Análisis de Tales of Hearts R

Este baremo puede subir o bajar levemente por el juego en sí, acentuarse la diferencia según la afinidad que llegue a tener el usuario con los personajes y los acontecimientos que se narran. Este es uno de los motivos por los que, a diferencia de otras franquicias, los usuarios no terminan de tener un claro favorito: Tales of Phantasia, Tales of Symphonia, Tales of the Abyss, Tales of Vesperia o Tales of Xillia 2 son algunos de los títulos preferidos por los usuarios, pero sin que haya uno que destaque evidentemente sobre los demás.

Poder afirmar con rotundidad que todas las entregas de Tales of son juegos de nivel elevado y que todos ellos pueden ser una apuesta segura es un lujo del que muy pocas compañías pueden presumir. De hecho, lo más normal es que haya altibajos entre entregas o que las novedades introducidas para revitalizar la franquicia no sean del agrado de los jugadores, algo que se puede aplicar tanto al mundo del rol como a cualquier otro género que se nos venga a la mente (con menciones especiales al survival horror y a los títulos deportivos).

Parece que Bandai Namco, con Hideo Baba como cabeza visible de la franquicia Tales of, han encontrado una fórmula perfecta y han sabido siempre qué cambiar para mantener la esencia de la serie intacta de una entrega a otra, pero ofreciendo elementos novedosos para que cada capítulo sea diferente al anterior: personajes carismáticos, argumentos sencillos que evolucionan de forma profunda y compleja, aspecto visual y sonoro muy cuidados, abundantes misiones secundarias, aventuras largas y, por último, un sistema de combate dinámico que adquiere nuevos matices y características particulares concretas en cada entrega.

No es de extrañar, por tanto, que la franquicia sume ya quince entregas principales, ni que poco a poco se vaya haciendo un hueco en otros mercados diferentes al japonés (en los que no llegaron a triunfar otros emblemas del rol nipón como Dragon Quest). De hecho, el crecimiento de la serie Tales of es tal que Bandai Namco está apostando más que nunca por la franquicia, hasta tal punto que, cuando todavía no se nos ha pasado la resaca de Tales of Xillia 2 (que llegó a las tiendas el pasado mes de agosto), ya tenemos entre nosotros Tales of Hearts R para PlayStation Vita. Un movimiento que responde, sobre todo, al interés de la compañía de alcanzar el ritmo de lanzamiento japonés, ya que en occidente estamos varias entregas por detrás y, concretamente este capítulo para la portátil de Sony nos llega un año y medio después de su lanzamiento japonés y seis años después de su lanzamiento original para Nintendo DS.

Lo cierto es que no podemos más que alegrarnos de que el movimiento de la compañía japonesa sea intentar recuperar el tiempo perdido y que, aunque sea algo tarde, podamos disfrutar de los mejores capítulos que nos hemos perdido en su momento (tal y como pasó ya con el remake para Nintendo 3DS de Tales of the Abyss) y con una completa traducción de los textos al castellano (en el caso de Tales of Hearts, se conservan las voces originales de la versión japonesa). En primer lugar, es una gran noticia para los amantes de la franquicia y para los aficionados al rol japonés en general. En segundo lugar, es una gran noticia ver títulos de este calado en la portátil de Sony, que sin hacer ruido se está convirtiendo en la máquina de referencia para los amantes del rol y de los juegos de nicho.

Tales of Hearts R es un gran título en todos y cada uno de sus aspectos, cuyo único fallo remarcable sería la antigüedad que se le nota encima. Como fue concebido originalmente en 2008 para portátiles y, por tanto, precede a Vesperia, Graces o ambos Xillia, es un título que mantiene un sistema de juego un tanto anticuado que todavía no se beneficia de todas las mejoras introducidas en las entregas posteriores que hemos podido disfrutar recientemente. Por tanto, al afrontar Tales of Hearts R hay que tener en mente que es un juego más acorde con lo visto en Tales of Symphonia o Tales of the Abyss. Esto no es nada malo de por sí, más allá del hecho de que se agradecerían ver algunas de las mejoras introducidas posteriormente y quitar esa pequeña sensación de paso atrás que transmite la producción, sobre todo en elementos como el mapa del mundo. Efectivamente, el mapa vuelve a ser el clásico de texturas planas en el que se ve todo lejano y un personaje gigantesco moviéndose por él, con combates aleatorios, similar a los mapas que se vieron en los juegos de rol nipones durante sus inicios y, sobre todo, en las generaciones de los 16 y los 32 bits. También quedan anticuadas las secuencias de animación, en las que se mantiene el formato de pantalla original de Nintendo DS.

Más allá de los matices que desvelan la antigüedad del juego y el retraso con el que nos llega, Tales of Hearts R es una producción satisfactoria en elementos cruciales como puede ser la historia. Siguiendo con las líneas básicas de la franquicia, el juego empieza con un argumento muy sencillo en el que Kor Meteor (el protagonista) rompe sin querer la spiria de Kohaku Hearts (la protagonista). La spiria es un cristal que contiene todas las emociones de las personas y que se convierte en el elemento más importante que sustenta el mundo del juego, por lo que sin ella, Kohaku es poco más que una marioneta sin alma. Sin embargo, la aventura de ir en busca de los fragmentos de spiria de Kohaku acaba convirtiéndose en una gran misión de salvar al mundo, con abundantes e inesperados giros argumentales bien llevados y que consiguen enganchar al jugador a su consola de principio a fin. También los personajes son bastante carismáticos, aunque cierto es que se mantienen más dentro de unos límites más básicos, sin querer salirse de los papeles preestablecidos habituales del género. Tal es así, que pese a dejar un buen sabor de boca es poco probable que alguno de ellos llegue a eclipsar a otras caras de otras entregas de la franquicia como el favorito de los seguidores.

El argumento cuenta con la ayuda del fluido y brillante sistema de juego para conseguir enganchar. El esquema de combate (llamado en esta entrega "sistema de combate linear con persecución aérea") es muy divertido y dinámico, con control directo sobre los personajes y sobre las habilidades que queramos realizar. Tan divertido que anima a subir de nivel, con abundantes decisiones por tomar en el desarrollo de los personajes al nivelar, con la posibilidad de determinar hacia dónde queremos llevar a los héroes (tipo luchador, mago, apoyo, etcétera).

Por lo demás, el juego se ciñe estrictamente a las que fueron las convenciones del género durante más de veinte años: subir de nivel acabando con cientos de enemigos, comprar armas nuevas, invertir puntos de habilidad en nuevas destrezas para los héroes, explorar amplias mazmorras con puzles, recorrer el mapa del mundo a pie, grandes combates contra jefes finales, etcétera.

Aunque llegue tarde y no destaque por ser el mejor capítulo de la franquicia a nivel objetivo (como decíamos al principio, a nivel subjetivo todos los títulos están dentro de unos estándares de calidad bastante similares), no se puede negar que Tales of Hearts R es un gran juego de rol japonés que nutre un catálogo de PlayStation Vita que parece agónico, pero que está repleto de propuestas de calidad para determinados grupos de usuarios. Además, a diferencia de otras producciones, Tales of Hearts R cuenta con textos en castellano, lo cual lo convertirá en un producto más atractivo para muchos jugadores que tienen esa barrera del idioma.

Estamos ante un juego largo (entre 30 y 40 horas la aventura principal, más luego el tiempo que se quiera invertir en misiones secundarias), divertido, dinámico, con muchas sorpresas y, lo más importante, que deja un buen sabor de boca al final de cada partida. Puede que no innove en nada y tenga un regusto muy a clásico de hace más de un lustro, pero pese a todo consigue funcionar como título del año 2014. Porque lo que sí hace, lo hace muy bien.