Análisis de The Turing Test

Lo arriba mencionado no solo se trata del significado del juego, sino de la propia fuerza central de la historia y de las motivaciones de los personajes en The Turing Test. Otro de los conceptos con los que tendrán que familiarizarse los jugadores será con la prueba de la Habitación China: un experimento para desafiar la afirmación de que es posible que un ordenador utilice un programa para tener una mente y una conciencia como la de los humanos. Esta frase saldrá una y otra vez durante tu viaje por el título. Algunos se acabarán de acordar de Virtue's Last Reward.

En The Turing Test, te pondrás en la piel de Ava Turing, una científica en ciernes que investiga en Europa (una de las lunas de Júpiter) tras ser despertada prematuramente. El artífice del despertar es T.O.M, la IA de la base, que despierta a la protagonista porque el resto de su tripulación se ha perdido y T.O.M necesita su ayuda para encontrarlos.

Así, nada más empezar, ya sabíamos con qué nos íbamos a encontrar. Se trata de un título de puzles en primera persona, del estilo de Portal y The Talos Principle, en el que tendrás que resolver puzles tridimensionales para continuar. De hecho, al igual que Portal, nuestra protagonista también tendrá una especie de pistola. En este caso, el arma tiene la capacidad de absorber y dispersar esferas de energía, con lo que el personaje podrá abrir puertas y moverse por plataformas elevadas más fácilmente.

En los primeros niveles, tendrás que utilizar su habilidad para mover una bola de energía dentro de un agujero y así poder progresar, aunque al poco empezarás a darte cuenta que tendrás que hacer gala de todo tu ingenio para seguir el viaje. No solo tendrás que lidiar con bolas azules de energía, sino también con esferas de otros colores y distintas propiedades. De hecho, algunas hasta tienen límite de tiempo y otras no podrás absorberlas siquiera, con lo que te tocará moverlas manualmente.

También hay interruptores que tendrás que mantener pulsados con un objeto para poder cruzar una puerta y, hacia el final, te verás obligado a encadenar una combinación de secuencias cada vez más intrincadas para poder seguir. Ahora bien, a nosotros nos pareció que la curva de dificultad era un poco extraña. Y no porque nos fuese demasiado difícil, sino porque el pico de dificultad variaba de tal manera que o bien completábamos el puzle final del capítulo con una facilidad pasmosa o bien nos encontrábamos con un puzle dificilísimo al comienzo de otro.

De hecho, el asunto mejora cuando, en cierto punto de la historia, la protagonista consigue la habilidad de controlar los aparatos electrónicos. Por desgracia, la historia no da una razón demasiado coherente y nos ha dejado un poco perplejos y con la sensación de que no tiene mucho sentido. No nos malinterpretéis, el 'gameplay' y los puzles mejoran un montón, pero no queda muy bien explicado.

Por otro lado, encontrarás puzles secretos durante tu viaje, que en algunos casos son mucho más complicados que el resto de puzles normales. Sin embargo, la recompensa se incorpora a la historia a modo de trasfondo para los personajes, con pistas de audio en grabadoras y ordenadores. La verdad es que nos ha parecido un puntazo, porque profundiza en todo lo que ha pasado mientras dormías.

El principal método que tiene el juego para contar la historia son líneas de diálogo cuando entras a una nueva habitación con un puzle nuevo, principalmente entre Ava y T.O.M. En estas ocasiones, la IA de la base presentará unas teorías bastante profundas sobre el concepto de la Habitación China y cómo este afecta a sus decisiones y a su razonamiento, y al mismo tiempo Ava intenta entender lo que significa ser humana. Hay que dejar claro que el doblaje es increíble, aunque tampoco haya demasiado: por parte de Ava obtenemos la cantidad exacta de emociones que contrasta con la falta de emotividad de T.O.M.

Aunque nosotros jugamos a la versión de Steam, no tardamos en darnos cuenta de que aunque los controles en el PC molan, el mando funciona genial (si te gusta más que el teclado y el ratón). Al igual que sucede con la mayor parte de shooters en primera persona, The Turing Test utiliza los gatillos de los mandos de Xbox para absorber y repartir las bolas de energía, de forma que podrás correr si te mueves con la palanca analógica izquierda y saltar con el botón A. Sin duda alguna, es una pena que el título no le dé más y mejor juego a estas habilidades.

Algo que sí querríamos añadir es que en muy pocas ocasiones conseguimos resolver en esencia los puzles de las esquinas, por lo que algunos se convierten en algo imposible (o lo parecen después de haberlo intentado un millón de veces). Nos parece un poco inconveniente, pero, afortunadamente, el título tiene una "zona de reinicio" para que vuelvas a hacerlo todo si te da la impresión de que la has liado.

En general, The Turing Test se podría definir como un clon de Portal, pero decir eso sería hacerle un feo a Bulkhead Studios y a su título. Puede que avance por un camino un poco manido ya, pero lo hace muy pero que muy bien: los puzles son muy inmersivos y la variedad es buena, por lo que no te da la sensación de que empiezas un capítulo para hacer lo mismo una y otra vez. A ello hay que sumarle el magnífico doblaje y el interesantísimo punto de vista del Test de Turing y de la Habitación China, lo que ayuda a que The Turing Test destaque por sí solo entre la competencia.