Análisis de Age of Empires: Definitive Edition

Age of Empires es uno de los pioneros del género de la estrategia a tiempo real. También fue uno de los primeros juegos que este redactor pudo disfrutar en Windows 98. El año pasado se celebraban 20 años de aquellas batallas multitudinarias y Microsoft pensó celebrarlo con una reedición del juego que reflejase sus virtudes con la calidad gráfica actual. No llegó, se retrasó este Age of Empires: Definitive Edition, que por fin está en las tiendas.

Es, por tanto, una revisión del original, o más bien una remasterización del juego base más la expansión El auge de Roma. La campaña, o más bien las diez campañas, suponen retos de misiones encadenadas y bastante cambiadas con varias civilizaciones. Y el modo libre permite tomar cualquiera de las 16 recreadas y evolucionar con ellas desde la Edad de Piedra a la Edad de Hierro. La estrategia y la toma de decisiones es la esencia de este título de control masivo en el que hay que recolectar recursos y gastarlos bien en desarrollo o en guerra.

Se dice que los recuerdos de los grandes juegos nos hacen pensar que son más bonitos de lo que en realidad eran, pero con esta reedición el truco es creíble. Forgotten Empires ha rediseñado edificios y unidades por completo mediante una técnica curiosa que da muy buen resultado. Primero lo ha modelado todo en 3D para extraer renderizados 2D, con 32 direcciones de movimiento en el caso de los soldados, aldeanos y vehículos. Por supuesto, también han mejorado las texturas, se ha expandido el soporte a 16:9 y hasta resolución 4K. No pretende ser nuevo, pero es atractivo.

Gran avance también en la banda sonora y los efectos de sonido, porque se nota que lo han grabado todo otra vez para esta Definitive Edition. No solo eso, han pasado de composiciones MIDI a música orquestada, y eso es todo un privilegio. Pero a riesgo de que nos llaméis nostálgicos, hay que decir que en algunas ocasiones se echa de menos no reconocer los temas a la primera debido al trabajo de adaptación. Es solo un comentario, es una BSO espectacular.

Puede que haga años que no tocamos un AoE, pero no cuesta nada volver a hacerse con los controles y empezar a ver las novedades que ha añadido el estudio. Son elementos que llegaron en las iteraciones como los atajos de teclas, la selección múltiple, la búsqueda de unidades inactivas o las colas de producción. Sería impensable no disponer nada de eso ahora, y por suerte sí lo contiene.

El problema está en que de poco sirve si la Inteligencia Artificial no responde bien, y menos en un RTS. La sensación que nos deja es que este elemento ha empeorado. Las unidades han heredado ese comportamiento marioneta del original y no solo en las animaciones. Si les mandas que hagan un camino lejano a veces escogen atajos en los que acaban atascados o se meten en peleas innecesarias. El mayor fallo está en los aldeanos encargados de recoger recursos, que repente se quedan parados sin saber qué hacer. También hemos notado bastante parálisis en los soldados, sobre todo cuando suenan las campanas de ataque.

La base jugable es exactamente la misma de siempre, la misma que ha mantenido la serie. No hay ni nuevas unidades, ni nuevas evoluciones, porque el contenido se ha mantenido tal cual. Pero sí ha habido un cambio básica, la subida del número de unidades máximas por civilización de 50 (o 75 en la expansión) a 250 unidades. Esto ha provocado que cambien los ritmos de partida y que las batallas sean más complejas. menos mal que tenemos todos esos ajustes de control, porque si no sería injugable.

Desde el principio, Age of Empires ha ofrecido un editor de niveles para crear escenarios de combate individual, multijugador o campañas al gusto y hay que agradecer que también lo hayan retocado y mejorado la interfaz para que sea aún más útil. Poco podemos decir del multijugador online, que será cruzado entre PC y Xbox One, porque en el momento de escribir este análisis los servidores aún estaban cerrados. Un factor a saber es que no se vende en Steam, solo en la tienda Windows, al menos por ahora.

Por muy retocado que esté, Age of Empires: Definitive Edition no deja de ser una remasterización de un juego muy viejo. El mismo motor y las mismas mecánicas deben soportar otras decenas o cientos de horas de juego, con la novedad de que ahora se ve mejor y que hay parches en el control para que jugar sea más sencillo. El género fue avanzando y el viejo AoE quedó atrás, y eso sigue siendo así, por lo que comprarlo es más bien un acto de nostalgia o una decisión impulsiva que la búsqueda de la perfección en el RTS, algo que quizá venga con Age of Empires 4.