Análisis de la webcam Elgato Facecam Pro

Durante la pandemia del COVID-19, se produjo un incremento bastante notable en el porcentaje de personas que querían trabajar desde casa, en remoto. Este cambio de actitud se ha visto reflejado no solo en el ámbito laboral, sino también en el crecimiento de los streams en plataformas como Twitch y en el general aumento de almas creativas que buscan comunicarse con una audiencia.

Todo esto ha impulsado un enorme crecimiento en el mercado de cámaras web (que, de hecho, se agotaron por completo durante el confinamiento más duro). Si te tomas en serio te trabajo, te afición o algún punto intermedio, Elgato ofrece una opción de la cámara web más avanzada y costosa hasta el día de hoy. Se llama Facecam Pro y está disponible por más de 300 euros, colocándose en el mismo rango de precio que la ya cara Kiyo Pro Ultra de Razer

A ese precio, se espera que Elgato ofrezca un paquete completo y satisfactorio. ¿Cumple con estas expectativas? Lo primero que resulta importante destacar es el tamaño notable de la Facecam Pro. Si te imaginas la cabeza de BD-1, el droide de la serie Star Wars Jedi, tendrás una idea bastante acertada de su aspecto. Aunque su diseño es elegante, no pasa desapercibido debido a su tamaño. Sin embargo, la instalación es sencilla gracias al cable USB-C, y a pesar de su peso de 240 gramos, esto no supone un inconveniente una vez que se coloca en la parte superior del monitor o mediante la clásica rosca de ¼".

Entonces, ¿por qué es tan grande? En primer lugar, se debe al tamaño gigantesco de la lente. Es una lente de 21 mm de fotograma completo (full frame) con una apertura f/2.0 que captura imágenes a 90 grados. El sensor en sí es un CMOS Sony Starvis, lo que garantiza un rendimiento óptimo incluso en condiciones de iluminación complicadas. Además, por lo visto es la única cámara web que puede grabar en 4K a 60 fps sin problemas.

Para empezar, hay que decir que tiene buena pinta. Sin embargo, hay que estar dispuesto a utilizar el Camera Hub de Elgato para ajustar la configuración. A pesar de que captura a 90 grados, es necesario hacer zoom digital para acercarla al rostro y asegurarse de que siempre esté enfocado. Esto se debe a que la Facecam Pro no cuenta con seguimiento facial, lo que significa que no puede detectar tu cara y mantener el enfoque mientras te mueves. Por lo tanto, es recomendable utilizar un campo de visión más estrecho para obtener mejores resultados. Además, la configuración del balance de blancos y la calibración de color debe ajustarse manualmente, ya que las herramientas automáticas disponibles no funcionan bien.

Otro problema es que no cuenta con un micrófono incorporado. Si bien es cierto que muchas personas que consideran invertir en una Facecam Pro pueden añadir un micrófono por separado o simplemente utilizar auriculares con micrófono, es válido señalar que otras cámaras web más económicas sí incluyen micrófonos integrados. Teniendo en cuenta el tamaño importante de este dispositivo, no hay excusa para no ofrecer un micrófono incorporado a este precio.

Es importante destacar que Elgato ha desarrollado un ecosistema de productos que se complementan de manera excepcional. Si bien es cierto que un campo de visión más amplio puede implicar una ligera disminución en la calidad de imagen, son pocos los productos competidores que ofrecen esta función de panorámica, lo que brinda mayor libertad para experimentar con el sujeto, sobre todo si se está dispuesto a jugar con los ajustes.

En general, Elgato Facecam Pro no es un fracaso, pero tampoco es instantáneamente superior a competidores más económicos para justificar su elevado precio. Sin duda, no es una mala cámara web, todo lo contrario, pero en resumidas cuentas esperaría recibir un poco más de valor por ese precio.