Análisis de Exocross: Un gran sistema de físicas de vehículos que patina en casi todo lo demás

Al principio no entendía por qué los creadores de iRacing y el desarrollador independiente Orontes Games han tardado cuatro años enteros desde que mostraron una versión jugable de Exocross (que inicialmente tenía el nombre provisional de "Drag") hasta su fecha de lanzamiento de hoy. Pero ahora me doy cuenta de lo que ha pasado. La calidad ha bajado. Lo que Orontes Games ha desarrollado es muy probablemente la base física en la que se basará iRacing 2, y eso, obviamente, lleva mucho tiempo. Exocross se basa en un motor de juego propio en el que se simulan físicamente las cuatro ruedas, independientes entre sí, al igual que los cuatro amortiguadores individuales, y a esto se añade también la flexión del chasis, a la que muy pocos simuladores de carreras se han atrevido a acercarse en cuanto a emular lo que le ocurre a un coche real bajo una carga pesada.

Exocross es un producto extraño, quizá incluso uno de los juegos más conflictivos que he probado en años. Básicamente, es un arcade de carreras al estilo de Mario Kart, Motorstorm, o Flatout en el que conduces una especie de buggy lunar en un planeta alienígena y se te pide que ganes por todos los medios contra una serie de otros coches en pistas que parecen sacadas de Wreckfest. Se trata de ir lo más rápido que puedas por caminos de grava, superando a tus oponentes y yendo constantemente al límite, sin importar el aspecto de la carretera que tengas delante. Carreras arcade, simple y llanamente. Para mí, el quid de la cuestión es que los desarrolladores siempre se han centrado en una física todoterreno realista y detallada que, en cierto modo, se interpone en el "factor diversión" del juego. Así, Exocross se siente lento y carece de esa sensación de velocidad, emoción, explosividad y adrenalina de la que siempre hacen gala los mejores juegos del género.

Otro aspecto que no me convence es que Exocross tiene una estética demasiado realista para adaptarse a la configuración de las carreras arcade y carece de imaginación, alegría y color, lo que aburre rápidamente. Los desarrolladores deberían haber aderezado el diseño con algo que no pareciera simplemente una gran gravera gris-marrón y, sobre todo, haber decorado las pistas con cosas como espectadores, casas u otros edificios para crear una mayor sensación de velocidad. Exocross (lanzado en Early Access en diciembre de 2020 y ahora con su forma 100% terminada) se parece más a un prototipo de físicas que a un juego de carreras en toda regla, en mi opinión, y el hecho de que cueste 38,99 euros es difícil de digerir.

No hay un verdadero modo carrera, la parte multijugador carece de variedad e inmersión, y las carreras son a menudo muy monótonas. Los cuatro (¡sólo cuatro!) circuitos son aburridos y carecen de elementos interesantes u originales, y creo que la inteligencia artificial de los coches adversarios es pobre, en el mejor de los casos. La física de los coches es claramente impresionante y creo absolutamente que iRacing podrá hacer cosas realmente impresionantes con este sistema en el futuro, especialmente con lo realista que se mueve el chasis. Sin embargo, tal y como está, Exocross no es un juego muy divertido.