Diez años han pasado desde Xenoblade Chronicles X se lanzara en Wii U. Ocho años desde que Nintendo Switch llegara a nuestras vidas y expandiera todavía más la franquicia de Monolith Soft. con otras dos entregas principales, una expansión independiente del segundo juego y una Definitive Edition del original de Wii. Hay quien diría que los fans de los JRPG del estudio japonés han estado muy bien servidos durante todo el ciclo vital de Switch, y no le faltaría razón. Pero siempre quedaría ese pequeño regusto amargo, ese ligero vacío en el corazón que, con el paso de los años, parecía que quedaría como una cicatriz molesta que rascarse con cada cambio de estación. Porque durante todo este tiempo, la gran mayoría de peticiones a Nintendo han sido para traer de vuelta Xenoblade Chronicles X de Wii U y que el enorme público actual de la híbrida pudiera disfrutarlo. Y casi sobre la bocina de final de partido, y con Nintendo Switch 2 prácticamente encima, Nintendo cumple con todos. Xenoblade Chronicles X: Definitive Edition, la mejor forma de disfrutar del clásico. ¿O no?
Lo primero que voy a dejar claro es que este análisis no se centrará demasiado en reseñar Xenoblade Chronicles X, porque esa apreciación ya la hicimos hace diez años y sus palabras siguen siendo tan válida entonces como lo son ahora. La historia del juego, el mundo de Mira, la exploración, los Skells, los personajes, la trama... Todo sigue tan vigente entonces como ahora. Sería sencillo maravillarme de nuevo en cómo demonios lograron en Monolith Soft. crear un juego tan grande entonces y que el hardware no explotara en el intento (aunque no han hecho más que superarse a sí mismos desde entonces). Si necesitas una breve cita que añadiría de mi cosecha al análisis original (que te recomiendo leer en conjunto con este), diré que Xenoblade Chronicles X posiblemente sigue siendo el mayor JRPG de mundo abierto "real" que he disfrutado en pantalla y que es una joya indiscutible que elevó el listón en su generación y que aquí vuelve a marcar su puesto como uno de los reyes del género. Casi perfecto en 2015. Pero aunque sea una joya, hasta un diamante se puede pulir en más caras y aristas para acercarlo a la perfección, y es ahora donde entra ese subtítulo de Definitive Edition en el que nos vamos a centrar.
Me gustaría hacer una rectificación sobre mis propias palabras. En mis primeras impresiones, que estaban limitadas a un porcentaje menor de la historia y la expansión por el mundo de Mira, ni estaba explorando tanto ni aprovechando el verdadero potencial de los añadidos a esta nueva versión. Pero ahora sí puedo revisar y hablar libremente del 99% de lo que os vais a encontrar en un par de días. No quiero dejarlo en un "me equivoqué, no volverá a ocurrir", pero las primeras horas de Xenoblade Chronicles X: Definitive Edition son espesas. Buena parte de ellas se basan en ir pasando tutoriales y conversaciones (que no se pueden acortar ni omitir) y explicaciones algo redundantes sobre el uso de los diferentes sistemas y localizaciones dentro de Nueva Los Angeles, el núcleo de la humanidad en Mira. Peor una vez pasada esa barrera, el juego florece de una forma maravillosa en una explosión de aventuras de exploración, historias de personajes y cacerías de fauna alienígena sin fin. Creo que es de recibo hacer esa pequeña advertencia a los que jueguen por primera vez, para que no se desanimen y encuentren realmente el potencial del juego.
De hecho, esta Definitive Edition sí mejora, y mucho, algunos elementos del original. Algunos añadidos eran esperables, como las opciones de personalización de tu avatar o el sistema de transmog, que ahora tiene su propio menú diferenciado del de equipamiento para que puedas "vestir" tanto a tu avatar como tus armas como mejor te plazca. Fue un acierto en Xenoblade Chronicles: Definitive Edition, y lo es aquí. Y más importante que eso, ahora hay una opción para autoequipar la selección óptima de armas y armaduras con un único botón. Parece algo obvio en 2025, pero en este juego es un avance en calidad de vida bestial. Hay muchos otros pequeños retoque aquí y allá en los menús y controles que son más que bienvenidos. La cámara en combate es solo una de ellas. Ahora tendremos más tutoriales y mejor explicados sobre el uso de instalaciones en NLA, los Skells y las actividades y misiones de mundo.
Hay otras mejoras que, si bien son aceptadas, quizá habrían requerido algunos cambios más profundos que el equipo no ha querido acometer. Por ejemplo, el cambio de hora, que antes se hacía desde unas terminales, ahora es una opción que siempre está disponible desde el menú. Pero las terminales siguen ahí, siguen permitiendo el cambio de hora, solo que ahora se han vuelto redundantes. Y pasa un poco con ciertos diálogos y situaciones con el Sistema de recompensas de BLADE y las diferentes divisiones de trabajo. Escoger división ahora ya no es relevante, puedes hacer las misiones y obtener las recompensas de cualquiera de ellas, y se han quedado como mero elemento decorativo. Sí, al eliminar estas "barreras" evitas perderte contenido dentro de la propia partida, pero hay parte de la narrativa sobre cómo se estructura la humanidad en Mira y cómo BLADE sirve a sus propósitos en ese sistema de clases. No me quejo por el resultado final, pero quizá habría intentado añadir algún cambio sutil en la presentación de la organización para que tuviera sentido.
La exploración ahora es más sencilla, gracias al minimapa integrado en la pantalla del juego y que la indicación para llegar al lugar de la misión activa es más claro en pantalla. Agiliza mucho la progresión del juego, que también es más reconfortante para el jugador, pasando de tener 60 niveles a 99. Y está claro, el combate. El esqueleto de los combates no ha cambiado demasiado en su mayor parte, pero hay detalles importantes. Para empezar un montón de nuevas armas, armaduras, artes y personajes que añadir a tu escuadrón. Más opciones de personalización de tu Skell, y un Sistema Turbo (el combo definitivo si asistes con tus artes a tus aliados en batalla esuchando sus "voces del alma") mejorado y más dinámico.
En definitiva, se ha aligerado mucho la carga más repetitiva de estar acudiendo a lugar o a personajes concretos para realizar cambios en tu equipo que ahora son una opción rápida en un menú, pero creo que habría sido un añadido más que bienvenida una opción de pasar escenas y diálogos de forma acelerara, o incluso omitirlos. Por otro lado, no pienses que de ese tiempo (que es bastante, si lo pones en la perspectiva de toda la partida) ahorrado con las mejoras de vida te lo "recortan" de las fácilmente 120 horas que puede llevarte completar Xenoblade Chronicles X: Definitive Edition. Ahora lo suples en acercarte al nuevo contenido o tratar de conseguir el nuevo equipamiento.
Monolith Soft. ha cumplido una vez más con sus fans, ofreciendo una versión ampliada que refresca el clásico y que perdurará junto al resto de entregas de la serie en Nintendo Switch. Solo esperemos que este pequeño regalo que es Xenoblade Chronicles X: Definitive Edition no les haya tomado demasiado tiempo para que nos muestren la siguiente entrega de la serie en el futuro cercano.