Análisis de la barra de sonido Sonos Arc Ultra

Ya he recomendado algunos altavoces de Sonos en varias ocasiones y sigo dándoles todo mi apoyo. Especialmente en estos últimos tres o cuatro años, ya que Sonos ha dejado claro que su inversión en un ecosistema más estable y propietario al final ha sido una decisión inteligente. Ahora está repleto de impresionantes funcionalidades, además de que es mucho más fiable que otros como los Grupos de altavoces de Google Home (que en mi caso funcionan solamente una de cada cuatro veces).

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A su vez, Sonos ha dejado huella en el cine en casa, donde parece que especialmente la barra de sonido Arc ha tocado la fibra sensible del consumidor promedio. Cambiar el que se había convertido recientemente en el producto por excelencia era arriesgado, pero ahora Sonos ha decidido reemplazar el popular Arc por Arc Ultra. Este último es una barra de sonido con cambios bastante sorprendentes en su interior y un precio algo más alto.

Visualmente, al tener en frente la larga barra de sonido con forma cilíndrica (ya sea en blanco o negro), podemos pensar que Sonos no ha cambiado tanto. Pero no debemos dejarnos llevar por las apariencias, porque, de hecho, hay muchas mejoras en el nuevo dispositivo. Es un poco más ancho, pero algo menos largo. Los puertos, los controles de volumen táctiles y otros componentes se han reubicado a la parte trasera, en una construcción de plástico diferente a lo que conocíamos hasta ahora, más cuadrada, con un acabado mate y un diseño que hace que parezca solo de dos piezas. Se ve increíble y ya no tendremos que buscar a ciegas los botones para subir o bajar el volumen, ya que estos controles, de nuevo, se encuentran en a un lado de la parte trasera. Habría sido un punto a favor que Sonos hubiera incluido algunos puertos passthrough HDMI en una barra de sonido tan avanzada como "Ultra", ya que el dispositivo en sí ocupa uno de esos valiosos puertos de nuestra TV. Sin embargo, se podría argumentar que la mayoría de los consumidores interesados en Arc Ultra probablemente tengan por lo menos cuatro puertos HDMI en total. Es un detalle sin importancia.

En el interior de Arc Ultra, nos encontramos con una configuración completamente nueva. La distribución actual es de 9.1.4 en lugar de 5.0.2. Más concretamente, esto significa que hablamos de 15 unidades de amplificación clase D que alimentan a 14 transductores personalizados por Sonos. Estos incluyen siete tweeters, seis unidades de woofer de rango medio y un subwoofer Sound Motion completamente nuevo.

Sonos afirma que esta distribución diferente es la que garantiza una mayor sensación de sonido envolvente. Claro está, sigue siendo una barra de sonido con Dolby Atmos y un ajuste especial, de manera que algunos de los transductores están orientados hacia arriba para envolvernos en el sonido. De nuevo, esto tiene como objetivo recrear la experiencia de una sala de cine, donde los dispositivos físicos están a nuestro alrededor, no solamente frente a nosotros. Sonos también se ha mostrado orgullosa de sus transductores orientados hacia nosotros, los oyentes, ya que asegura que esta nueva disposición frontal nos ofrece una experiencia al siguiente nivel. Pero, lo que todos nos preguntamos es si realmente hay tanta diferencia entre el modelo Ultra y el Arc estándar. Es difícil saberlo a ciencia cierta, pero si lo miramos con lupa, notamos que el Ultra nos ofrece un escenario sonoro mucho más profundo. Es como si hablamos de la diferencia entre una película en 3D sin más y una realmente alucinante. Es una dimensión algo menos tangible. No sabría decir muy bien si se debe a la disposición de los componentes, a su calidad o al nuevo subwoofer Sound Motion.

Sound Motion es algo totalmente revolucionario. El concepto realmente supone una reinvención total del altavoz como componente tecnológico. Lo desarrollaron dos hermanos holandeses que fundaron la empresa Mayht para poder llevar a cabo este proyecto y lo bautizaron como "Heartmotion". Al descubrir esta innovación, Sonos quedó tan impresionada que adquirió Mayht en 2022 y el modelo Arc Ultra es el primero en el que se ha integrado esta tecnología. El subwoofer Sound Motion es un transductor increíblemente plano ubicado en el medio de la barra de sonido y que está diseñado para dar una mayor libertad de movimiento al cono del altavoz. El espacio adicional, aparte de mejorar la calidad del paisaje sonoro, también hace que las unidades en sí sean más pequeñas. Esto abre las puertas a paisajes sonoros más grandes con altavoces más pequeños, pero como ahora el Arc Ultra es prácticamente del mismo tamaño que el Arc convencional, Sonos ha optado por incorporar más componentes a la barra de sonido. Por ello, incluye el doble de los siete tweeters que ya conocíamos y cuenta con espacio de sobra para que el subwoofer Sound Motion tenga cuatro motores y dos membranas. En un principio, esto implica que el Arc Ultra puede generar el doble de graves que antes.

El resultado se nota de inmediato, desde el primer instante. La Arc original ya nos dejó impresionados con su equilibrio y capacidad para envolvernos, pero al Ultra se le ha sumado un toque al estilo de JBL que nos da puros graves, dejando huella en nosotros. Seguramente, Sonos haga algunos reajustes en los próximos años en el Sound Motion, pero, por ahora es pura potencia y al cuando se combina con el resto del ecosistema Sonos nos da una experiencia como salida de este mundo.

Pero eso no es todo, Arc Ultra sigue siendo igual de fácil de configurar, conserva su función TruePlay, sigue siendo compatible con todos los asistentes de voz de nuestro hogar y también funciona como un altavoz inteligente convencional. Tiene todo lo que podíamos pedir.

Sin duda alguna, por casi 1.000€ esta es la barra de sonido más recomendable ahora mismo. Existen alternativas más económicas y medianamente buenas, pero casi ninguna consigue igualar la combinación única de ecosistema, potencia y equilibrio que ofrece Sonos.