Actualmente, ya existen una serie de dispositivos que ofrecen juegos para móviles pero en formato de consola. Este tipo de productos no me termina de convencer, ya que al estar acostumbrado a las características de un PC, las velocidades de fotogramas me parecen inaceptables. Razer parece estar de acuerdo, porque la forma portátil que han elegido de hacer las cosas es mucho más barata. Sin embargo, esta solución también tiene otros problemas.
Su producto no es una fusión de dispositivos como en otros casos, sino un mando Kishi V2 Pro que se acopla a una pequeña tablet que recuerda al antiguo y buen móvil de Razer. Todo funciona gracias al procesador Snapdragon G3X, el primer dispositivo en utilizarlo desde su lanzamiento. Esto significa que ofrece arquitectura Kryo, colores de 10 bits, HDR, soporte técnico 4K, y además, no solo puede utilizar Sub6 5G sino que también mmWave 5G. En cuanto al rendimiento, es como un Snapdragon 888+ en esteroides. No hay nada de malo realmente, obtienes cuatro núcleos, uno de los cuales alcanza los 3 Ghz, y con una GPU Adreno 660 ajustada a 900 Mhz. Si tú también te preguntas en qué consiste la versión "pro" del mando Kishi V2, déjame decirte que cuenta con retroalimentación háptica y toma de audio. Esto también significa que el diseño es bastante estándar, aunque los más entendidos dirán que el tacto de un mando Kishi no es tan bueno y no tiene la misma sensación de calidad como la de otras consolas.
Es más pequeño que otros dispositivos, pesa un 30% menos que sus competidores y la pantalla es de 144 Hz, AMOLED (no IPS), y ofrece 6,8 pulgadas para jugar. También cuenta con 2880 x 1080 píxeles, 128 GB de espacio y es compatible con tarjetas MicroSD de hasta 2 TB. Con tantos juegos de Android es irrelevante jugar en la nube. Por otra parte, esta versión Wi-Fi solo ofrece 6 GB de RAM, y siendo sincero, no necesité más en ningún momento. Ah, por cierto, los altavoces están bastante bien.
Hay dos versiones, la Wi-Fi o la 5G, nosotros probamos la primera. Desafortunadamente, parece que la única forma de comprar una es a través de la página web de Razer. En consecuencia, tienes que tener en cuenta los aranceles e impuestos cuando hablamos del precio de la versión Wi-Fi que hemos probado por unos 500 euros. No me cabe en la cabeza que en algunas regiones no se pueda comprar la versión 5G, especialmente cuando el procesador G3X en el que se basa el dispositivo se hizo precisamente para esto, pero la respuesta probablemente es que el precio sería el doble que el de la versión Wi-Fi.
Es muy importante posicionarse en este caso. Si quieres una solución para jugar en la nube combinada con Android, o si quieres un dispositivo que ejecute juegos para PC por sí mismo, entonces no creo que esta sea la mejor solución. Si le echas un vistazo a Steam Deck y otras soluciones que cuestan más del doble, en mi opinión, esto no importa cuando todavía sigues sufriendo para alcanzar más de 45 FPS con los gráficos más bajos en los ajustes y con una pantalla que no llega a los 1080p. En realidad, deberíamos comparar Razer Edge con otros dispositivos para la nube como la consola G Cloud de Logitech. Si todavía tienes dudas, hay móviles con hardware más potente si solo te fijas en las benchmarks, por lo que había dejado de usarlo para cosas que no fueran Android o Cloud. Esto solo confirma mi inclinación por la gran potencia de los dispositivos portátiles.
Hay algunos fallos en el diseño, por ejemplo, hay una buena cámara frontal, pero no encontré la forma de desbloquearla por reconocimiento facial. Tampoco tiene lector de huellas dactilares, así que siempre tienes que introducir el PIN. Por otro lado, la batería me duró alrededor de 11 horas usando el dispositivo de forma variada, lo que esperaba de una batería de 5000 mAh. Sin embargo, no duró más de seis horas al utilizarla para jugar a videojuegos, lo que tiene sentido. Aun así, creo que estas consolas móviles necesitan baterías más potentes para alcanzar su máximo potencial.
Además, Edge tiene un competidor básico como un móvil normal. Si utilizas un móvil más grande, como el Samsung S 23 Ultra, y lo combinas con un mando, obtienes una pantalla que es casi tan buena y grande, y ya solo te queda instalar las aplicaciones necesarias para utilizar tus servicios favoritos de streaming, sin tener que preocuparte del Wi-Fi o 5G, porque el teléfono ya lo tiene todo. Probé a ejecutar varios benchmarks y estos obtuvieron un resultado prácticamente igual (99.9%) al del teléfono de Samsung que habíamos mencionado.
Dicho esto, es simplemente una experiencia distinta, sobre todo si tienes un GeForce Now, que es mi favorito. Conseguí solucionar la conexión 5G compartiendo datos desde mi móvil, así que no supone un gran inconveniente, pero sigue siendo que aquellos que quieran pueden encontrar una solución mejor comprando un mando para móvil. La tablet pesa 264 g y todo junto pesa alrededor de 400 g, muy ligero y cómodo de usar durante un buen rato sin soportes para el codo.
Entonces, ¿deberías comprarlo? Depende si quieres jugar en la nube o juegos de PC sin conexión en formato móvil. Voy a ser un poco duro y decir que el hardware se queda por detrás y personalmente no lo elegiría antes que un portátil. Entiendo que así son las consolas pequeñas portátiles, pero al mismo tiempo no consigo entender qué sentido tiene gastarse más del doble de lo que cuesta una Edge para jugar a menos de 1080p y con 35-40 FPS. Por otro lado, es una buena experiencia cuando se utiliza en la nube, pero con una conexión 5G estable. La versión 5G tendría mucho más potencial de venta que la versión Wi-Fi. Menos mal que siempre puedes compartir datos.