Análisis de Test Drive Unlimited: Solar Crown

Han pasado casi tres meses desde que escribí mis impresiones con la versión de KT Racing de la fórmula Test Drive. Si a esto le añadimos el hecho de que durante el último año también he vuelto a la última instalación de Forza Horizon e incluso he pasado tiempo con The Crew Motorfest. Supongo que ahí es más o menos donde empezamos y acabaremos en la mayoría de las comparaciones y análisis de Test Drive Unlimited: Solar Crown; en un juego alternativo que en muchos sentidos hizo avanzar este tipo de carreras. La serie Horizon ha sido una especie de puerta de entrada para muchos jugadores, incluido un servidor, y ha recibido excelentes críticas con cada nueva entrega. Por tanto, no es de extrañar que los desarrolladores quieran hacer su propia versión y, aunque no puedas alejarte de algunas cosas básicas, Solar Crown consigue crear un poco de identidad propia.

Lo primero que llama la atención es que empezamos en un entorno urbano más denso que los habituales paisajes abiertos que ofrece la serie de Playground, y aquí no hay ningún atisbo de festival. De hecho, el enfoque más despojado del juego respecto a las carreras es bastante bienvenido, ya que te sitúa a ti y a las carreteras en primer plano. En su lugar, lo que prima aquí es un sistema de ganarse una reputación mayor y mejor, y esto se consigue, por supuesto, principalmente ganando carreras. La mayoría de estas, al menos en las primeras horas del juego, tienen lugar en calles estrechas y gran parte de lo que experimenté con respecto a la física cuando hice el avance sigue ahí. Los coches son un poco lentos, casi como demasiado pesados y sin parecer difíciles de controlar, pero en general, la sensación de conducción es buena, con un enfoque en los sistemas arcade. Esto se nota en varios aspectos, principalmente en la sensación de conducción, pero también en los objetos que se dispersan cuando los atraviesas a expensas de la velocidad. Una colisión frontal a 200 km/h contra un muro tampoco es nada de lo que preocuparse, ya que puedes poner marcha atrás y seguir conduciendo con el parachoques ligeramente roto.

Estoy un poco indeciso sobre las capacidades visuales del juego en su conjunto. En PC me pareció que se veía bastante bien a veces, pero en PlayStation 5 me pareció demasiado desigual. Definitivamente, tiene sus momentos, pero a menudo es como si la luz cambiara de exposición y la impresión general de resolución y detalle no coincidiera. Además, es una ciudad muy desierta, tanto por la ausencia de tráfico como por la falta de vida y movimiento. Como no hay un festival como al que estamos acostumbrados en Horizon, parece un poco un telón de fondo y esto se nota especialmente entre los rascacielos y otros edificios. El entorno exterior se siente un poco mejor, donde el verdor proporciona un bienvenido contraste. Se nota que se han vuelto bastante exigentes con el aspecto visual, pero echo de menos esa sensación de entorno y vistas fantásticas con la que tanto me han mimado. Esto se debe en gran parte a una distancia de dibujado bastante limitada que no presenta los entornos de forma grandiosa.

Además, el juego también ofrece un paisaje sonoro plano. Los sonidos de los coches ciertamente suenan como deberían, pero hay una falta de atmósfera en muchos aspectos. Creo que las carreras parecen un poco demasiado desoladas en el paisaje sonoro general, incluso cuando ocho vehículos chocan entre sí y los lugares que visitas están completamente en silencio, salvo por una radio que reproduce algo de música. El hecho de que los actores de voz del juego carezcan de carácter no hace gran cosa, ya que solo aparecen al principio, cuando se introducen las cosas.

Es inevitable hacer comparaciones con la serie Horizon, e intentaré no insistir en ello. Al fin y al cabo, quieres que un juego se sostenga sobre sus propias cuatro ruedas. Así que pasamos rápidamente a este sistema de ganar reputación, que no son más que puntos de habilidad disfrazados de eso. El primer gran objetivo es alcanzar el nivel 12 y es entonces cuando uno de los dos clanes del juego llama tu atención. Son el clan Street, que es el que yo elegí, y otro llamado Sharp. Street tiene su base en una vibrante discoteca donde el champán fluye y el DJ toca ritmos geniales. Sharp es un poco lo contrario, con ropa elegante y un enfoque más sofisticado de las carreras, pero, como ya he dicho, fue Street el que yo elegí. Cuando alcanzas el nivel 12 puedes elegir a qué clan quieres pertenecer, donde una visita a su sede muestra una cosa que hace a Solar Crown más único en su presentación.

Entonces recorres su cuartel general en primera persona y esto es algo que también se repite en otros lugares. Cuando visitas un concesionario de coches o un taller de reparación, o estás en el hotel que es el punto de partida del juego, también exploras los alrededores de esta forma. En realidad no es algo que añada mucho a la experiencia, pero sigue pareciendo bastante natural pasear y mirar coches en un entorno abierto en lugar de que todo se haga a través de menús. Afortunadamente, también es posible cambiar de coche de forma fluida a través del menú, para que puedas hacerlo de una manera más fluida. Algo que también he notado es que los tiempos de carga son ahora muy rápidos y, aparte de que hay algunas animaciones innecesarias cuando sales de un ascensor o entras en un edificio, por ejemplo, todo se carga rápidamente entre estas transiciones.

Pero, por supuesto, es en las carreteras donde te encuentras la mayor parte del tiempo y los desarrolladores han optado por un diseño bastante tecnológico, que va de la mano con la ubicación. Así, las luces de neón y las pantallas de TV se encuentran por todas partes y crean una identidad que se siente un poco subterránea y futurista al mismo tiempo. La cantidad de coches también es impresionante, ya que marcas como Lamborghini, Ferrari y Porsche, entre otras, están disponibles para que ganes dinero. Al principio puedes elegir entre uno de tres vehículos y mi elección recayó en un Ford Mustang GT rojo, que luego decoré con llantas y asientos rojos.

Entre las muchas competiciones que se ofrecen, están las carreras habituales. También hay sprints en los que el objetivo es recorrer una distancia en un tiempo determinado, y en estas carreras obtienes puntos en cada punto de control dependiendo de tu posición. La simple lógica es que si eres el primero en pasar por la mayoría de las puertas ganas, lo que también significa que puedes competir un poco más por el primer puesto con el líder siendo el primero en pasar por algunas pero no por todas. No es un concepto revolucionario, pero añade algo de variedad. Hay otras competiciones y el juego también está constantemente en línea, lo que significa que aparecen eventos en directo contra otros por todo el mapa. Otras cosas reconocibles son batir récords de velocidad en rutas establecidas y se presentan más y más desafíos a un ritmo constante a medida que ganas una mejor reputación.

El hecho de que el juego requiera constantemente conexión online es un poco molesto y me gustaría que pudieras desactivarla y jugar sin conexión, pero este es el camino que han elegido los desarrolladores. La idea aquí es que los oponentes con los que te encuentres sean personas reales mientras la IA ocupa los lugares que sobran. Personalmente, no entiendo por qué no se puede dar una opción para que también funcione sin conexión y que en su lugar actives el modo online cuando lo desees.

Gran parte del encanto y el entretenimiento del juego reside realmente en deslizarse por Hong Kong Island. La isla es grande, variada, y aunque los rascacielos junto con los alrededores desolados hacen que parezca demasiado paisaje, hay bonitos entornos por todas partes. Es un juego de carreras centrado en muchos aspectos, con demasiadas cosas despojadas para que parezca otra cosa que eso. No hay giros de la rueda de la lotería ni muchas otras cosas, aunque puedes ganar pegatinas, ropa y dinero con los que puedes mejorar tu vehículo o comprar nuevos accesorios.

Test Drive Unlimited: Solar Crown no es, en mi opinión, el juego que desbanque a Forza Horizon del trono de las carreras de mundo abierto. No está exactamente cerca ni con su sensación de conducción ni con sus efectos visuales, pero aun así hay mucho contenido entretenido en el que participar para los que quieran aventurarse por las carreteras virtuales.