Análisis del iPhone 14 Pro Max

Es difícil valorar la innovación real en el mercado de los smartphones, excepto, por supuesto, los avances que hemos visto en el mercado de los plegables. ¿Cuándo "cumple" Apple en un cambio de generaciones? ¿Cuándo hay "suficiente" tecnología nueva como para justificar una mejora? ¿Qué necesitamos para cambiar de plataforma? Son preguntas cuanto menos bastante abiertas, y, según parece, las respuestas son tan subjetivas que puede ser difícil extraer una idea en claro.

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Así que en lugar de detenernos en verdades potencialmente absolutas, quizá sea más conveniente analizar si el iPhone 14 hace "lo suficiente" para mí, para un usuario que ha tenido OnePlus, Samsung, Sony y Google Pixel. ¿Ha hecho Apple lo suficiente? ¿Es esta generación una de las mejores? Echemos un vistazo.

El "juego" de las especificaciones parece ya un poco cansino. Está claro que a veces tiene sentido, como en el caso de un nuevo Sony Xperia que depende de su hoja de especificaciones, pero muchas veces esta lista tan monótona no da ninguna idea de lo que un smartphone puede hacer por nosotros como usuarios. Como dice MrMobile (deberíais seguirlo); "los smartphones son más que su silicio".

Desde fuera, el iPhone 14 Pro Max resulta familiar, en el sentido de que hay que fijarse mucho para darse cuenta de que el borde de la pantalla es mínimamente más pequeño, o de que las lentes de la cámara son ligeramente más grandes. El tamaño y peso son reconocibles y la forma, en mi opinión, sigue encajando perfectamente con el concepto del iPhone. Si combinamos esto con el cristal Ceramic Shield, una parte trasera a prueba de huellas dactilares, la certificación IP68 y espacio de hasta 1 TB, no hace falta señalar inmediatamente al diseño. Incluso seguiremos teniendo tarjeta SIM física durante un año más.

La pantalla es lo que más destaca, sin lugar a dudas. Mientras que Samsung brilló anteriormente con una magnífica saturación de color y un brillo ligeramente superior medido en NITS en un soleado día de verano, ahora puedo decir sin miedo a equivocarme que las pantallas de Apple en los dos modelos Pro son las mejores del mercado actual. Por supuesto, hay razones técnicas para afirmarlo. 2796x1290 a 460 ppp, tecnología OLED Super Retina XDR, contraste de 2000000:1, brillo de hasta 2000 NITS, frecuencia de refresco de 120 Hz sin interrupciones, además de la nueva tecnología LTPO que puede reducir la frecuencia de refresco ya mencionada a 1 Hz.

Los colores y los detalles son nítidos, este año está todo en juego y Apple por fin puede presumir de estar a la vanguardia de las pantallas. La tecnología LTPO permite por fin que los modelos de iPhone Pro tengan también un modo Always-On. Esto significa que, al bloquear el teléfono, sigue apareciendo una versión ligeramente más oscura del fondo de pantalla de iOS 16 y de los widgets de la pantalla de bloqueo, y también se pueden ver las notificaciones en la parte inferior. A diferencia de muchos fabricantes de Android, todo está a todo color, y se ve bastante claro. Cuesta un poco acostumbrarse, porque automáticamente piensas que no está bloqueado, pero tras unos días realmente deja de ser un problema. De hecho, es de alabar que Apple nos ofrezca un Always-On que muestre el fondo que, con suerte, hemos pasado horas diseñando, así como notificaciones útiles saturadas de color.

Mientras que gente como The Verge y Marques Brownlee consideran que esto consume la batería, la carga del iPhone 14 Pro Max me ha durado dos días, y eso con un uso bastante intenso, por lo que es muy difícil quejarse cuando los Android con las mismas características duran aproximadamente la mitad.

Vale, ¿hablamos ya de la isla dinámica? Sí, Apple tiene la necesidad de ponerle nombre a todo, y está claro que es una tontería. Pero este pequeño nodo de actividad no lo es en absoluto. Todo lo contrario, es un cambio bastante importante en el paradigma de la interfaz de usuario de Apple, que une algunas funciones y animaciones que antes estaban separadas y cambia las perspectivas de a qué parte de la pantalla mirar. La pequeña "cápsula" de la parte superior mantiene la cámara para selfies y el sensor FaceID, pero ahora puede expandirse y transformarse para informar mejor de lo que ocurre en segundo plano. Se amplía cuando FaceID busca una cara reconocible, muestra el cronómetro en caso de que esté activo y nos da una visión general de la música que está sonando. Lo que antes estaba en diferentes partes de la interfaz de iOS está ahora en un solo lugar. Habrá más aplicaciones que puedan sacar partido de la Isla Dinámica este otoño, pero ya me sorprendió ver que algunas como Spotify, Audible y Skype ya funcionan.

Hay que decir que no se trata de un gran avance. Es una solución de Apple para un problema de Apple, pero me entusiasmó rápidamente la coherencia y la cohesión adicional que añade a la impresión general de iOS. Simplemente hace que utilizar el teléfono sea más agradable.

Dentro encontramos un A16 Bionic y 6 GB de RAM, producidos con el flamante proceso de 4nm de Apple, que de nuevo es un notch demasiado técnico para lo que se siente al usarlo. Pero todavía hemos de mencionar que en GeekBench, nuestro 14 Pro Max obtuvo una puntuación de 5491 contra el Snapdragon 8+ Gen 1 en el OnePlus 10T en 4022. Dicho esto, han pasado muchas cosas con iOS en los últimos años, desde la introducción de los Widgets hasta la pantalla de bloqueo personalizable y, ahora, el Always-On. Es una experiencia tan fluida y tan cohesionada, que se hace difícil volver a cambiar.

Está claro que Apple también busca eso, pero cada vez tengo una mayor sensación de que la famosa "dificultad para abandonar Apple" está más relacionada con el software cohesionado que con la manipulación forzosa. Pagos sin problemas con Apple Pay, conducción sin problemas con Apple Car Play, extraordinaria cohesión con AppleTV, AirPods y AirPods Max (todo lo que uso a diario), el ecosistema es simplemente... vaya, tan bueno que ya no hace falta que nos convenzan para quedarnos.

Esto me lleva a la misma conclusión que el año pasado. Apple ofrece un smartphone muy sólido, con características y un software sólidos como una roca y un gran ecosistema en sentido general. Es un compañero excelente. Sin embargo, diría que el trabajo realizado con la App Casa brilla por su ausencia.

Por último, llegamos a la cámara. La innovación más importante es que Apple ha dejado atrás finalmente la cámara de lente principal de 12 megapíxeles, y ahora cuentan con una cámara de 48 megapíxeles. Eso supone un aumento de un 65% con respecto al año pasado, y a pesar de que Apple utiliza una técnica de agrupación de píxeles para que la imagen siga siendo de 12 megapíxeles, hay mucha más información y detalle en cada imagen. Además, dispone de estabilizador óptico y la apertura de la lente es de f/1.7.

El resultado no parece ser exactamente de 1/1, pero en mi caso, la mejora era bastante obvia, tanto si fotografiaba en ProRAW, donde podemos aprovechar toda la cámara de 48 megapíxeles sin agrupación, como si lo hacía con la cámara totalmente estándar. La cámara más grande podía captar mucha más luz, especialmente en situaciones con condiciones de iluminación natural más pobre, y, en concreto, también daba un bokeh (es decir, el desenfoque del fondo) más natural, que no se consigue mediante software gracias al teleobjetivo, sino de forma bastante natural al tener una menor profundidad de campo.

También hay un nuevo ajuste 2X que no hace zoom digital, sino que ofrece un ajuste óptico que aprovecha la cámara más grande. Además, también puedes grabar en 4K/30 fps en el modo cine, que permite cambiar el enfoque mediante el reconocimiento automático de rostros. Sin duda, todo esto hace que esta función sea más útil que el año pasado. Si combinamos esto con un mejor ajuste de macro en ultra gran angular, tenemos una cámara de la que no se puede decir que sea "100X SPACE ZOOM", pero que sigue ofreciendo las imágenes y secuencias de vídeo más nítidas y cohesionadas del mercado. Un dato curioso: grabo nuestros vídeos de EV Hour con un iPhone 14 Pro Max por lo nítida que es la calidad de imagen.

El iPhone 14 Pro y el Pro Max no son obras maestras. Salen a la venta demasiado pronto como para ofrecer unas ventajas tan amplias con respecto al modelo del año pasado, pero muestran de forma aún más clara que Apple, en los últimos años, ha estado dándole forma al smartphone definitivo. Y para mí, que he ido cambiando de Android a iOS durante años, este 14 Pro Max es algo muy, muy especial.