Análisis de A Game About Digging A Hole

Puede que sea el único, aunque lo dudo mucho, que a veces para pasar de un gran juego a otro (especialmente en mi caso, que suelo decantarme por juegos de más de cien horas) necesito de una experiencia más corta como interludio. Ya sabes, algo que sea breve y conciso y no me pida demasiado a nivel mental. En otras ocasiones aprovechaba para desbloquear nuevas habilidades o recursos en roguelikes y roguelites, pero en cuanto escuché hablar de A Game About Digging A Hole, supe que tenía mi próximo "aperitivo" servido. Lo que no sabía es que iba a suponer una experiencia tan redonda.

A Game About Digging A Hole cumple esa extraña atracción universal que todo hombre siente ante tirar una gran roca al agua para ver el chapuzón y las ondas extenderse por la superficie, o hacer rodar una gran bola de nieve colina abajo y verla crecer y crecer hasta estrellarse contra un árbol. Satisfacciones estúpidas, pero misteriosamente atrayentes. Cavar un hoyo en el jardín y ver hasta donde llegarás hasta que te canses o hasta que alguien venga a ofrecerte algo más interesante que hacer. La premisa es así de sencilla: Una oferta irresistible para comprar una casa muy barata y la promesa de un gran tesoro enterrado en el jardín. En menos de un minuto ya nos hemos mudado, hemos cogido una diminuta pala y hemos empezado a hollar la tierra sobre una equis roja en el césped. La aventura ha comenzado.

Al excavar, de tanto en tanto, iremos recolectando diferentes menas de mineral y rocas, que iremos sacando poco a poco del agujero para venderlas en el granero. Clic para cavar, coger mineral, salir a vender. Una y otra vez. Con este dinero iremos mejorando nuestra pala, un generador de energía, un jetpack (porque necesitas salir del hoyo con estilo y velocidad) y la bolsa de minerales. También podremos comprar lámparas y dinamita, pero eso es realmente todo en A Game About Digging A Hole. Un HUD limpio y un ciclo de juego que va evolucionando lenta, pero inexorablemente de un simple juego de tipo 'clicker' a un simulador de excavador profesional en el que podrás crear un sistema de túneles para minar hasta la última piedra brillante que haya enterrado, aunque hay más cosas ahí abajo, aparte de la promesa de un tesoro...

Porque en A Game About Digging A Hole hay una historia, y hay un final. Uno que encuentras bajo tierra, tras haber visto las señales de que algo o alguien dejó enterradas ciertas cosas útiles para que tú las encontraras. Puedes decidir ir directo hacia el fondo o entretenerte en mejorar tu equipo antes y hacer el agujero tan grande como todo el jardín. No hay tiempo establecido, no hay prisa. No hay música que distraiga de tu tarea. Nadie te está esperando, y el sol siempre se mantiene en su cenit para que sirva como guía para cuando necesites salir del agujero a recargar la batería y vender las menas de mineral.

Sorprende precisamente que con esta premisa tan sencilla y una jugabilidad simple, el desarrollador en solitario Cyberwave haya logrado un equilibrio tan exquisito entre progresión del jugador y curiosidad por llegar hasta el final de la historia en A Game About Digging A Hole. Según comenta, tardó menos de dos semanas en desarrollarlo por completo, en unas vacaciones que se tomó mientras trabajaba en Solarpunk, que también publicará este año. Supongo que hasta los desarrolladores necesitan "desarrollos entre desarrollos" para mantenerse activos y animados. Y si tenemos en cuenta que vale menos de cinco euros /4 libras, A Game About Digging A Hole es un entretenimiento sólido con el que escapar del aburrimiento una tarde entera. O puede que sean dos, porque si eres completista de logros en Steam debes saber que estos solo se activaran una ver termines la primera partida.