Análisis de Logitech G Yeti GX

Logitech ha anunciado y puesto a la venta una nueva gama de productos Logitech G, como el teclado Pro X TKL Lightspeed y el ratón Pro X Superlight 2 Lightspeed. Ahora, siguiendo la misma tendencia, el fabricante de periféricos se ha dispuesto a ampliar su gama de productos de audio con un nuevo micrófono que pretende introducirse en el accesible mundo de las emisiones.

Conocido como Logitech G Yeti GX, este micrófono está diseñado para ofrecer un sonido de calidad profesional y, al mismo tiempo, está diseñado para que el usuario no tenga que ser un mago de la tecnología para ajustar todos los parámetros y conseguir el perfil de voz perfecto. Después de haber utilizado el Yeti GX durante un mes, puedo afirmar que ha logrado estos objetivos, aunque no fácilmente. De hecho, hay algunos problemas con el diseño. Pero ya hablaré de ellos. Por el momento, veamos la tecnología que mueve al Yeti GX.

El Yeti GX es un micrófono dinámico capaz de grabar audio con una calidad de 24 bits / 96 kHz en un patrón supercardioide. Esto significa que el audio se captura con mayor calidad y a un volumen más alto en una dirección determinada (en este caso, directamente en el parabrisas de espuma), todo como parte del esfuerzo para reducir la recepción de sonidos no deseados, como el clic de un teclado o un ratón, que quedan ocultos. El Yeti GX también tiene una frecuencia de respuesta de 50 kHz a 18 kHz, y un rango dinámico de 95 dB, y si bien todo esto es impresionante, he encontrado que el audio puede ser un poco irregular.

Por una parte, la calidad del audio que graba el Yeti GX es fantástica. Vuestra voz se oirá con claridad, tanto si utilizáis el dispositivo para reuniones en línea, como para grabar podcasts, hacer streaming o hacer doblajes. La calidad de audio es genuinamente buenísima, sin importar el trabajo que le exijas a este micrófono. Su principal problema es que el patrón de grabación supercardioide no es muy eficaz, y captará mucho ruido de fondo a menos que se reduzca significativamente la ganancia del micrófono y se disminuya todo el ruido de entrada en general, lo cual será un problema para muchos que busquen un perfil de voz claro y potente.

Pero no es sólo el perfil de audio el que tiene problemas. El propio dispositivo está diseñado de tal manera que llega a ser un poco contraintuitivo. Por algún motivo, el botón de silencio está situado en la parte trasera del micrófono, en el mismo sitio que la rueda del control de ganancia, y ya que la única forma de saber si el Yeti GX está silenciado es mirando el RGB de la rueda, es difícil saber si está silenciado o no. Si a ello le añadimos el nuevo sistema Smart Audio Lock, que supuestamente ajusta la ganancia mediante un limitador analógico para reducir el ruido de fondo, y que a mí me ha parecido ineficaz en la mayoría de los casos, el micrófono tiene algunas pegas, aunque la calidad del sonido en sí es muy buena.

Sin embargo, puedo decir que el Yeti GX destaca por su simplicidad. Este micrófono es uno de los más fáciles de configurar, ya que todo lo que necesitas hacer es conectar un USB-C al dispositivo y un USB-A al ordenador y ya puedes utilizarlo. No es necesario el software G Hub de Logitech para utilizar este periférico, aunque se puede personalizar la configuración de la zona RGB e incluso retocar un poco más el perfil de audio. Pero, el caso es que se trata literalmente de un micrófono "plug and play" en todos los aspectos.

Logitech ha incluido incluso dos adaptadores en la caja que permiten acoplar fácilmente el Yeti GX a los brazos del micrófono, por lo que basta con atornillarlos al propio brazo del micrófono para utilizarlo. También resulta muy sencillo de usar y es ideal para cualquiera que quiera aventurarse por primera vez en el mundo del audio a nivel profesional.

Considerando el diseño en su conjunto, el Yeti GX es elegante, sutil y atractivo a la vista, y las zonas RGB le añaden un extra de estilo sin resultar molestas. Tiene un diseño muy sencillo y básico que se adapta perfectamente a lo que se necesita de un micrófono. Además, la calidad de su fabricación es muy buena, con plásticos de alta calidad, metales de primera calidad e incluso un protector que se ajusta perfectamente.

Lo más importante del Logitech G Yeti GX es decidir si uno quiere gastarse el dinero en uno, porque este micrófono no es precisamente barato. Su precio, 159,99 euros, es el mismo que el del HyperX Quadcast S, un micrófono que ofrece patrones polares personalizables que permiten ajustar mejor el ángulo del micrófono, además de un botón de silencio táctil que indica directamente al usuario si el sonido se está detectando o no gracias al intuitivo RGB, y sin dejar de ser un "plug and play". Por lo tanto, aunque Logitech ha ofrecido algunas funciones y una serie de sistemas magníficos con este Yeti GX, no puedo dejar de pensar que tiene problemas para competir en su rango de precios, bastante elevado, para un micrófono para juegos y emisiones.