Ha pasado un tiempo desde que se estrenó el primer capítulo de Poppy Playtime (entonces como descarga gratis) por parte del estudio MOB Entertainment. En concreto, más de tres años desde su lanzamiento en Steam para todos los usuarios. Este pasado 2024, junto al segundo capítulo Fly in a Web, el juego también ha llegado a la nueva generación de consolas. Con todo esto y otros exponentes del género, la experiencia de los videojuegos de terror se está volviendo cada vez más especial que una película o un libro, ya que el jugador participa activamente en la historia. Normalmente, nos reímos o desesperamos cuando en un filme de miedo el personaje principal tarda mucho en conectar un cable o saltar un hueco. En este juego, no volverás a reírte de esas situaciones.
En este survival horror, nos adentramos en una antigua fábrica de juguetes de la empresa Playtime Co., la cual ha quedado abandonada por los sucesos que ocurrieron en su interior. Experimentos para crear juguetes, dueños perversos y un sinfín de misterios comienzan a resolverse en este cuarto capítulo, ofreciendo varias respuestas a los seguidores de la franquicia. No podemos estar seguros al 100%, pero en esta entrega se pueden notar algunas referencias a la novela 1984 de George Orwell, especialmente por la simbología centrada en los ojos y la vigilancia. Además, la serie parece estar influenciada descaradamente por Five Nights at Freddy's (FNAF) y en menor medida por un clásico de los videojuegos: Portal.
Chapter 4: Safe Haven es una continuación directa del tercero. Aunque evitaremos spoilers de la trama, recomendamos jugar los tres capítulos anteriores para comprender hacia dónde se dirige la historia de Playtime Co. Si bien la narrativa sigue un esquema lineal, el juego sabe mantener la atención del jugador. A través de pistas y revelaciones progresivas, el título consigue que avancemos a pesar del miedo. Cabe destacar que algunos personajes ya conocidos tienen un buen desarrollo en esta entrega, añadiéndoles capas de profundidad que enriquecen la calidad del relato. Al mismo tiempo, algunos nuevos personajes destacan por su dualidad moral, lo que genera mayor empatía con ellos. No mencionaremos nombres para no arruinar la experiencia del jugador.
Un punto en el que hay consenso dentro de la franquicia es la calidad de la ambientación y el diseño artístico, acompañados de una gran mejora en el apartado sonoro. Conforme han avanzado las entregas, se nota que MOB Entertainment tiene una visión clara de lo que quiere transmitir, y lo refleja en cada nuevo episodio. En teoría, lo infantil es sinónimo de inocencia, pero en Poppy Playtime, no es el caso. Aunque en ocasiones la estética de los escenarios puede volverse repetitiva, en este capítulo logra transmitir a la perfección esa sensación de "aquí ha pasado algo horrible". Esto genera una tensión constante, ya que en cualquier momento podemos ser atacados. El estilo más industrial que han implementado en esta entrega está bien logrado y ayuda a potenciar la sensación de megalofobia. En cuanto al apartado sonoro, los sonidos de los enemigos —sus pasos, rugidos y efectos al morir— han mejorado notablemente, logrando que la evolución de cada entrega se sienta orgánica y no como simples añadidos a la historia.
El primer gran problema de Poppy Playtime: Capítulo 4 radica en sus mecánicas y su jugabilidad. Un punto positivo dentro de lo negativo es el sistema de guardado automático, que mantiene la tensión hasta que aparece el logo del VHS en la esquina superior izquierda. Sin embargo, en términos de innovación, el juego no aporta mecánicas realmente nuevas. Solo se incluyen algunos puzles que requieren interacciones ligeramente diferentes a las de capítulos anteriores. El sistema de las manos electrónicas sigue siendo un recurso distintivo, pero comienza a sentirse algo limitado y necesitaría una evolución. Algunos acertijos son relativamente sencillos y dependen más de la persecución constante de los enemigos que de la complejidad de la resolución, lo que los vuelve repetitivos y cansinos cuando se presentan en secuencia.
Otro punto negativo son los enemigos de este capítulo. Se entiende la intención del juego con los combates y los puzles para evadirlos, y aunque hay giros de guion interesantes (aunque algunos algo predecibles), la fórmula se repite demasiado. En muchas ocasiones, es posible superar los enfrentamientos simplemente corriendo y escondiéndose, lo que resta impacto a la experiencia. El combate final del capítulo se basa en correr y esquivar, y si el equipo (el PC) del jugador no es potente, pueden presentarse errores gráficos en las texturas que dificultan la batalla. Asimismo, en una de las secciones más importantes del juego, algunos enemigos sufren problemas técnicos y se buguean con facilidad. Como ocurrió en las entregas anteriores, este capítulo necesita descargar parches para corregir estos fallos. Aun así, la historia detrás de estos personajes es intrigante y deja pistas que generan curiosidad hasta descubrir la verdad.
La recepción del juego ha sido regular. En Steam, las reseñas pocos días después de su lanzamiento son "Variadas", y hay muchas críticas por la cantidad de errores y la baja dificultad en algunos segmentos. Serán necesarios varios parches para mejorar el rendimiento y pulir detalles. Tampoco es un juego que innove dentro del género de terror, aunque usa sus recursos de forma inteligente para contar una historia que, con cada entrega, se siente más trabajada. Con muchos misterios aún por resolver, deja expectativas positivas para el futuro.
Después de analizar los puntos fuertes y débiles del cuarto capítulo de Poppy Playtime, podemos decir que es un juego recomendable para los amantes del género, sean o no habituales en los videojuegos de terror. Incluso podría ser una buena puerta de entrada para nuevos jugadores, aunque con precaución, ya que contiene buenos sustos. Sus puntos débiles no eclipsan el buen trabajo que está realizando MOB Entertainment para desarrollar una historia de calidad una vez pasado el fenómeno viral, a pesar de los altibajos técnicos.