pero ya que nos pone el caramelo, el estudio podría haber hecho más en aspectos como texturas e iluminación.

Los gráficos es lo único malo de este Tony Hawk 1 + 2, que tiene todo lo demás bueno. No es una maravilla, no hay que perder la cabeza porque no es el mejor remake que hemos visto en estos tiempos, pero es un juego deportivo equilibrado, accesible y muy divertido. Además de que fue y es capaz de recrear un estilo de vida con una credibilidad que muy pocos consiguen, ni siquiera en simulador.