Acusan a Rachel "Raygun" Gunn de amañar la clasificación olímpica de breakdance

Los Juegos Olímpicos de París nos han dejado excelentes recuerdos. Ya sea por el tirador turco o por los increíbles récords mundiales que se batieron, pero quizá la mayor controversia de todas gira en torno a la prueba de breakdance recientemente añadida y a la candidata australiana, la Dra. Rachel "Raygun" Gunn.

La olímpica subió al escenario y presentó una actuación que muchos consideraron absolutamente ridícula y en absoluto al nivel de los demás competidores, con claras habilidades y talento para la actividad. Parece que también podría haber algo más en la forma en que Raygun consiguió el puesto de Australia en las Olimpiadas para la prueba, ya que ahora ha comenzado a circular una petición de Change.org en la que la gente afirma que Raygun amañó las eliminatorias y que debe rendir cuentas por sus actos.

La petición afirma: "Rachel Gunn, que creó su propio organismo rector del breakdance, ha manipulado el proceso de selección en su propio beneficio. A pesar del claro talento y cualificación de otras destacadas bailarinas de breakdance como G Clef y Holy Molly, fueron injustamente pasadas por alto. A los NT Youlong Boys, un grupo de jóvenes del Territorio del Norte increíblemente talentosos y desfavorecidos, la Dra. Gunn les negó una financiación crucial para asistir a las eliminatorias, una decisión que afectó directamente a su oportunidad de mostrar sus habilidades en un escenario nacional.

"Resulta inquietante que la Dra. Gunn ganara su propia eliminatoria, derrotando a otras fenomenales bailarinas de breakdance, lo que plantea serias dudas sobre la imparcialidad e integridad del proceso. Si el marido de la Dra. Gunn es realmente el entrenador australiano y forma parte del comité de selección, esto representa un flagrante conflicto de intereses que no puede quedar sin control".

Hasta ahora, la petición, tras iniciarse el 12 de agosto, ha acumulado ya más de 50.000 firmas, y la gente quiere que Raygun tenga que disculparse públicamente por "engañar al público australiano e intentar gasearlo y socavar los esfuerzos de auténticos atletas". También hay esperanzas de que se investiguen a fondo los negocios de Raygun, ya que su "falta de ética y moral suscita serias dudas sobre su idoneidad para enseñar y ocupar cualquier cargo de autoridad en el deporte, o en la universidad".

De momento, la petición no ha sido recogida por los representantes del gobierno australiano.